1. No se rindan nunca , porque aquello que Jesús pensó para su camino es todo para construir juntos: junto a sus padres, sus hermanos, amigos, compañeros de escuela, de catecismo, de oratorio, de la Acción Católica. 2. Interésense en las necesidades de los más pobres , de los que más sufren, de los que están más solos, porque quien eligió hacer el bien a Jesús no puede no amar al prójimo. Y así su camino en la Acción llegará a ser todo amor. 3. Amen a la Iglesia, amen a sus sacerdotes , pónganse al servicio de la comunidad, porque la Iglesia no es sólo los sacerdotes, los obispos…sino que es toda la comunidad. Donen tiempo, energía, calidad y capacidades personales a sus parroquias y así den testimonio de que la riqueza de cada uno es un don de Dios para compartir. ¡Es importante! Aquel “todo”: todo por descubrir, todo para compartir, todo para construir juntos, todo amor… 4. Sean apóstoles de paz y de serenidad: a partir de sus familia...