La mayoría de las representaciones de avestruces muestran al macho en actitud de cortejo: el cuello erguido, las patas flexionadas y las alas bajas y semiabiertas. La línea serpenteante que sale del pico representaría el sonido que emite el macho en celo y la cruz que muchas veces aparece en el interior del cuerpo, la partición del universo en los puntos cardinales. Gran parte de las imágenes desarrolladas por esta cultura llegan hoy a nosotros integradas al diseño de objetos de la vida cotidiana, tales como piezas de cerámica, elementos textiles, indumentaria, etcétera. La principal temática de las imágenes está relacionada con la naturaleza, especialmente el mundo animal. En ellas se combina la estilización de las formas naturales con elementos geométricos. Generalmente estas formas encierran diferentes significaciones vinculadas a la religión y las creencias. Lamentablemente, en nuestro país se han perdido o destruido los códices que permitirían su desciframiento, ya que los conqu...
La materia prima del arte representativo ha sido
ResponderEliminarsiempre la ilusión.
Ilusión del espacio
Ilusión de expresión.
Ilusión de realidad.
Ilusión del movimiento.
Formidable espejismo del cual el hombre
ha retornado siempre defraudado y debilitado.
La representación figurativa fue entendida, en función de las características marxistas de la sociedad burguesa, como ilusoria y fantasmagórica.
El Manifiesto Intervencionista plantea lo arriba enunciado, al plantear las particularidades de la figuración.
Expresa Maldonado: "El arte representativo no es realista: no puede serlo nunca, sólo plantea fantasmas de cosas. Para nosotros, los marxistas, real es lo que la acción, la práctica puede verificar.(...) El arte concreto es el único arte realista, humanista y revolucionario,"
El arte neoconcreto buscó explícitamente "reconvocar el problema de la expresión incorporando las nuevas dimensiones conceptuales creadas por el arte constructivista no figurativo."
ResponderEliminarSus principales manifestaciones se dieron en el norte de Brasil, en la obra de Ligia Clarck, quien colaboró con Oiticica en diversas piezas y posteriormente vivió un largo exilio en París.
Clarck concebía sus obras como " proposiciones" o "propuestas" en las que el objeto estaba subordinado por entero al "instante del acto", que ella consideraba la única realidad viva". La obra era intermediaria para que el espectador lograra su libertad.
"No se trata de participar por participar, ni de agredir por agredir, lo que se pretende es que el participante dote sus gestos de significado y los nutra con el pensamiento en el proceso de sacar la libertad de acción a la luz".