La mayoría de las representaciones de avestruces muestran al macho en actitud de cortejo: el cuello erguido, las patas flexionadas y las alas bajas y semiabiertas. La línea serpenteante que sale del pico representaría el sonido que emite el macho en celo y la cruz que muchas veces aparece en el interior del cuerpo, la partición del universo en los puntos cardinales. Gran parte de las imágenes desarrolladas por esta cultura llegan hoy a nosotros integradas al diseño de objetos de la vida cotidiana, tales como piezas de cerámica, elementos textiles, indumentaria, etcétera. La principal temática de las imágenes está relacionada con la naturaleza, especialmente el mundo animal. En ellas se combina la estilización de las formas naturales con elementos geométricos. Generalmente estas formas encierran diferentes significaciones vinculadas a la religión y las creencias. Lamentablemente, en nuestro país se han perdido o destruido los códices que permitirían su desciframiento, ya que los conqu...
Cristina de Pizán, una feminista en la Edad Media
ResponderEliminarCristina de Pizán o Pisan, indistintamente, fue italiana de nacimiento pero francesa de adopción. De ahí la diferencia fonética de su apellido. Fue una de las primeras «feministas» de la historia, y logró, nada menos que en el siglo XIV, ser una escritora reconocida. Lo fue por vocación y por necesidad.
Una biografía medieval
Nació en el año 1364 en Venecia. Su madre siempre quiso estimular su dedicación a las tareas propias del hogar, pero ella prefería seguir los pasos de su padre. Se llamaba Tomás, y de él heredó su curiosidad intelectual y su interés por el estudio.
Su padre abandonó la tierra italiana al ser reclamado por Carlos el Sabio, el rey cristiano de Francia que quiso tenerle a su lado y que ha pasado a la historia como Carlos V de Francia. Tenía entonces Cristina cuatro años de edad.
Aquel monarca, de quien siempre guardó buen recuerdo, otorgó grandes favores a Tomás de Pizán, que fue su asesor, su médico, su astrónomo y su leal y fiel consejero. Cristina gozó, por ello, de algunos privilegios.
Fue la suya una infancia feliz, en la que pudo acceder al estudio. Su conocimiento del latín le abrió las puertas del mundo de los clásicos, y pudo acceder al campo privado de los varones ilustres: la teología, la filosofía, las ciencias.
Cristina vivía alegre, entregada a las lecturas y gozando de admiración, según relata ella misma. A los quince años (una edad habitual para la época), se casó con Etienne Castel, que era notario y secretario del rey. No fue un matrimonio pactado, como tantos otros de aquel momento. Ella le quiso sinceramente y con él tuvo tres hijos. Sin embargo, su suerte, y también la de Francia, cambió.
El rey Carlos murió en 1380, y las armas sustituyeron a los libros y los astrolabios. Su amado padre moriría pocos años más tarde cubierto de deudas. El esposo de Cristina pudo conservar su cargo, pero los sueldos de los oficiales reales se pagaban de forma muy irregular, sobre todo, en un periodo de escasez fiscal.
Poco antes de morir su padre, el marido de Cristina tuvo que acompañar al rey en un viaje. Diez días después de su partida, la peste se lo arrebató para siempre.
Sola y madre de familia(...)