La mayoría de las representaciones de avestruces muestran al macho en actitud de cortejo: el cuello erguido, las patas flexionadas y las alas bajas y semiabiertas. La línea serpenteante que sale del pico representaría el sonido que emite el macho en celo y la cruz que muchas veces aparece en el interior del cuerpo, la partición del universo en los puntos cardinales. Gran parte de las imágenes desarrolladas por esta cultura llegan hoy a nosotros integradas al diseño de objetos de la vida cotidiana, tales como piezas de cerámica, elementos textiles, indumentaria, etcétera. La principal temática de las imágenes está relacionada con la naturaleza, especialmente el mundo animal. En ellas se combina la estilización de las formas naturales con elementos geométricos. Generalmente estas formas encierran diferentes significaciones vinculadas a la religión y las creencias. Lamentablemente, en nuestro país se han perdido o destruido los códices que permitirían su desciframiento, ya que los conqu...
Fragmento de una entrevista a Cándida Hóffer, en este blog el 24 de enero de 2016
ResponderEliminar—Los motivos más destacados de su trayectoria artística son los espacios interiores y sus funciones y la arquitectura. ¿Podría hablarme de la «Psicología de la arquitectura social»?
—Me interesan, sobre todo, las relaciones visuales que hay dentro de cada espacio singular y las capas de uso visibles en dicho espacio. Si con el tiempo el conjunto de mi obra contribuye a ampliar las percepciones, eso sucedería a mis espaldas, por así decirlo.
—Sus fotografías poseen singularidades sociales, geográficas e históricas que las dotan de carácter y que contrastan con un mundo globalizado. ¿Siente nostalgia de lo perfecto en el arte, de los valores estéticos antiguos, de la pretensión de escapar a la vulgaridad...?
—Creo que, delante de las fotografías en su tamaño original (no las que se ven en un libro), lo que puede surgir, incluso en espacios con una carga histórica, es la sinceridad y la claridad. A veces también el humor del espacio, que no invita a la nostalgia sino que tan solo muestra la fuerza del presente en el espacio.
—En la serie de bibliotecas, ¿cuál es la importancia para usted de los libros siendo hija de un periodista?
—Los libros no solo son interesantes por la lectura, sino por su presencia física, sobre todo cuando están presentes en grandes cantidades. También su orden y su variedad de colores y formas me han parecido siempre visualmente atractivos.
—Acaba de inaugurar en la galería Helga de Alvear una exposición titulada «El espacio, el detalle, la imagen». ¿Podría hablarme de ella?
—Como indica el título de la exposición, bajo el denominador común de «imagen» quiero mostrar y poner en relación mi tratamiento de los grandes espacios y las obras, así como proyecciones más pequeñas, abstractas y centradas en los detalles. La primera obra que expuse en una galería (en Dusseldorf durante la década de 1970), como posiblemente recordará, fue una proyección («Turcos en Alemania»). El formato de la proyección siempre me ha interesado porque permite una dinamización de la imagen sin cruzar la frontera de –al menos para mí– un medio claramente diferenciado, la película. Sin embargo, la muestra de la galería también brinda la oportunidad de proyectar una película que no es mía, sino que trata sobre mi forma de trabajar («Espacios silenciosos», del director portugués Rui Xavier, que se proyectó el viernes en el Círculo de Bellas Artes).
—¿Se enfrenta con ilusión a su próximo proyecto? ¿Podría desvelarnos algún secreto?
—Por invitación de mi galería mexicana, acabo de pasar tres semanas en México y ahora trabajo en el material de sendas exposiciones museísticas en México y Alemania.
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