La mayoría de las representaciones de avestruces muestran al macho en actitud de cortejo: el cuello erguido, las patas flexionadas y las alas bajas y semiabiertas. La línea serpenteante que sale del pico representaría el sonido que emite el macho en celo y la cruz que muchas veces aparece en el interior del cuerpo, la partición del universo en los puntos cardinales. Gran parte de las imágenes desarrolladas por esta cultura llegan hoy a nosotros integradas al diseño de objetos de la vida cotidiana, tales como piezas de cerámica, elementos textiles, indumentaria, etcétera. La principal temática de las imágenes está relacionada con la naturaleza, especialmente el mundo animal. En ellas se combina la estilización de las formas naturales con elementos geométricos. Generalmente estas formas encierran diferentes significaciones vinculadas a la religión y las creencias. Lamentablemente, en nuestro país se han perdido o destruido los códices que permitirían su desciframiento, ya que los conqu...
ResponderEliminarNasreen Mohamedi (Karachi, 1937- Baroda, 1990) fue una artista «de culto, semisecreta» y muy del gusto de Manuel Borja-Villel. Cuando la descubrió, el director de Museo Reina Sofía impulsó una investigación sobre esta «exquisita creadora a contracorriente» consagrada como una figura de la abstracción en la India, un país sin tradición en este campo y donde es insólita la dedicación de una mujer a la creación plástica. Fruto de la pesquisa de Borja-Villel es la muestra 'La espera forma parte de una vida intensa' con la que el museo español abre temporada y se apunta otro tanto en el concierto internacional.
El proyecto del Borja-Villel suscitó la atención de Metropolitan Museum de Nueva York que coorganiza la muestra de Mohamedi con la que inaugurará su nuevo edificio -el MET Breuer, la antigua sede del Whitney- en marzo de 2016. Allí se verán las 216 obras que acoge hasta enero el museo español: dibujos en tinta y grafito en su mayoría, fotos, acuarelas, óleos y collages «que no tienen que ver con ningún minimalismo ortodoxo», según Borja-Villel.
Es la retrospectiva más completa realizada nunca en torno a la obra de la singular artista india que, alejándose del colorista arte hindú, fue una de las primeras artistas indias que abrazó la abstracción. Un estilo marginado entonces en la India independiente, dominada por el realismo académico y la estética antropomorfa impuestas en la época colonial, y desde donde evolucionó hacia una depuración geométrica «intima, sutil, y extraordinaria», según Borja-Villel. «Su trayectoria, marcada por el rigor de la autodisciplina y el autocontrol, nos lleva a una visión personal articulada en torno a una estética parca y el uso de unos medios sobrios», explica la comisaria de la muestra, Roobina Karode.
Influenciada por Paul Klee o Kandinsky, la obra de Mohamedi bebe también del arte asiático, indio, musulmán o japonés. Sus obras se exhiben en orden cronológico, desde finales de los 50 a principios de los 80, con especial atención a los años 70 cuando la enfermedad de Huntington mermó su capacidad motriz. Abandonó entonces las manchas para trabajar ayudándose con instrumentos de dibujo de precisión en un viaje a una geometría lineal precisa y pautada.www.laverdad.es