La mayoría de las representaciones de avestruces muestran al macho en actitud de cortejo: el cuello erguido, las patas flexionadas y las alas bajas y semiabiertas. La línea serpenteante que sale del pico representaría el sonido que emite el macho en celo y la cruz que muchas veces aparece en el interior del cuerpo, la partición del universo en los puntos cardinales. Gran parte de las imágenes desarrolladas por esta cultura llegan hoy a nosotros integradas al diseño de objetos de la vida cotidiana, tales como piezas de cerámica, elementos textiles, indumentaria, etcétera. La principal temática de las imágenes está relacionada con la naturaleza, especialmente el mundo animal. En ellas se combina la estilización de las formas naturales con elementos geométricos. Generalmente estas formas encierran diferentes significaciones vinculadas a la religión y las creencias. Lamentablemente, en nuestro país se han perdido o destruido los códices que permitirían su desciframiento, ya que los conqu...
Sí, las imágenes son oníricas, con algo del hombre primitivo, por momentos aparecen feroces, pero, de pronto aparece una ternura y un rostro conocido que nos mira,un rasgo de sujeto humano.
ResponderEliminarAlgo parecido a lo siniestro; lo familiar se volvió de pronto, extraño, irreconocible, como un signo particular de ese registro real, que en definitiva puede aparecer como una desfiguración excesiva de la realidad, como en los sueños.
"El terror real es una estúpida máscara que ríe, y no el rostro distorsionado y sufriente que oculta".
Si concebimos lo real, como "mueca" de la realidad. Lacan en "Televisión" habla de "la mueca de lo real"
Es semejante a la experiencia del niño, si nos ponemos una máscara en su presencia, se horroriza aunque sabe que debajo está nuestro rostro de siempre, como si hubiera un mal indecible en la propia máscara.
El fragmento de real que circula de un sujeto a otro, el objeto de intercambio no especularizable, garantizando el intercambio simbólico entre la obra y el espectador.Soy mirada.
Encontramos el tema de la subjetivación de un cyborg en Bladerrunner, de Ridley Scott, donde la novia androide del protagonista "se convierte en sujeto" al (re)inventar su historia personal.