La mayoría de las representaciones de avestruces muestran al macho en actitud de cortejo: el cuello erguido, las patas flexionadas y las alas bajas y semiabiertas. La línea serpenteante que sale del pico representaría el sonido que emite el macho en celo y la cruz que muchas veces aparece en el interior del cuerpo, la partición del universo en los puntos cardinales. Gran parte de las imágenes desarrolladas por esta cultura llegan hoy a nosotros integradas al diseño de objetos de la vida cotidiana, tales como piezas de cerámica, elementos textiles, indumentaria, etcétera. La principal temática de las imágenes está relacionada con la naturaleza, especialmente el mundo animal. En ellas se combina la estilización de las formas naturales con elementos geométricos. Generalmente estas formas encierran diferentes significaciones vinculadas a la religión y las creencias. Lamentablemente, en nuestro país se han perdido o destruido los códices que permitirían su desciframiento, ya que los conqu...
Utagawa Kuniyoshi
ResponderEliminarOnodera Juni, preparando el jigai, de la obra Seichu gishin den.
Utagawa Kuniyoshi (歌川国芳?) (1797 – 1861) fue uno de los últimos maestros japoneses de la técnica del ukiyo-e en la impresión xilográfica y pertenecía a la escuela Utagawa.
Kuniyoshi nació en 1797, siendo hijo de un tintorero de seda y con el nombre original de Yoshisaburō. Al parecer ayudó a su padre en su negocio y se sugiere que esta experiencia influyó en sus diseños textiles y en el uso del color en sus impresiones. Se dice que a la edad de siete u ocho años Kuniyoshi quedó impresionado por la vista de impresos sobre guerreros y los artesanos y plebeyos, lo que marcó su evolución posterior.
Yoshisaburō demostró sus habilidades en el dibujo a la edad de doce años, atrayendo la atención del impresor Utagawa Toyokuni. Entró oficialmente en el estudio de Toyokuni en 1811 y se convirtió en uno de sus pupilos principales. Permaneció como aprendiz hasta 1814, cuando cambia su nombre por el nombre de Kuniyoshi y pasa a ser artista independiente. Durante ese año realizó su primera obra, las ilustraciones para kusazoshi gōkan Gobuji Chūshingura, una parodia de la historia original de Chūshingura. Entre 1815 y 1815, Kuniyoshi creó ilustraciones para libros para yomihon, kokkeibon, gokan y hanashibon, e imprimió de forma independiente sus dibujos sobre actores y guerreros.
A pesar de su comienzo prometedor, Kuniyoshi fue incapaz de crear muchas obras entre 1818 y 1827, debido probablemente a la falta de encargos de los editores y la competencia dentro de la escuela Utagawa. Sin embargo, durante ese periodo, realizó impresiones de mujeres bijinga y experimentó con patrones textiles y efectos de luz y sombra del arte occidental, aunque sus intentos mostraban más imitación que compresión real de esos principios.
Su situación económica se volvió insostenible y tuvo que empezar a vender tatamis usados. Durante los años 1820, Kuniyoshi realizó trípticos heroicos donde se mostraban las primeras señales de un estilo propio. En 1827, recibió su primer encargo importante para la serie Tūszoku Suikoden gōketsu hyakuhachinin no hitori, que estaba basada en un cuento popular chino, el Shuihu zhuan. En esta serie, Kuniyoshi dibujó héroes en solitario en hojas individuales, ilustrando los tatuajes de sus personajes, una novedad que influenciaría la moda de Edo. La serie Suikoden llegó a ser muy popular en Edo y se incrementó la demanda de impresiones de guerreros de Kuniyoshi, consiguiendo entrar en círculos literarios y de ukiyo-e.
Oniwakamaru mata a una carpa gigante.
Kuniyoshi continuó con sus impresiones de guerreros, dibujando sus personajes en cuentos de guerra como Heikei monogatari y Genpei seisuki. Sus dibujos eran únicos donde añadía, además de la figura del héroe, sueños, apariciones de fantasmas, presagios y habilidades sobrehumanas. Este tema está incluido en sus trabajos Taira Tomomori borei no zu y el tríptico Gōjō no bashi no zu de 1839.
Durante las reformas Tempō de 1841 a 1843, se prohibieron oficialmente la ilustraciones de cortesanas y actores en el ukiyo-e y ello pudo haber influido en la producción de caricaturas (giga-e) de Kuniyoshi, que se utilizaban para disfrazar a actores y cortesanas reales. También servían como críticas simbólicas y humorísticas al Shogunato y se convirtieron en populares entre el público insatisfecho por la política.
Durante la década que siguió a las reformas, Kuniyoshi creó impresiones de paisajes (fūkeiga), que estaban fuera de la censura y satisfacían el aumento de popularidad en el viaje personal. Entre sus obras destacan Sankai meisan zukushi, que incorporaba el uso de sombra y perspectiva occidentales y Tôto meisho que influenciaron al Fujaku sanjurokkei de Hokusai. También durante esa época, creó obras sobre la naturaleza, como animales, aves y peces, en que mimetizaba la tradición japonesa y la pintura china.
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