La mayoría de las representaciones de avestruces muestran al macho en actitud de cortejo: el cuello erguido, las patas flexionadas y las alas bajas y semiabiertas. La línea serpenteante que sale del pico representaría el sonido que emite el macho en celo y la cruz que muchas veces aparece en el interior del cuerpo, la partición del universo en los puntos cardinales. Gran parte de las imágenes desarrolladas por esta cultura llegan hoy a nosotros integradas al diseño de objetos de la vida cotidiana, tales como piezas de cerámica, elementos textiles, indumentaria, etcétera. La principal temática de las imágenes está relacionada con la naturaleza, especialmente el mundo animal. En ellas se combina la estilización de las formas naturales con elementos geométricos. Generalmente estas formas encierran diferentes significaciones vinculadas a la religión y las creencias. Lamentablemente, en nuestro país se han perdido o destruido los códices que permitirían su desciframiento, ya que los conqu...
Vivieron juntos, trabajaron juntos y están enterrados en la misma tumba del cementerio Père Lachaise. El túmulo funerario original, era, como ellos hubiesen deseado, alegórico (un león solar, una antorcha purificadora…). Lo han sustituido por una tosca columna de mármol con un capitel que codicia sin fortuna la apariencia de una urna.
ResponderEliminarMurieron con dos años de diferencia. Ella en 1821, a los 46. Él en 1823, a los 65.
Ambos fueron artistas elegidos por Napoleón para frecuentar la corte imperial y recibir encargos (el diseño de una cuna para el infante, un retrato de la emperatriz…), y el Empereur des Français, para evitarles la contingencia de los inquilinatos, también les pagaba sendos alojamientos en la Sorbona.
La historia no ha sido ecuánime con la mujer, que también es sujeto común de relegación en el mundo del arte, no por refinado menos dado a la discrimación.
Casi todos sabemos quién era Pierre-Paul Proud’hon: uno de los trece hijos de un menesteroso cantero que conquistó a los parisinos con cuadros exuberantes y sensuales dibujos. Pocos saben que muchas de las obras habían sido atribuidas falsamente a Proud’hon cuando eran de su amante y alumna Constance Mayer.
The Sleep of Venus and Cupid (Constance Mayer, 1906)
The Sleep of Venus and Cupid (Constance Mayer, 1906)
Todavía hoy se alienta la sospecha y se difunde el oprobio. La obra de la izquierda, una de las más conocidas de Mayer, es de la Wallace Collection inglesa, que anota desde su web que la “idea inicial del cuadro” es de Prud’hon, que “dejó la ejecución a su alumna y querida”, la cual se limitó a “imitar deliberadamente el estilo de su amante”.
Los prejuicios no han cambiado en doscientos años. En 1812, cuando Mayer presentó en público el cuadro L’amour séduit l’innocence le plaisir l’entraîne le repentir suit, un crítico escribió: “Una mujer debe limitar sus actos a pintar unas flores o a dibujar sobre el lienzo los rasgos de sus queridos padres. Ir más lejos, ¿no es mostrar una naturaleza rebelde? ¿No es violar las leyes de la decencia?”.
Autorretrato - Constance Mayer
Autorretrato – Constance Mayer
Los pormenores de la historia de la pareja merecen una ópera de calado dramático. Vivían y trabajaban juntos desde 1808, pero Proud’hon estaba casado con una mujer que convalecía, desde cinco años antes, en un sanatorio mental. El matrimonio tenía cinco hijos.
En mayo de 1821, desde el lecho de muerte, la esposa hizo prometer al marido que jamás volvería a casarse y el artista, acaso obligado por fidelidad mortuoria o por piedad hacia la tranquilidad de la enferma en el más allá, accedió al juramento. Cuando Mayer supo de la noticia, se cortó la yugular con la navaja barbera del amante. Él, consternado, sólo la sobrevivió dos años.
Tras la muerte de Proud’hon, sus hijos borraron las huellas de Mayer, que no tenía herederos. Lo hicieron textualmente: suprimieron la firma de la mujer de los cuadros y los colocaron en el mercado atribuyéndolos a Proud’hon.
La similitud de estilos —la pareja de artistas trabajaba en hermandad, en ocasiones uno terminaba el óleo que había empezado el otro— y la segregación femenina hicieron el resto: Constance Mayer se convirtió en un fantasma.
Ánxel Grove
blogs.20minutos.es
La Sra Macel eligió dar la Bienal del León de Oro por toda su carrera a la pionera feminista artista rendimiento Carolee Schneemann , cuyo trabajo - incluyendo a su bacanal 1964 de vídeo, “Carne alegría” - empuja el límite entre la danza y las artes visuales. “Quería honrar a alguien que ha cambiado la definición de artista”, dijo Macel.
ResponderEliminarChristine Macel, otorga el León de Oro de la Bienal de Venecia, a una artista feminista. Una lectura interesante por el contraste entre el arte de una mujer en el siglo xix y el actual.
No hay progreso, siempre algo se pierde. Aunque, luego de muchas luchas las mujeres van encontrando otro espacio para el desarrollo de sus talentos Destaca la curadora la valentía de esta artista. Rasgo que pretende luchar contra la segregación femenina en todos los ámbitos. No aceptar ni la elevación del tono de voz al dirigirse a una mujer, para no llegar a la situación actual en la que en Argentina cada 30 horas se elimina una mujer.