sábado, 3 de noviembre de 2018

EL SUJETO COMO TAL ES SIEMPRE UN EXTRANJER

"Hacia el Foro de Roma"- 24 de febrero de 2018- "Lo extranjero"
EL SUJETO COMO TAL ES SIEMPRE UN EXTRANJERO por Marga Auré
Es una idea muy fuerte pensar la fraternidad fundada sobre el rechazo
Si el odio no recubre la pulsión de muerte, es sin embargo una de sus manifestaciones más importantes. ¿Qué es lo que el psicoanálisis permite comprender sobre la segregación? ¿Como puede el psicoanálisis aclararnos algo sobre el funcionamiento del odio y de la pulsión de muerte? ¿Qué lógica acompaña al odio de sí mismo? ¿Es diferente del odio de sí mismo del odio hacia el hermano, del odio al padre?
En la concepción freudiana del Eros universalista y unificador, el odio no es un obstáculo, ya que el lazo social se crea por la fuerza de la identificación al líder. El odio para Freud no deshace alianzas, al contrario, puede crearlas y puede robustecerlas. Un grupo de hombres puede constituirse en armada asesina siguiendo a su jefe. Freud era muy pesimista ya que tenía la certeza del carácter irreductible de la pulsión de muerte.
El lazo social no se funda para Lacan en la identificación al jefe sino más bien en un rechazo y más concretamente en un rechazo pulsional. Se trata del rechazo de un modo de gozar que le sea al sujeto extraño al modo propio, a él mismo, a su modo propio de gozar. Nos molestan muy a menudo los otros y sus particulares y distintas a las nuestra maneras de gozar. El Otro en psicoanálisis es el inmigrante, inmigrante en tanto que inmigrante o extranjero en tanto en cuanto esta diferencia se refiere al goce. Lacan dice que “no conoce sino un solo origen a la fraternidad- la fraternidad humana- y es la segregación”i. Es muy fuerte pensar que la fraternidad está fundada para Lacan en el rechazo.
El odio no es imaginario como la agresividad sino real ya que apunta al ser del otro, y además más allá de su muerte o exterminación. El odio puede ex -sistir más allá de la muerte y del asesinato del otro. No hay salida y este es el drama. Hay un irreductible del odio incluso en el amor. Lacan incita a pensar que no se conoce amor sin odio e introduce el término de “odioamoramiento”. Para Lacan no se trata de una confrontación del Eros contra el Tanatos sino la presencia exigente de la pulsión de muerte inquebrantable, superyóica, que viene siempre en el mismo lugar. No hay barrera contra la pulsión de muerte y el odio ya que son en buena parte no dialectizables. “En el odio, hay una constante, un núcleo duro, indestructible, resistente a toda tentativa de dialéctica, fuera del alcance del significante, que designa su real”ii.
El odio al otro es a menudo el tratamiento del odio a sí mismo. ¿Como explicar sino ese odio de sí que puede llegar a manifestarse en la fascinación por la propia muerte? Podemos plantearlo del lado del rechazo del Otro que uno porta en sí mismo. Cuando Lacan conceptualiza el inconsciente lo hace articulándolo al Otro que cada uno porta dentro de sí mismo. Es el inconsciente, quien tiene un saber oculto y extraño que se manifiesta en los lapsus, en los olvidos, en los sueños, en las angustias, pero también en los síntomas. El sujeto padece y rechaza su propio síntoma como aquello que le es lo más extraño que tiene dentro de sí mismo. El síntoma es lo más íntimo del sujeto, pero también es lo más extraño, extimo. El rechazo del síntoma que siempre porta en él un modo de gozar -en el sentido del más allá del placer- de sufrimiento que le es inexplicable, propio, pero vivido en la más radical alteridad de sí. El odio de sí mismo porta la traza de ese rechazo del sujeto hacia el Otro que uno porta en sí mismo. Podemos decir por ello que el psicoanálisis se ocupa del lado más oscuro de uno mismo, del lado de lo que el propio sujeto rechaza. Es la esencia del inconsciente ese rechazo, la puesta de lado que supone la represión.
Perspectiva ética del Psicoanálisis
El trayecto analítico nos invita a introducir una perspectiva ética que incluya la irreductibilidad de la pulsión de muerte y la asunción de la responsabilidad que tiene el sujeto de la parte de oscuridad que porta en él. Si contemplamos el psicoanálisis desde esta perspectiva ética podemos tener la esperanza de que operando un cambio subjetivo en el individuo podemos pensar que un impacto social es posible con una incidencia en el real en juego. La perspectiva ética del psicoanálisis comporta entonces una implicación política. Un análisis produce un saber sobre sí mismo y salir de la ignorancia. “Tu puedes saber” es la vía de apertura que brinda el psicoanálisis. “Tu puedes saber” algo de tu oscura forma de gozar de la que solo tú puedes poder responder. “Tu puedes saber” que tienes algo que ver con que lo que te ocurre y acontece. “Tu puedes saber” algo sobre lo que tú tienes en ti mismo que tanto rechazas. Esto puede ser evidentemente una respuesta, un despertar y además una elección política. Esta elección política conduce a la transmisión del psicoanálisis lacaniano para interpretar el malestar de la civilización, para advertir de sus impases y para pasar a la acción, pero una acción en el mundo a través de nuestros principios analíticos y con las consecuencias de lo que nos enseña un psicoanálisis.
Querría terminar con una citación de Jacques Alain Miller que me parece poder condensar nuestra problemática en la más actual modernidad y en conexión con la experiencia psicoanalítica que viene cristalizada con el significante de la “inmigración”. Se trata de su curso del 27 noviembre 1985 titulado « Extimité » :
“Hablando de la extimidad, del Otro de dentro, nos preguntamos sobre la cuestión de la emigración. Es un tema relativamente reciente. Es contemporáneo, parece ser de la revolución industrial (…) Establecerse en un país extranjero se ha extendido a una escala de masas. Es un hecho nuevo. Un hecho moderno.
Pero, ser un emigrante, es también, digámoslo, el estatuto mismo del sujeto en el psicoanálisis. El sujeto como tal es un emigrante- el sujeto tal y como lo definimos desde su lugar en el Otro. (…) No hay más otro en sí mismo que en el Otro. Para el sujeto, ese país extranjero es su país natal. (…) Este estatuto de emigrante pone en cuestión el circulo de la identidad del sujeto. Eso le empuja a buscar a través de los grupos, a través de los pueblos y las naciones (su identidad). Es ahí donde debe uno preguntarse lo que hace que el Otro es el Otro, y cuál es la raíz de su alteridad (…)¿Quien es el Otro del Otro? Ustedes saben que Lacan se ha hecho la pregunta. Y además le ha dado diversas respuestas, la más evidente siendo que el Otro del Otro es el sujeto”.
Un psicoanálisis nos permite esperar poder saber algo de esta parte oscura en nosotros mismos que llamamos inconsciente. Es la parte rechazada y reprimida del sujeto que Miller llama aquí “inmigrante”.
i J. Lacan, Séminaire 11/03/1970, Sem XVII, L’envers de la psychanalyse, p.132.
ii J.A. Miller, cours Extimité le 27/11/85.
www.facebook.com

7 comentarios:

  1. El odio al otro, porque me rechaza es mi propio rechazo. mi negritud, me molesta primero a mí. el FREMDEN, lo llamaba Freud. el extranjero, el turista dice en algunas traducciones. Seguiré con este tema...
    GRACIAS A LA PUBLICACIÓN DE MARGA AURÉ, ENFOCA MUY BIEN ESTA CUESTIÓN- GRACIAS POR PERMITIR SU DIFUSIÓN.

    ResponderEliminar
  2. Obra de François Rude, conocida como la Partida de los Voluntarios de 1792 o La Marsellesa, construida entre 1832 - 1836.

    Altorelieve del Arco de triunfo de la plaza de l'Étoile en París. Dimensiones 12,70 x 7,92 m. Estilo romántico.

    La escultura romántica sigue unos postulados muy parecidos a la pintura, pero nunca alcanzó su explendor ni su riqueza compositiva. No tuvo genios como Goya o Delacroix, pero si tuvo un amplio campo de realizaciones en París y en general en la Francia del período post-napoleónico.

    El planteamiento de este relieve tiene como origen, el momento en que la legitimidad del poder constitucional surgido de la revolución de 1830 parecia muy frágil. Por esto se estableció un programa iconográfico de decoración de las bases del arco de triunfo de l'Étoile. Se pretendía ver inscritas cuatro fechas fundamentales de la historia de Francia, que pudieran evocar, cuatro momentos básicos de la unidad nacional.

    Estamos pues ante una obra cláramente propagandística y política. El primer acontecimiento escogido fue La partida de los voluntarios de 1792 que reproducía de una forma parecida las jornadas de lucha de 1830, con una iconografía común, el sacrificio colectivo del pueblo a causa de la libertad de la Nación.

    En 1832 se realizan por parte de François Rude los primeros bocetos. La composición tiene un carácter de grandeza épica, y está dividida en dos registros superpuestos: el inferior donde está el pueblo, heroico, con clara voluntad de lucha, y el superior donde podemos ver una alegoría femenina alada sobre un fondo de tela. El movimiento teatral y paroxístico contribuye a dar unidad y dinamismo a la composición. La mujer, considerada como una representación del genio de la guerra, tiene la boca abierta, en una clara alusión a la llamada a las armas al pueblo. Personifica también el famoso canto de guerra del ejército, escrito por Rouget de Lisle en 1792, la famosa Marsellesa, que fue adoptado como himno nacional de Francia, el 14 de julio de 1795.

    es.wikipedia.org

    ResponderEliminar
  3. 1812 recibió el Premio de Roma.

    Apuntes de su vida
    Nació el 4 de enero de 1784 en Dijon y trabajó en el negocio de su padre hasta los dieciséis años, recibiendo a la vez entrenamiento en dibujo de François Devosges. Después matriculó en la Escuela Real de Dibujo de Dijon y luego se transfirió para París en 1809, estudiando con Pierre Cartellier. En 1812 recibió el Premio de Roma por su obra Aristeo deplorando la pérdida de su abejas . En el segundo restablecimiento de los Bourbon se retiró para Bruselas, trabajando para el arquitecto Charles van der Straeten, produciendo relieves, hoy perdidos, para el palacio de Tervuren.

    En Bruselas se casó con Sophie Freiniet, hija de un bonapartista a quién debía muchos favores, pero aprovechó una oportunidad de volver París, exponiendo las obras Mercúrio colocando sus sandálias y una estatua de la Virgen Maria para la Iglesia de Saint-Gervais, que fueron recibidas favorablemente. De regreso a París, realizó estatuas, bustos, monumentos, esculturas de tema mitológico y relieves.

    Fue maestro de Jean Baptiste Carpeaux

    Principales obras
    Se le ofreció colaborar en las obras del Arco del Triunfo y para dicho monumento esculpió el trofeo de la derecha, que mira hacia París y representa la Marcha de los voluntarios de 1792. Este grupo constituye una obra maestra por su carácter enérgico, su movimiento y su gracia, siendo una de las mejores producciones de la moderna escultura francesa.

    De sus otras obras se pueden destacar el busto de Gaspar Monge (en el que el autor demuestra una gran penetración psicológica), el sepulcro del general Cavaignac (de 1847, donde resucita el tema medieval del yacente) y Napoleón despertando a la inmortalidad que, con sus formas rígidas, el rigor del modelado y los pliegues un tanto quebrados, deja traslucir la herencia borgoñesa del artista.

    Otras de sus obras son las estatuas Joana d'Arc (1852), y Hebe y el águila de Júpiter, Amor triunfante y Cristo en la cruz, estas exhibidas en el Salón de París de 1857, después de su muerte.


    Napoleón despertando a la inmortalidad



    Busto de Gaspar Monge



    Estatua de Juana de Arco



    Hebe y el águila de Júpiter www.ecured.cu

    ResponderEliminar
  4. miércoles, 22 de junio de 2011
    ENTREVISTA A SIGMUND FREUD-1918
    Conversación con el profesor Freud
    Por Zsofía Denes. EN ESTE BLOG.

    ResponderEliminar
  5. No puedo conseguir nada","todo me sale mal",la inútil espera de satisfacción,los celos,los ;la primera flor de la vida sexual,todo se fue a pique,nunca podrá ser captado del todo como efecto de la Urverdrángung Al.Represión originaria,sólo volverá en trazos irreconocibles,porque la experiencia de satisfacción tal como Freud la describe en la Interpretación de los Sueños,se construye sobre el hiato entre la huella de satisfacción y la satisfacción.Hablar de recuperar el estado anterior sería hablar de anular la hiancia.El artista en esta obra,logra que su personaje pueda recordar todo aún lo que se fue a pique.Esto de "el memorioso"así lo testimonia.Lo Unnerkant (lo no reconocido), se halla velado por los sueños, los olvidos, los equívocos, los síntomas y los fantasmas.De entrada nos encontramos sumergidos en un baño que implica la existencia del orden simbólico, el personaje, parece un Real que no accedió a la simbolización. Padece de lo Real.

    EN ESTE BLOG.
    SOMOS EXTRANJEROS PARA NOSOTROS MISMOS.

    ResponderEliminar
  6. miércoles, 24 de agosto de 2011
    FUNES EL MEMORIOSO-SÍNTESIS

    Funes El Memorioso
    (Artificios, 1944;
    Ficciones, 1944)EN ESTE BLOG.

    ResponderEliminar
  7. Mi literatura es totalmente realista y apasionada. Yo lo que trato es de escarbar a fondo en mi propio pensamiento, de ver más allá de lo que yo misma creo estar viendo porque si no, sería una simple narradora de anécdotas, una narradora de historias, y creo que la literatura tiene que ir más allá de eso. Tiene que develar secretos, siempre tratar de decir lo inefable, porque hablar de lo que se puede hablar… ¿qué sentido tiene eso?

    Luisa Valenzuela

    OTRO
    (cuento)
    Luisa Valenzuela (Argentina, 1938)
    Ella va caminando por el parque, su pelo al viento, cuando aparece el otro surgido de la nada. Un muchachito con idénticos pantalones negros y la cara totalmente pintada de blanco, una máscara sobre la cual de manera inexplicable se sobreimprime la máscara de ella: sus mismas cejas elevadas, sus ojos azorados. Ella sonríe con timidez y él le devuelve exactamente la misma sonrisa en un juego de espejos. Ella mueve la mano derecha y él mueve la izquierda, ella da un paso amplio y él da el mismo paso, el mismo modo de andar, los idénticos gestos, las cadencias.


    Empieza el juego de proyectos, proyecciones. Fantasías como la de lavarle la cara al otro y encontrar tras la pintura blanca la propia cara. O acoplarse con él como una forma un poco torpe de completarse a sí misma. O dejarlo partir y quedarse sin sombra.

    Vanos proyectos mientras el otro la va siguiendo por el parque, reflejando cada uno de sus gestos. Adentrándose cada vez más en la espesura a dos pasos de distancia. Las mismas expresiones. Hasta que él cruza, sin avisar, sin proponérselo, el abismo separador de los dos pasos y ocupa el lugar de ella. Para siempre.

    BREVS. Microrrelatos completos hasta hoy, Córdoba (Argentina), Alción, pág. 30, 2004.

    ….

    Mario Benedetti también aborda el tema del doble en el cuento “El otro yo”.

    ResponderEliminar