CULTURA VICÚS-PERÚ Y ETAPA CHAVIN
http://es.wikipedia.org/wiki/Cultura_Vic%C3%BAs http://www.historiacultural.com/2009/04/la-cultura-vicus-intermedio-temprano.html La cultura Vicús, tiene tres etapas: Etapa Chavín/ Etapa de desarrollo original/ Etapa de influencia Mochica- Textil Chimú textil Chimú news.bbc.co.uk Vestimenta ceremonial de un niño de la nobleza: corona, unku)camisa) con diseño de cruz andina. Cetro con plumas y zapatos con adornos de plata. news.bbc.co.uk
martes, 20 de diciembre de 2011
ResponderEliminarDAVID LYNCH-CLUB SILENCIO-EN PARÍS
EN ESTE BLOG.
domingo, 11 de diciembre de 2011
ResponderEliminarFUNDACIÓN DAVID LYNCH DE AMÉRICA LATINA-EN 19 PAÍSES
La Fundación David Lynch se Presenta en Argentina
Comunicado de Prensa, Buenos Aires,
11 Noviembre de 2010
Por Fundación David Lynch de América Latina. EN ESTE BLOG.
lunes, 8 de agosto de 2011
ResponderEliminarLO OMINOSO (1919 ) SIGMUNDO FREUD
Lo ominoso (1919)
Sigmund Freud
I.
Es muy raro que el psicoanalista se sienta proclive a indagaciones estéticas, por más que a la estética no se la circunscriba a la ciencia de lo bello, sino que se la designe como doctrina de las cualidades de nuestro sentir. El psicoanalista trabaja en otros estratos de la vida anímica y tiene poco que ver con esas mociones de sentimiento amortiguadas, de meta inhibida, tributarias de muchísimas constelaciones concomitantes, que constituyen casi siempre el material de la estética. Sin embargo, aquí y allí sucede que deba interesarse por un ámbito determinado de la estética, pero en tal caso suele tratarse de uno marginal, descuidado por la bibliografía especializada en la materia.
Uno de ellos es el de lo «ominoso». No hay duda de que pertenece al orden de lo terrorífico, de lo que excita angustia y horror; y es igualmente cierto que esta-palabra no siempre se usa en un sentido que se pueda definir de manera tajante. Pero es lícito esperar que una palabra-concepto particular contenga un núcleo que justifique su empleo. Uno querría conocer ese núcleo, que acaso permita diferenciar algo «ominoso» dentro de lo angustioso.
Ahora bien, sobre esto hallamos poco y nada en las prolijas exposiciones de la estética, que en general prefieren ocuparse de las variedades del sentimiento ante lo bello, grandioso, atractivo (vale decir, positivo), de sus condiciones y los asuntos que lo provocan, y no de lo contrastante, repulsivo, penoso. Del lado de la bibliografía médico-psicológica, sólo conozco el trabajo de E. Jentsch (1906), rico pero no exhaustivo. Por lo demás, debo confesar que por razones fáciles de colegir, propias de esta época, para este pequeño ensayo no he examinado a fondo la bibliografía, en particular la de lengua extranjera, y por eso no sustento ante el lector ninguna pretensión de prioridad.
Jentsch destaca con pleno derecho, como una dificultad para el estudio de lo ominoso, que diferentes personas muestran muy diversos grados de sensibilidad ante esta cualidad del sentimiento. Y en verdad, el autor de este nuevo ensayo tiene que revelar su particular embotamiento en esta materia, donde lo indicado sería poseer una mayor agudeza sensitiva. Hace ya largo tiempo que no vivencia ni tiene noticia de nada que le provocase la impresión de lo ominoso, y por eso se ve precisado ante todo a meterse dentro de ese sentimiento, a despertar su posibilidad dentro de sí. Por cierto que también en muchos otros ámbitos de la estética hay grandes dificultades de esta índole; mas no por ello desesperaremos de encontrar casos en que ese discutible carácter sea aceptado sin vacilar por la mayoríA(...) COMPLETO EN ESTE BLOG.