HA MUERTO JEAN STAROBINSKI A LOS 98 AÑOS
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Jean Starobinski, excepcional historiador de ideas, "hombre honesto" europeo, está muerto.
Por Alexandra Yeh
Era un hombre de conocimientos excepcionales, un especialista en Rousseau y Diderot, psicoanálisis o semiótica, también un médico ... Jean Starobinski le Genevois, quien falleció el 4 de marzo de 2019, era a menudo el invitado de los programas de Cultura de Francia.
El poeta y filósofo Martin Rueff dice de él que fue "el mayor crítico literario de la lengua francesa en el siglo XX". Su inmenso conocimiento, en varias áreas de conocimiento e ideas, compartió hasta su muerte en marzo de 2019, a la edad de 98 años.
Nacido en 1920, Jean Starobinski creció en Ginebra en una familia de origen polaco establecida en Suiza desde 1913. Apasionado tanto por las humanidades como por las ciencias, realizó estudios en medicina y letras clásicas y trabajó durante varios años como pasante. En medicina y psiquiatría, antes de partir a la Universidad de Baltimore donde enseña crítica literaria.
De sus dos pasiones, ninguna nunca tomará el predominio: toda su vida, Jean Starobinski se dedicó a su vez a sus obras literarias y científicas sin renunciar nunca a una u otra. Así, a su regreso a Ginebra en 1958, publicó una tesis de cartas sobre Jean-Jacques Rousseau, titulada Jean-Jacques Rousseau: Transparencia y obstáculo y luego una tesis de medicina, Historia de Tratamiento de la melancolía, desde los orígenes hasta 1900 , en 1960.
Medicina y literatura
Se convirtió en profesor en la Universidad de Ginebra y enseña historia de las ideas y la medicina en la universidad. Poco a poco, se especializó en análisis crítico con la versatilidad que lo caracteriza, escribiendo libros que se notaron en el campo de la crítica literaria tanto como crítica filosófica, musical o artística. Conocedor de la Ilustración, publicó varias obras de referencia sobre las obras de Rousseau, Diderot o incluso Voltaire.
Poco vale decir que Jean Starobinski ha marcado la historia intelectual del siglo XX: miembro de la Academia de Ciencias Morales y Políticas (Institut de France) y varias otras academias europeas y americanas, ha recibido muchos premios, entre ellos: el premio Pierre de Régnier de la Académie française en 1972, el premio Balzan en 1984, otorgado a los críticos literarios más prestigiosos, o el Gran Premio de la Francofonía en 1998. Entre sus libros importantes se encuentran Jean-Jacques Rousseau : Transparencia y Obstáculo (Plon, 1957), 1789: Los emblemas de la razón (Flammarion, 1973), La tinta de la melancolía (Umbral, 2012), o La belleza del mundo - Literatura y las artes ( Gallimard, 2016).
En 2014, volvió a su vida y su carrera intelectual en el micrófono Hors-champs. Habló de los autores que lo habían acompañado, Montaigne, Rousseau, Jouve o Bachelard:
Cuando dejé la universidad, comencé a tomar los cursos que conducían a la Licenciatura en Artes, con el plan de continuar, tal vez, y lo hice, en el aspecto médico si la licencia me dejaba sin un trabajo específico. Y recuerdo haber hablado en latín sobre los autores que Virgil siguió en la sexta canción de la Eneida. Me había vuelto bastante ágil en el manejo del latín. (...) Me encantó la ciencia de la antigüedad, la forma en que los maestros la enseñaron ...
Regreso a Baudelaire y me parece que lo leí un poco diferente de mis lecturas de juventud. Y todavía me siento en deuda con Baudelaire. Porque en el fondo nunca escribí realmente un texto sobre Baudelaire, a pesar de su participación en "El retrato del artista en acróbata". Tengo tantas cosas que decir que puedo dejar todo a un lado y pasar una temporada solo con Baudelaire ...
En la cultura todavía algo aristocrática, que era la de la clase media alta de los tiempos modernos, los estereotipos existían pero no dominaban. Tengo la impresión de que, a pesar del deseo de innovación que se está desarrollando en el sistema de imágenes que se está desarrollando en la actualidad, los estereotipos tienden a abundar. Es un peligro porque mecaniza, en cierto modo, las relaciones humanas.
En 2013, dio la bienvenida al espectáculo Carnet Nomade en su casa en Ginebra y volvió una vez más a su incansable placer como lector, que nunca dejaría de caminar en el jardín de la literatura:
Adquirí libros de acuerdo con mis deseos y necesidades, sin ser un verdadero coleccionista. (...) En mis intereses literarios, pasé de un gran amor por la poesía a un gran amor por la historia de las ideas.
Placeres del lector
En 1985, el espectáculo Le Bon Plaisir representó a Jean Starobinski, quien acababa de dejar la Universidad de Ginebra. El historiador de las ideas relató su relación con la lectura.
escuchar
01:01
Jean Starobinski (El buen placer, 28/09/1985)
Nací en Ginebra esta es mi ciudad natal. Mis padres vinieron de Polonia, de Europa del Este. Soy un niño de la ciudad de Ginebra.
Llega un momento en que uno no puede elegir sus lecturas. Como a uno le gustaría, en completa libertad. Desde el momento en que uno enseña, muy paradójicamente, existe la elección que uno hizo de un tema, los trabajos de los estudiantes y que circunscribe el campo de las lecturas, uno no puede vagar más, para hacer la escuela. Tal como antes, tal vez más tarde. Durante años he organizado mi lectura en torno a mi trabajo personal, es un gran placer, en torno a mis cursos, también es un gran placer. Pero esto delimita los cursos. La brecha estaba prohibida, se pospuso un libro que era una tentación.
El psicoanálisis tiene para mí este gran interés por ser un sistema interpretativo. Esta es una experiencia de la interpretación algo radical y sincera que se nos ofrece. Se trata de reunir las pistas, de prestar atención a lo que está revelando en el síntoma y de ir tan lejos como se pueda retroceder desde el síntoma a algo que es antecedente.
Etiquetas:
franceculture.fr
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarCIUDAD DE MÉXICO (apro).- La tinta de la melancolía se intitula el ensayo de 552 páginas que el médico, crítico literario y escritor suizo Jean Starobinski (Ginebra, 1920) publicó hace un lustro (L’Encre de la mélancolie), apareciendo este año en edición del Fondo de Cultura Económica (FCE) al cuidado de Fausto José Trejo, en Sección Obras de Historia, con epílogo de Fernando Vidal y traducción de Alejandro Merlín.
ResponderEliminarEl diseño de la portada, a cargo de Paola Álvarez Baldit, muestra dos imágenes del óleo realizado por el pintor holandés Vincent Van Gogh al final de su vida: Retrato del doctor Gachet (1980), obra que servirá de tema para este adelanto de un libro harto atractivo tanto en el plano de la medicina, como en el campo de la psicología, la religión y las bellas artes.
En la contraportada del volumen del FCE leemos:
“La melancolía y sus tratamientos han sido objeto de debate a lo largo de diversas épocas: los antiguos señalaron que era producto de la bilis negra, un humor de la sangre que ocasiona epilepsia, tristeza y lesiones cutáneas; en el mundo cristiano se la vio como la ‘extinción de la voz’ del alma que atacaba a los anacoretas, a los recluidos y a las personas consagradas a la vida monástica, y en la época moderna se la estudió como una alteración de las principales funciones del sistema nervioso.”
El médico, crítico y autor Jean Starobinski rastrea los orígenes del tratamiento clínico de la melancolía y examina el concepto en cada una de sus mutaciones: enfermedad, esencia creativa o explosión del ingenio pesimista. Su análisis abarca los trabajos de Robert Burton y Sören Kierkegaard, el diagnóstico de la crisis que sufría van Gogh, el spleen del poeta Charles Baudelaire y el relato de la destrucción de la ciudad de Troya, entre otros temas, conjuntando los trabajos que por medio siglo le ha dedicado a esta dolencia, materia de reflexión para doctores, artistas y filósofos.
A continuación, ofrecemos para nuestros lectores fragmentos del capítulo “Anatomía de la melancolía”, el de su apartado final denominado “El retrato del doctor Gachet, por Van Gogh” (página 195-201).
Un diagnóstico en disputa
No me arriesgaría a dar un diagnóstico de la crisis que tanto temía Vincent van Gogh. Karl Jaspers había creído que era posible hablar de esquizofrenia. Los que siguen creyendo hoy en día en este diagnóstico son cada vez menos: no hay ningún indicio, ni en la pintura ni en la extensa correspondencia de Van Gogh, que hable en favor de esa hipótesis […] ¿quién se atrevería a encerrar a Vincent en la tipología clásica de melancolía?(...)www-proceso.com.mx
miércoles, 11 de junio de 2014
ResponderEliminarDURERO por Concha Huidobro/ BOMARZO.GINASTERA-MUJICA LAINEZ
Exposiciones, Madrid Gratis, Ocio — 19 febrero, 2013 0:32EN ESTE BLOG.
jueves, 7 de julio de 2016
ResponderEliminarFRANCIA, EN EL ORIGEN DE NUESTRA INDEPENDENCIA / 1816-2016
Francia, en el origen de nuestra independencia EN ESTE BLOG.
Starobinski empezó a escribir muy joven, en 1942, y su obra es muy abundante. Sus perspectivas culturales acerca de la Ilustración partieron de dos ilustrados Montesquieu y sobre todo Jean-Jacques Rousseau: la transparencia y el obstáculo (1957), tuvieron repercusión dentro de la historia de las ideas.4
ResponderEliminarFue uno de los iniciadores en la segunda mitad del siglo XX, por otro lado, de los estudios médico-culturales sobre la melancolía, que no dio por concluidos hasta 2012. Pero la amplitud de sus intereses fue mucho mayor.5
Sus ensayos de crítica literaria, que parten de una erudición contrastada, son tradicionales pero novedosos, dada su uso de diversos estímulos (filológicos, filosóficos, analíticos). Por ese motivo, La relación crítica, Retrato de artista como saltimbanqui, El ojo vivo o Razones del cuerpo, siguen siendo una referencia para analizar los problemas de la interpretación textual.6
Su monografía sobre Ferdinand de Saussure, Las palabras bajo las palabras, de 1971, destacó el valor de textos inéditos de Saussure exhumados poco antes. Asimismo ocurre con sus libros sobre la Ilustración: La invención de la libertad, 1789, los emblemas de la razón (libros luego corregidos, en 2006), y El remedio en el mal, con otros textos sobre Rousseau o Voltaire.
Más tarde, en 1982, escribió un Montaigne en mouvement, muy extenso, sobre el ensayista francés. Años después en otra obra amplia, Acción y reacción (1999), Starobinski hizo una revisión de la historia de la ciencia partiendo de ese par de conceptos, aparentemente solo físicos, y atravesando los campos del saber muy diferentes.
En 2005 publicó una colección de ensayos sobre ópera: Las hechiceras. Todos ellos son, según se afirma al concederle premios como el Goethe, de una infrecuente calidad literaria. Luego, en el siglo XXI, siguió su recopilación de escritos. En un grueso volumen de 2012, L'encre de la mélancolie, reunió variados artículos sobre la melancolía, incluyendo su originario Histoire du traitement de la mélancolie, o los estudios sobre el furor, la desesperación y el delirio. Si no existía el humor negro -base material desde la Antigüedad para los análisis médicos-, sí en cambio queda la tinta oscura del escritor; según Starobinski, "este libro pretende demostrar que la perspectiva de la melancolía puede dar lugar a una gaya ciencia".7
Asimismo, en 2012 se imprimieron en París otros dos textos largos, que revisaban trabajos aparecidos sólo en revistas: Accuser et séduire. Jean-Jacques Rousseau, y Diderot, un diable de ramage, que es un estudio anunciado desde muchos lustros atrás sobre el enciclopedista. La mirada de Starobinski sobre diversos ilustrados a lo largo de su vida —Montesquieu, Rousseau y Diderot (también Voltaire, Pinel, o de los autores que figuran en su La invención de la libertad)— parecía culminar con ese par de figuras, Rousseau y Diderot, que expresan la complejidad del siglo XVIII.
Por otro lado, en 2013 dio a una imprenta suiza una selección inédita de escritos sobre crítica textual: Les approches au sens, acompañado por artículos de Colangelo, Bollack y otros. Y en 2016 entregó, para Gallimard, La beauté du monde. La littérature et les arts, que es un volumen de textos varios sobre literatura.
Uno de sus últimos trabajos versaba sobre la 'conciencia corporal'.es.wikipedia.org