sábado, 9 de marzo de 2019

MASC ENCABEZA LA PROGRAMACIÓN DE BRASIL

El 70º aniversario del MASC encabeza la programación expositiva vigente en Brasil

Hemos seleccionado un total de 18 exposiciones imprescindibles, entre las que sobresalen aquellas con las que el MASC celebra su 70º aniversario y los 40 años de la Fundação Catarinense de Cultura. También destacan sendas muestras en el Instituto Goethe y el CCSP que tienden puentes con el arte alemán y sudafricano, respectivamente. 
En el circuito de galerías, que inaugura diez de las exposiciones que hemos seleccionado, abundan las muestras de destacados creadores nacionales. Solo hay un estreno, el de Alex Flemming en Emma Thomas.  
Paula Alonso Poza
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Parque de Diversões, de Djanira de Motta e Silva. Cortesía del MASC. | El 70º aniversario del MASC encabeza la programación expositiva vigente en Brasil
Parque de Diversões, de Djanira de Motta e Silva. Cortesía del MASC.
Entre las 18 exposiciones que hemos seleccionado como imprescindibles y que están ahora vigentes en museos, centros de arte y galerías de Brasil destaca un aniversario, el del Museu de Arte de Santa Catarina, que cumple 70 años. La Fundação Catarinense de Cultura (FCC), por su parte, celebra décadas de trayectoria. Ambos aniversarios sitúan a Santa Catarina en el mapa de la actualidad artística brasileña con cuatro exposiciones inauguradas por el MASC
Así, entre las muestras del museo destaca una monográfica de larga duración que presenta las últimas adquisiciones de su colección. Se acompaña de otras tres exposiciones, dos de las cuales prestan especial atención al acervo de fotografía y vídeo del museo.  
Hay, además, otras propuestas destacadas en el MASP y el FIESP –que apuestan por grandes retrospectivas de artistas brasileños como Djanira da Motta e Silva (Avaré, São Paulo, 1914 - Río de Janeiro, 1979) y Leonilson (Fortaleza, 1957 - São Paulo, 1993)-, la Pinacoteca de São Paulo, el CCBB o el SESC
Algunas de las exposiciones que hemos destacado como imprescindibles tienden puentes con la práctica artística de otros países y regiones. Es el caso del Instituto Goethe, que trae a Porto Alegre obras de varios artistas alemanes en una producción que ha contado con la colaboración del MARGS y del germano Leipziger Baumwollspinnerei, que la acoge de forma simultánea en su espacio. 
También lo hace el CCSP, que pone el foco en las regiones del hemisferio sur y establece una conversación entre artistas brasileños y sudafricanos.  
En el circuito de galerías, que inaugura diez de las exposiciones que hemos seleccionado, abundan las muestras de destacados creadores nacionales, como Beto Shwafaty (São Paulo, 1977) en Luisa Strina. Solo hay un estreno: el de Alex Flemming (São Paulo, 1954) en la galería Emma Thomas, que además lo incorpora como artista representado. 


3 comentarios:

  1. Un pensamiento sin imagen

    En la crítica de Deleuze a la imagen dogmática del pensamiento en favor de una nueva imagen se esconde una paradoja: la crítica ataca el principio mismo de una imagen del pensamiento, sea esta la que fuere. Si pensar es crear, y no buscar una verdad preexistente, entonces carecemos de presupuestos en torno al pensamiento mismo, o lo que es lo mismo, el pensamiento carece de imagen. El propio Deleuze nos plantea la necesidad de llevar a cabo un pensamiento sin imagen cuya primera tarea sería, precisamente, criticar la imagen dogmática del pensamiento y los postulados que ella implica. Dicha crítica pasaría por liberar al pensamiento de su supuesta buena naturaleza conforme a la verdad, para mostrar que el pensamiento sólo funciona a partir de una violencia ejercida sobre él más allá del compuesto de significaciones existentes6. El pensamiento renuncia así a la forma que le preexiste y que obstaculiza el despliegue de su potencia. Renuncia a un pensamiento que, lejos de pensar por sí mismo como pretende, se pliega a la imagen dominante, es decir, a la que más conviene al poder del Estado.

    Un pensamiento así es un pensamiento que no piensa todavía, y por ello la imagen en el pensamiento, cualquier imagen en tanto forma preexistente, es negativa en la medida que obliga al pensamiento a ejercerse de acuerdo con las normas de un poder o de un orden establecido. El poder del Estado se impone al pensamiento, y no sólo a través de la filosofía, sino a través de muchas otras disciplinas que funcionan como aparatos de poder en el pensamiento mismo. Deleuze se inspira en autores como Hume, Nietzsche, Bergson, Spinoza o Leibniz, porque considera que son auténticos pensadores, y si dedica a ellos varios trabajos es para abrir una brecha en el interior mismo de la Historia de la filosofía, un paréntesis que escape al dominio de la imagen dogmática. Pero no se limita a la crítica de la Historia de la filosofía en su ataque contra los mecanismos del poder, también se ocupa de otras disciplinas, como el psicoanálisis o la lingüística, que imponen modelos de dominio al pensamiento con mayor eficacia en las sociedades actuales. Entre estas disciplinas, la información se ha manifestado como un sistema de control que ha impuesto su imagen de la lengua y del pensamiento de manera particularmente efectiva. La información lo llena todo y no deja lugar a la transformación, por ello nos dice Deleuze que un acto de creación no tiene relación alguna con la comunicación. Un acto de creación se asemeja mucho más a un acto de resistencia, porque va contra los canales de comunicación establecidos, porque rompe con ellos y abre una nueva vía al pensamiento7.

    Deleuze quiere devolver a la filosofía su carácter creador junto con esta capacidad consistente en resistir a la servidumbre, a lo intolerable del presente, a las significaciones dominantes, retomando la vocación platónica de luchar contra las opiniones, pero ahora en el ámbito de una filosofía decididamente inmanente que abre el pensamiento a las fuerzas del tiempo. Sin embargo, no es fácil mantener la apuesta de un pensamiento que sólo funciona a partir de una renuncia y que debe jugarse entero cada vez. Sin remitirse a una transcendencia, el pensamiento marcha siempre de acto en acto, y ni siquiera depende de sí mismo a la hora de comenzar a pensar, pues está siempre a expensas de las fuerzas exteriores que se apoderan de él y lo arrastran hacia una búsqueda. Es la paradoja de un pensamiento creativo que sólo funciona en la desposesión y en la extrañeza ante lo que viene a su encuentro8.




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  2. viernes, 16 de enero de 2015
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  3. martes, 17 de noviembre de 2015
    FELIPE COHEN
    São Paulo, SP, 1976.
    Vive y trabaja en São Paulo, SP.
    PIPA 2010, 2012 y 2013 nominado.EN ESTE BLOG.

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