15-MINUTOS DE "INTERRUPCIÓN" EN LA BIENAL DE ESTAMBUL
Plan de Bienal de Estambul Artistas 15-Minute "Interrupción" 01 DE SEPTIEMBRE 2015 Bienal de Estambul de Carolyn Christov-Bakargiev abre esta semana, y un grupo de artistas tienen la intención de infundir la abertura con un reconocimiento de la reciente agitación política que aflige a la minoría kurda de Turquía. Una carta enviada esta mañana a todos los participantes bienales "proponer [s] que todos suspendemos presentación de nuestros trabajos durante 15 minutos durante la inauguración de la Bienal" en reconocimiento a la ruptura violenta en las conversaciones de paz entre el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y el gobierno de Turquía en las últimas semanas. Firmado por participante bienal basado en Mardin Pelin Tan y su Colectivo ArtikIsler, junto con el editor de artista y e-flux Anton Vidokle, la misiva pretende infundir un sentido de urgencia en lo que ya es un programa bienal políticamente sensible. "Con Anton, pens
La materia prima del arte representativo ha sido
ResponderEliminarsiempre la ilusión.
Ilusión del espacio
Ilusión de expresión.
Ilusión de realidad.
Ilusión del movimiento.
Formidable espejismo del cual el hombre
ha retornado siempre defraudado y debilitado.
La representación figurativa fue entendida, en función de las características marxistas de la sociedad burguesa, como ilusoria y fantasmagórica.
El Manifiesto Intervencionista plantea lo arriba enunciado, al plantear las particularidades de la figuración.
Expresa Maldonado: "El arte representativo no es realista: no puede serlo nunca, sólo plantea fantasmas de cosas. Para nosotros, los marxistas, real es lo que la acción, la práctica puede verificar.(...) El arte concreto es el único arte realista, humanista y revolucionario,"
El arte neoconcreto buscó explícitamente "reconvocar el problema de la expresión incorporando las nuevas dimensiones conceptuales creadas por el arte constructivista no figurativo."
ResponderEliminarSus principales manifestaciones se dieron en el norte de Brasil, en la obra de Ligia Clarck, quien colaboró con Oiticica en diversas piezas y posteriormente vivió un largo exilio en París.
Clarck concebía sus obras como " proposiciones" o "propuestas" en las que el objeto estaba subordinado por entero al "instante del acto", que ella consideraba la única realidad viva". La obra era intermediaria para que el espectador lograra su libertad.
"No se trata de participar por participar, ni de agredir por agredir, lo que se pretende es que el participante dote sus gestos de significado y los nutra con el pensamiento en el proceso de sacar la libertad de acción a la luz".