El MALBA acoge la primera producción del MET en Argentina
El MALBA de Buenos Aires es el museo elegido por el MET de Nueva York para albergar su primera producción en Argentina: una retrospectiva de la fotógrafa Diane Arbus.
- Paula Alonso Poza
La muestra comparte espacio con la primera exposición de la peruana Ximena Garrido-Lecca en Buenos Aires, una doble inauguración que sitúa al MALBA a la cabeza de la programación expositiva argentina de este mes.
The Metropolitan Museum of New York (MET) inaugura mañana en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA) la muestra más esperada este mes en Argentina. ''En el principio'', la primera retrospectiva de la fotógrafa estadounidense Diane Arbus (Nueva York, 1923 - Greenwich, 1971) en el país latinoamericano, es también la primera producción del MET en territorio argentino. La exhibición, que reúne un centenar de imágenes que Airbus tomó con su 35 mm en las calles de Nueva York, ha sido comisariada por Jeff L. Rosenheim, curador jefe de fotografía del MET.
"A lo largo de estos años se da una evolución: el paso de imágenes de individuos que surgen de encuentros fortuitos a retratos en los cuales los sujetos elegidos se convierten en participantes activos", explica Rosenheim. "Este anhelo de conocimiento, esta curiosidad por la naturaleza oculta de la persona o el objeto que está fotografiando, unida a su creencia en el poder de la cámara para hacerla visible, es, sobre todo, lo que la distingue"
Las fotografías, que proceden del Archivo Diane Arbus del MET, permanecieron inéditas hasta el año pasado, cuando el museo neoyorquino dedicó una amplia retrospectiva a la artista. La muestra que se inaugura ahora en el MALBA sigue el mismo planteamiento expositivo que su antecesora e incluye una clase magistral a cargo de Jeff L. Rosenheim y la edición de un catálogo con textos sobre la obra de Arbus.
El MALBA completa su programación con otra muestra de primer nivel: "Estados nativos", la primera exposición de la peruana Ximena Garrido-Lecca(Lima, 1980) en Buenos Aires. El proyecto, curado por la crítica y editora argentina Lucrecia Palacios, ha contado con la colaboración de las galerías Casado Santapau (Madrid) y 80M2 Livia Benavides (Lima), que representan a la artista.
Hay, además, otras muestras imprescindibles que pueden verse estos días en el Museo de la Memoria, el Museo Nacional de Bellas Artes, Espacio Pla, el Centro Cultural Borges y las galerías Nora Fisch, El Gran Vidrio, Buenos Aires Fine Arts y Hache. ¿Te las vas a perder?
Antropología urbana
ResponderEliminarDiane Arbus empezó a tomar fotografías a comienzos de los años 40, y continuó haciéndolo de manera esporádica durante más de una década. En ese período estaba abocada a su carrera dentro del mundo de la fotografía de moda, ella como directora de arte y su marido, Allan Arbus, como fotógrafo. En 1956, Arbus abandonó la sociedad comercial y se dedicó por completo a desarrollar su obra personal. Dos fotógrafos europeos fueron sus mayores referentes en esos años: Lisette Model, con quien estudió por varios meses y fue su mentora espiritual, y August Sander, el retratista tipológico alemán.
La ciudad de Nueva York, el espacio urbano en el que Arbus comenzó a aventurarse para sacar sus fotografías, era un ámbito en el que ya habían incursionado muchos otros fotógrafos, desde Paul Strand y Walker Evans hasta Garry Winogrand y Lee Friedlander. Cada uno de ellos tuvo un modo característico de trabajar, pero Arbus se destacó particularmente porque buscó conectarse directamente con los sujetos de su fotografía y no pasar inadvertida.
Para el curador Jeff Rosenheim: “Todos estos fotógrafos desarrollaron estrategias para mantenerse apartados y desligados de las personas a quienes retrataban, convencidos de que, en tanto documentalistas, la legitimidad de su registro dependía de que ellos mismos jugasen un papel menor o ninguno en absoluto. Por contraposición, Arbus buscaba la conmoción de un encuentro personal directo: ‘Para mí, el sujeto de la foto es siempre más importante que la foto. Y más complejo’, escribió”.
Antes de tomar sus fotografías, Arbus realizaba un exhaustivo trabajo de investigación, ya que buena parte de los temas y personas que le interesaban no se encontraban espontáneamente en la calle. Su método de trabajo era, en muchos sentidos, similar al de un antropólogo urbano. En sus cuadernos de notas registraba todo el material que iba recogiendo de libros, periódicos y guías telefónicas, junto con ideas propias y conversaciones con sus amigos. Muchas veces, sus anotaciones eran listas de posibles temas o sujetos a fotografiar.
“Desde el comienzo –explica Rosenheim–, Arbus consideró la calle como un lugar lleno de secretos que esperaban ser
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