La lucha de una mujer en una sociedad patriarcal, es cruel contradictoria. Es tan elevado el costo de ser madre. Significa renunciar a los ideales? Para convertirse en niñera, nutricionista, cocinera, ama de casa. A tenía, no puede llegar; el lugar está reservado a los hombres. La denominación de "musa", está reservado para las elegidas por el doble sacrificio que conlleva. "Hay tanto sufrimiento en este juego de buscar parejas, de tantear y de probar.. Pero de pronto te olvidaste que era un juego y te echaste a llorar." Ese juego femenino, termina en abnegación, la entrega de una madre por su hogar. Está muy arraigado este esquema patriarcal. Del siguiente relato me pertenece, cuando mi hermana me dice que la operará una mujer, le hice un escándalo (hacen muchos años). Y, sin embargo desde mis seis años de edad, manifestaba mis deseos de estudiar y vivir sola en una gran ciudad. A pesar de ese "prodigio", lloré por los rincones. Aunque, la violencia que Sylvia Plath ejerció sobre sí misma conmueve, y provoca la conmoción y la reflexión.
De amor, engaño y suicidio de Silvia Plath, la atroz historia de Silvia Plath.
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La lucha de una mujer en una sociedad patriarcal, es cruel contradictoria. Es tan elevado el costo de ser madre. Significa renunciar a los ideales? Para convertirse en niñera, nutricionista, cocinera, ama de casa. A tenía, no puede llegar; el lugar está reservado a los hombres.
ResponderEliminarLa denominación de "musa", está reservado para las elegidas por el doble sacrificio que conlleva.
"Hay tanto sufrimiento en este juego de buscar parejas, de tantear y de probar.. Pero de pronto te olvidaste que era un juego y te echaste a llorar."
Ese juego femenino, termina en abnegación, la entrega de una madre por su hogar.
Está muy arraigado este esquema patriarcal. Del siguiente relato me pertenece, cuando mi hermana me dice que la operará una mujer, le hice un escándalo (hacen muchos años).
Y, sin embargo desde mis seis años de edad, manifestaba mis deseos de estudiar y vivir sola en una gran ciudad.
A pesar de ese "prodigio", lloré por los rincones.
Aunque, la violencia que Sylvia Plath ejerció sobre sí misma conmueve, y provoca la conmoción y la reflexión.