domingo, 20 de marzo de 2016

JORGE MACCHI EN EL MUSEO DE ARTE LATINOAMERICANO/MALBA

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Jorge Macchi

Perspectiva
17/03/2016 - 17/05/2016
Curada por Agustín Pérez Rubio, la muestra está organizada en diferentes núcleos temáticos, que incluyen sus cartografías, obras hechas de recortes periodísticos, instalaciones donde el tiempo se detiene y el efecto óptico quiebra la realidad, fantasmagorías pictóricas y videoinstalaciones en las que la música tiene un rol fundamental. El títuloPerspectiva–como sustituto de la palabra retrospectiva– remite a una mirada que va desde el presente hacia el pasado personal y vivencial del artista. También refiere formalmente al arte de re- producir la forma y disposición con que los objetos se manifiestan a la vista y evoca una constante en la obra de Macchi: la tendencia que tiene lo real a deshacerse y el carácter ficticio de los signos que pueblan el mun- do.
En palabras de Agustín Pérez Rubio:“Macchi es un artista de generación intermedia muy respetado en el  país que ha conseguido una importante repercusión internacional. Con esta exposición MALBA pretende acercar al público argentino los diversos periodos de la carrera de Macchi a partir de piezas fundamentales de su producción, muchas de las cuales no se habían exhibido nunca en el país”,destaca.“Planteado no como una biografía, ni según un orden cronológico, el recorrido de la muestra se organiza a través de fragmentos, del mismo modo que las realidades e imágenes que el artista compone”, agrega.Aunque los signos de repre- sentación utilizados por el artista –letras, coordenadas, números, notas musicales o manchas de Rorschach, entre muchos otros– estén incluidos en sus piezas, su trabajo constituye una ficción que reflexiona sobre la comunicación y sobre el más allá del lenguaje.
Gran parte de las obras fueron producidas especialmente por MALBA para la ocasión y se presentan por pri- mera vez en el país, luego de haber sido exhibidas en importantes bienales, ferias y muestras alrededor del mundo. Es el caso de la instalación Buenos Aires Tour, incluida en la Bienal de Estambul de 2003 –que abre  la exposición–; Caja de música presentada en la Bienal de San Pablo en 2004; Still Song realizada para el pabellón internacional de la Bienal de Venecia en 2005; yEl cuarto de las cantantes, instalación basada en el poemaAdiósde Idea Vilariño, en co-autoría con Edgardo Rudnitsky, que se exhibió originalmente en 2006 en la Universidad de Essex (Inglaterra) y en MALBA se presenta por primera vez en español. Así como también las videoinstalacionesXYZ, realizada en 2012 para la galería de Peter Kilchmann, Zürich, yFrom here to Eternitypara el Museo de Lucerna en 2013.
Perspectiva se extiende más allá de las salas de MALBA con dos grandes instalaciones. La primera esRefracción(2012), que se exhibirá en la Sala de Exposiciones de la Universidad Torcuato Di Tella desde el 8 de abril hasta el 3 de junio, y convoca uno de los temas principales de la poética de este artista: la sorprendente irrupción de lo im- pensable en la realidad. La segunda instalación esLa noche de los museos(2016), un site-specific para el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), que se presentará entre el 15 de abril y el 31 de julio de 2016.
Ficción o realidad
Jorge Macchi trabaja con imágenes cotidianas y las transforma a través de juegos de luces y sombras, diná- micas secuenciales y efectos de repetición que acaban creando sugestivos efectos perceptivos y trastocando las visiones consensuadas. El entorno urbano, los signos de la sociedad de consumo y la historia del arte funcionan como materiales que el artista asocia o confronta en efectos de colisión y de desplazamiento, arro- jando dudas sobre la identidad de las situaciones e incluso de los mismos objetos y seres.
Rodrigo Moura –director artístico del Instituto Inhotim– sintetiza algunos aspectos fundamentales del pensamiento de Jorge Macchi: “Suhabilidad para crear constructos poético-visuales en diversos medios, lenguajes y soportes, que desafían la percepción del espectador, en una suerte de combinación de enigma y anécdota, utilizando refina- dos códigos visuales, pero también contando con la experiencia del mundo y de lo cotidiano que posee el observa- dor¨,escribe en su ensayo del catálogo editado por MALBA.
Por su parte, Inés Katzenstein –Directora del Departamento de Arte de la Universidad Torcuato Di Tella– propone pensar a Macchi como un “surrealista de laboratorio”, considerando al surrealismo como una catego- ría que refiere a lo desconcertante. “Deberíamos entender a Macchi como un artista que cree en el pensa- miento no como un acto instrumental y prístino, ni como una herramienta ordenadora, sino como una potencia cruzada por las fuerzas más oscuras y tanáticas del inconsciente”,reflexiona.“Ficciones, inversiones, parado- jas y metamorfosis, todo apunta a desplazar el “buen sentido” y el orden de la Idea, de lo previsible, de lo cognoscible. Pero lo más propio de Macchi es, en realidad, algo que expande las paradojas de Magritte, los imposibles borgeanos o la locura cortazariana hacia un plano “real”. Las cosas están animadas por un desor- den, por una libertad inédita de sus elementos o de sus efectos”,escribe Katzenstein.
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    Tiempo real
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4 comentarios:

  1. Si miro un reloj, presentado por un artista, mi relación directa es con Dalí en La Persistencia de la memoria. Aunque en este caso-nada que ver- de Dalí. También están torcidos los relojes, pero no son geométricos.
    En este obra se considera el espacio y muy de otra manera, tampoco se parecen a los relojes de Kosuth, aunque, aquí habría una relación correspondiente a las ´palabras "tiempo", "máquina" "objeto".
    Duchamp, no está ausente en esta obra, dado que en "Desnudo bajando una escalera", existe una pared en vertical dividida en quince partes iguales, cada una con una dirección y color diferente, y todas las combinaciones.
    Algo de Sol Lewitt, quien nos obliga a desafiar las ideas preconcebidas a juzgar las obras como un concepto y no sólo como un objeto realizado.
    Este intrigante y geométrico reloj dividido en tres planos, con base de otro color. Me parece, que más bien tiene el orden de la línea recta en su relación con el círculo.
    Hubo alguien llamado Desarges, a quien se le había ocurrido la idea de que toda recta infinita se cerraba, hacía circulo en un punto en el infinito.¿Cuál es la equivalencia de la recta con el círculo? Es, evidentemente hacer nudo. Entre la recta y el círculo hay un juego.
    Delia Elmer, en sus clases sobre el seminario RSI de Lacan, afirma que Desarges compactó la recta. la hizo homeomórfica a una circunferencia. Lacan en el Seminario del Objeto estudia Las Meninas de Velázquez, tomando, por un lado, la cuestión de la perspectiva, y para poder distinguir entre el sujeto vidente y el sujeto mirante agrega el punto al infinito, que es tema, no de la Perspectiva, sino de la Geometría Proyectiva. Acá hay algo de Topología, el espacio está dividido, está torcido, creo que el acento está puesto sobre la discontinuidad.

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  2. . ¿Y qué otra cosa es la sociedad sino un juego, a saber, el cuadro viviente?. Estos seres que están ahí, sin duda en razón de las necesidades mismas de la pintura, proyectadas frente a nosotros, ¿qué hacen sino representarnos exactamente esta especie de grupo que se produce en este juego del cuadro viviente?. ¿Qué es esta actitud casi gastronómica de la princesita, de la acompañante arrodillada que le presenta este extraño potecito inútil sobre el cual comienza a posar la mano?. Estos otros que no saben, en absoluto donde colocar sus miradas, que se obstinan en decirnos que están ahí para entrecruzarse, cuando es manifiesto que ninguna se encuentra, estos dos personajes —que el señor Green tuvo en cuenta el otro día y de los que, dicho sea de paso, se equivocaría creer que el personaje femenino sea una religiosa, es lo que se llama una guarda damas, todo el mundo lo sabe, incluso su nombre: Doña Marcela de Ulora—, y ¿qué hace Velázquez sino mostrárnoslo como pintor, y en medio de qué?. De todo este gineceo.

    Volveremos sobre lo que significa, sobre las cuestiones verdaderamente extrañas que podemos plantearnos concernientes al primer título que se dio a ese cuadro. Lo vi aún inscripto en un dicciónario, que data de 1872: La familia del rey. ¿Por qué la familia —pero, dejemos esto por el momento—, cuando no hay manifiestamente sino la pequeña Infanta que aquí la representa?.

    Este cuadro viviente, diría, y está bien así en este gesto fijado que hace de la vida una naturaleza muerta, que, sin, duda, estos personajes, como se dijo, se han presentado efectivamente, y es por esto que por muerto que estén, así como los vemos, sobreviven, justamente, por estar en una posición que, desde el tiempo mismo de su vida, jamás cambió. Y, entonces, vamos a ver, en efecto, lo que primero nos sugiere esta función del espejo.

    Es que este ser en esta posición de vida fijada en esta muerte, que no las hace surgir a través de lo siglos como casi viviente, a la manera de la mosca geológica capturada en el ámbar, es que al verla hecha pasar para decir su haz ver de nuestro lado no evocamos, a propósito de esto, esta misma imagen, esta misma fábula de salto de Alicia que nos reuniría al zambullirnos según un artificio del que la literatura carrolliana hasta Jean Cocteau, supo hacer uso con el atravesamiento del espejo. Sin duda, en este sentido, hay algo que atravesar que en el cuadro se nos conserva, de alguna manera congelado, ¿pero en el otro?, a saber, el de la vía que, después de todo nos llama a nosotros a entrar en este cuadro; no lo hay porque es la pregunta que les es planteada por este cuadro a ustedes, que, si puedo decirlo, se creen vivientes, por esto solamente que es una falsa creencia, que bastaría con estar ahí para estar en el número de los vivientes. Y ahí está lo que los atormenta, lo que toma a cada uno de las tripas, a la vista de este cuadro, como en todo cuadro, en tanto que los llama a entrar en lo que es en verdad, y que les presenta como tal, esto de los seres están no ahí, en absoluto, representados, sino en representación. Y ahí está el fondo de lo que vuelve a cada uno tan necesario hacer surgir esta superficie invisible del espejo, de la que se sabe que no se la pueda franquear; y es la verdadera razón del qué en el Museo del Prado ustedes tienen ligeramente, a la derecha, y de tres cuartos para que ustedes puedan agarrarse en caso de angustia, a saber, un espejo porque es necesario para aquellos a los que podría dar vértigo que sepan que el cuadro no es sino un señuelo, una representación, porque, después de todo, en esta perspectiva, es el caso de decirlo en que momento plantean la cuestión o distinguen figuras del cuadro en tanto están ahí al natural, en representación y sin saberlo. (...)
    www.psicoanálisis.org/lacan

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  3. (...)Si pensamos que el mundo es simplemente nuestra imaginación, si pensamos que cada uno de nosotros está soñando un mundo: ¿por Pero si nosotros pensamos que existe un espacio real, ese espacio puede ser divisible finalmente en puntos, aunque el espacio sea indivisible infinitamente. Si pensamos en un espacio real, también el tiempo puede subdividirse en instantes, en instantes de instantes, cada vez en unidades de unidades.
    qué no suponer que pasamos de un pensamiento a otro y que no existen esas subdivisiones puesto que no las sentimos? Lo único que existe es lo que sentimos nosotros. Sólo existen nuestras percepciones, nuestras emociones. Pero esa subdivisión es imaginaria, no es actual.
    Luego hay otra idea, que también parece pertenecer al común de los hombres, que es la idea de la unidad del tiempo. Fue establecida porNewton, pero ya la había establecido el consenso antes de él. Cuando Newton habló del tiempo matemático ‑es decir, de un solo tiempo que fluye a través de todo el universo‑ ese tiempo está fluyendo ahora en lugares vacíos, está fluyendo entre los astros, está fluyendo de un modo uniforme. Pero el metafísico inglés Bradley dijo que no había ninguna razón para suponer eso.
    Podemos suponer que hubiera diversas series de tiempo, decía, no relacionadas entre sí. Tendríamos una serie que, podríamos llamar a, b, c, d, e, f,... Esos hechos están relacionados entre sí: uno es posterior a otro, uno es anterior a otro, uno es contemporáneo de otro. Pero podríamos imaginar otra serie, con alfa, beta, gamma,... Podríamos imaginar otras series de tiempos.
    ¿Por qué imaginar una sola serie de tiempo? Yo no sé si la imaginación de ustedes acepta esa idea. La idea de que hay muchos tiempos y que esas series de tiempos ‑naturalmente que los miembros de las series son anteriores, contemporáneos o posteriores entre sí‑ no son ni anteriores, ni posteriores, ni contemporáneas. Son series distintas. Eso podríamos imaginarlo en la conciencia de cada uno de nosotros.(...) Jorge Luis Borges "El Tiempo" Conferencia dictada en 1978 en la Universidad de Belgrano. En este blog el 30 de marzo de 2012-

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  4. No se puede ser tan terminante en relación a una obra de arte. Escribí que-nada que ver- y no es tan así.
    ” Podéis estar seguros de que mis famosos relojes blancos no son otra cosa que el queso camembert del espacio y el tiempo, que es tierno, extravagante, solitario y paranoico-critico “

    Salvador Dalí, La conquista de lo irracional, 1935

    Los relojes en si lucen como quesos blandos. Dalí se inspiro en las alucinaciones que tuvo después de haberse comido un queso camembert. Como vemos, asoció este queso con los relojes y el tiempo.
    Y la cara que se observa en el centro?
    Debajo de uno de los relojes derretidos se observa el perfil de un rostro humano distorsionado. Se dice que es la cara del mismo autor. Dalí se representa como una materia blanda evocando su propia mortalidad.
    Y como mencioné anteriormente, esta es otra imagen que ya había dibujado en su otra obra El Gran Masturbador ( 1929 ).
    Qué significan las hormigas?
    Las hormigas en el plato representan decadencia. Como todos sabemos, las hormigas y las moscas suelen acercarse a lo que esta en putrefacción.
    Estos relojes están condenados a la putrefacción por lo cual atraen a las hormigas.
    No olvidemos la composición de este cuadro…
    El cuadro está dividido en dos partes no simétricas. A la derecha es tenebrista y con un foco de luz que suavemente ilumina los objetos. A la izquierda, por el contrario, muy iluminada con un fondo de luz blanca e irreal.
    Además, dominan las lineas horizontales del mar al fondo y de la rama seca del árbol junto a una linea vertical hecha por el mismo tronco. Esta última equilibra la composición.
    Otros elementos dinámicos que se observan son las lineas diagonales como la mesa, la cabeza y las lineas curvas en los relojes y cabeza también.

    La interpretación.
    Dalí esperaba tantas interpretaciones como personas la vieran. Pero fundamentalmente lo que el artista nos quería decir era que todos podemos aprender a sacarle fruto a la capacidad creadora de cada uno. Solo debemos dejar a un lado los pensamientos negativos y seguir buscando respuestas a cada incógnita que se nos presente.


    Por último, una curiosidad….
    No se puede observar muy bien en el cuadro pero existe la firma de Dalí donde se lee OLIVE SALVADOR DALI. Olive era una de las maneras como Dalí llamaba a Gala en privado porque decía que la cara de Gala era ovalada y el color de su piel era como una oliva

    marisolroman.com

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