RAÚL SOLDI, EN EL MNBA-BUENOS AIRES / ARGENTINA
Comentario sobreLa hamaca (o Chica sentada o Sillón de hamaca)
Es difícil el ejercicio de abstraerse de la totalidad de la obra de Raúl Soldi para calibrar una pieza temprana. La hamaca, título preferido por el artista sobre otros habituales como La chica sentada, es el resultado visual de su etapa italiana. A fines de los veinte, artistas que fueron luego denominados chiaristi optaron por la sutileza del color y las formas amables, evasivas bajo la situación creciente del fascismo y el dominio discursivo de los realismos. En tiempos de dureza política y paletas oscuras apelaron a la transparencia en una pintura que citaba a los primitivos lombardos. Soldi había llegado a Milán en 1924, estudió en la Accademia di Brera, participando activamente en este proceso de renovación figurativa del norte italiano (Avanguardia Artistica, Il Milione). Desde entonces fue un artista que, centrado en los simples valores plásticos, desarrolló un repertorio de figuras femeninas, teatrales y religiosas que privilegia el valor decorativo, esencialmente anecdótico (1). Al paso del siglo XX, cuando se desarmaban los lenguajes artísticos, Soldi consolidó un camino opuesto donde la pintura se resuelve en la relación rítmica de línea y color que constituye su forma lírica, la sensación de gracia –palabra que los críticos siempre han usado para definir su obra– de una composición equilibrada, apoyada en gradaciones de tono. Su trabajo constante como escenógrafo impactó en su pintura: las figuras tendieron a figurines.
A pesar de la aparente simpleza de La hamaca la composición es de una sutil complejidad. La figura recostada es una diagonal que ocupa del ángulo inferior derecho al superior izquierdo de la pintura. Piernas y brazos se representan como triángulos en gestos complementarios que anuncian las formas curvas y contracurvas del cuerpo encerrado en los arabescos lineales de la hamaca. El espacio pictórico está indefinido y potencia la sensación de irrealidad la vista desde arriba al cuerpo femenino. En el verde de la pradera tres caballos, dos negros y uno blanco –detalle que recuerda la obra de Aligi Sassu– se encuentran galopando más allá de una baranda blanca. La hamaca, que fue propiedad del artista Horacio Butler (2), se relaciona con otras obras de los años treinta: Adolescente vestida y desnuda, El baño en el lago (Fundación Soldi, Glew). Todas obras, conocida la serie como Adolescentes, que trasmiten con sus carnaciones cálidas una sensualidad distante que no apela a la mirada erótica, ni siquiera cuando la iconografía de desnudos femeninos, abrazados o nadando en un lago, pudiera facilitarla. Simplemente, como anotó Rafael Alberti: “Un rostro igual y múltiple nos sonríe concentrado en su propia hermosura” (3).Roberto Amigo
A pesar de la aparente simpleza de La hamaca la composición es de una sutil complejidad. La figura recostada es una diagonal que ocupa del ángulo inferior derecho al superior izquierdo de la pintura. Piernas y brazos se representan como triángulos en gestos complementarios que anuncian las formas curvas y contracurvas del cuerpo encerrado en los arabescos lineales de la hamaca. El espacio pictórico está indefinido y potencia la sensación de irrealidad la vista desde arriba al cuerpo femenino. En el verde de la pradera tres caballos, dos negros y uno blanco –detalle que recuerda la obra de Aligi Sassu– se encuentran galopando más allá de una baranda blanca. La hamaca, que fue propiedad del artista Horacio Butler (2), se relaciona con otras obras de los años treinta: Adolescente vestida y desnuda, El baño en el lago (Fundación Soldi, Glew). Todas obras, conocida la serie como Adolescentes, que trasmiten con sus carnaciones cálidas una sensualidad distante que no apela a la mirada erótica, ni siquiera cuando la iconografía de desnudos femeninos, abrazados o nadando en un lago, pudiera facilitarla. Simplemente, como anotó Rafael Alberti: “Un rostro igual y múltiple nos sonríe concentrado en su propia hermosura” (3).Roberto Amigo
El palacio fue construido sobre los restos de un 14 º monasterio del siglo del orden Umiliati que se le dio posteriormente a los jesuitas, que fundaron una escuela aquí. Francesco Maria Richini comenzó a principios del 17 º siglo para convertirlo en el edificio sólidamente austera que vemos hoy.
ResponderEliminarPalazzo Brera. Via Brera 28 - Ingresso. Entrando i visitatori si troveranno nel Cortile d'onore, percorrendo le scale and access to the Pinacoteca. Al principio, el piano y la grandeza y el punto de información, el depósito y la librería.
Palazzo di Brera. Via Brera 28 - Entrada. Los visitantes ingresan a través del Cortile d'Onore, o patio de honor, donde suben la escalera monumental para llegar a la Pinacoteca. La taquilla, el punto de información, la bolsa de basura y la librería están en el primer piso.
Cuando los jesuitas se disolvieron en 1773, el Colegio de Brera se convirtió en propiedad del estado y la emperatriz María Teresa de Austria decidió usarlo para albergar a varios de los principales institutos culturales de la ciudad. Además de la Accademia di Belle Arti y el Istituto Lombardo di Scienze e Lettere , también asignó la Biblioteca Nazionale Braidense , el Osservatorio Astronomico y el Orto Botanico a su nueva fundación.
Biblioteca Nazionale Braidense y Museo Astronómico
Biblioteca Nazionale Braidense y Museo Astronómico
El hombre encargado de diseñar y ejecutar el trabajo fue Giuseppe Piermarini , uno de los arquitectos neoclásicos más importantes de Italia. Fue responsable de la renovación de la biblioteca (una de las habitaciones se puede ver en la Sala I en la Pinacoteca, o galería de imágenes), para construir la entrada solemne en Via Brera y para completar el patio. Una estatua de bronce de Napoleón bajo la apariencia de Marte el Pacificador, fundida en Roma para un diseño de Antonio Canova , fue erigida en el centro del patio en 1859. pórticos, patios, pasillos y corredores fueron elegidos a lo largo de los 19 ºSiglo como escenario de monumentos que celebran públicamente a artistas, benefactores, humanistas y científicos asociados con Brera y el Braidense. Las mejores obras de esta colección extremadamente rica y poco conocida incluyen los monumentos a Cesare Beccaria por Pompeo Marchesi y Giuseppe Parini por Gaetano Monti, que se pueden admirar en la escalera monumental que conduce a la Pinacoteca.
Pinacoteca di Brera: entrada, puerta principal y pórtico.
Pinacoteca di Brera: entrada, puerta principal y pórtico.
pinacotecabrera.org
(...)El Chiarismo fue bautizado por la crítica Leonardo Borghese en 1935 como un movimiento de jóvenes que están interesados en un uso particular de la luz y el color. Las pinturas de los chiaristas eran intensas y delicadas en sus rasgos en los sentimientos y emociones que intentaban despertar.
ResponderEliminarAngelo Del Bon, Francesco De Rocchi, Cristoforo De Amicis, Umberto Lilloni, Adriano Spilimbergo y otros reintroducen los tonos claros y tenues después de los cupidos y las superficies casi esculturales del movimiento Novecento.(...)
www. newpettacoli.com