sábado, 9 de abril de 2016

Leo Vinci. Pensamiento e imagen

3 comentarios:

  1. Todo comparte una lógica.
    Está todo unido, de lo micro a lo macro, como señalan la física y la biología. Me gusta mucho leer de esas disciplinas, aunque no tengo formación para entender todo a fondo. De puro masoquista que soy sigo leyendo... Y algo me va quedando. Tengo varias obras con ese pensamiento de que todo está conectado.

    Incluso el arte y la ciencia...
    Tuve la suerte de tener una relación personal y epistolar con Ilya Prigogine, Nobel de Química del año 1977. En una última esquelita que me manda me dice: “Coincido con usted en que el arte y la ciencia tienen mucho en común”. Yo estoy convencido de esto, no encuentro que sean ámbitos opuestos sino que, al contrario, aquel que está en el mundo de la búsqueda, de la investigación, tiene la misma actitud que el creador en el arte, que tiene mucho de fantasioso, pero mucho de disciplina, a la vez juego y transgresión. Quien incursiona en la profundidad de la ciencia es el que cuestiona y transgrede, no porque niegue lo anterior, sino porque le suma una variante. En el arte pasa lo mismo: la transgresión es un camino que se abre, que no reniega de los grandes creadores sino que le aporta la huella de su tiempo y espacio.

    Exterior

    En el jardín de invierno del Museo Sívori hay más trabajos de Vinci, expuestos con luz natural. “En sí mismo es cómo me siento cuando me interrogo”, confiesa. También está la pieza que le valió un viaje a Grecia, Victoria sin alas, 1989: “La embajada de Grecia había lanzado el Premio El Espíritu de Grecia en 1990 y convocó a 14 escultores a hacer obra relacionada con ese país... Y la verdad es que esta escultura no tiene nada que ver con Grecia, pero yo quise ser irónico. Se llamaba, cuando la presenté, Victoria de Indameritracia. Indoamérica está atada, pero tiene un cuerpo fuerte. Como siempre insisto, la cabeza mira adentro y al cielo, y sus manos pretenden volar, como las alas de la Samotracia. Gané el premio y viajé. Fue hermoso, visité las islas. Hace dos años volvimos con una pareja amiga y recorrimos el continente... en carpa”. Un genio.

    En la tapa del catálogo hay una escultura. No una foto. Hay incrustado un relieve que imita al bronce. Con su mujer, dirigen el Taller de Arte Escultórico (www.artae.com.ar), dedicado a la reproducción de obras escultóricas, de todas las culturas, para empresas y particulares. “Tenía esa facilidad. Así como los pintores ponen un cuadro en la tapa, yo quise poner esta escultura”, explica. La obra es Deterioro y vuelo, 2011, una de las más recientes. “Lo rígido está deteriorándose. A medida en que esa estructura busca el cielo, empieza a tener alas, que no están todavía conformadas: tienen el peso de lo terrenal, pero seguramente van a terminar volando”, explica.

    Afuera, en el jardín, hay tres grandes esculturas de cemento directo, pintadas en colores vibrantes. Señala una tras otra y no puedo dejar de mirar su reloj renacentista. “Siempre me sentí muy admirador de Leonardo. Cuando llegó el momento de mi primera exposición, a los 27 años, tuve que decidir cómo firmar. No quería saber nada con firmar con mi nombre completo. Como mi mamá ya había fallecido, me atreví a decirle a mi papá que no podría poner mi nombre entero. Mantuve el apellido y me puse Leo. De no haber respetado tanto a mi padre, cosa de la que no me arrepiento, me habría puesto el apellido materno o cualquier otro”.
    www.cronista.com

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  2. LOS CAMBIOS SUFRIDOS FOR LA ESCULTURA DURANTE LAS PRIMERAS VANGUARDIAS DEL SIGLO XX

    llevado desde el bloque hasta la forma humana; una segunda etapa, en el
    transcurso de los sighs, a troves de alternativas de adoration, de admiration,
    de amor, de desprecio o de indiferencia, por grados sucesivos de erosion y des-
    gaste, la ird devolviendo poco a poco al estado mineral informe al que la habia
    sustraido su escultor." 6

    Ya en 1846, Charles Baudelaire habia criticado duramente la escultura o, mejor
    dicho, la estatuaria. En una critica a las obras de arte expuestas en el Salon de
    1846, afirmo que la escultura era un arte tan aburrido como brutal. Para este
    critico, la tosca materialidad de la escultura representaba un plagio a la misma
    naturaleza dado que "duplicaba literalmente en piedra la realidad, minimizando
    la imagination creadora del artista" 7 tambien la atacaba por su condition simbo-
    lica de 'estatua', que presuponia "conmemorar a dioses y heroes, algo imposible,
    apostillaba Baudelaire, para una sociedad secularizada como la contemporanea
    para la que ya no hay dioses o forman parte de un culto intimo o privado." 8

    Estas reflexiones esteticas que anuncian ya el fin del clasicismo hay que enten-
    derlas en un contexto social que Lewis Namier 9 llamo "momento unitario" y que
    surgio en Francia e Italia en el siglo XIX. Esta tendencia revolucionaria agrupaba
    nuevas corrientes de pensamiento filosofico, politico y artistico y se caracteri-
    zaba por una moderna conception del pueblo, de los conceptos de libertad y de
    progreso. Como afirma Mario de Micheli en su libro Le avanguardie artistiche del
    Novecento (1966), "las ideas liberales, anarquistas y socialistas impulsaban a los
    intelectuales a batirse, no solo con sus obras, sino con las armas en la mano." 10

    Asi pues, en un momento en el que el arte y la literatura funcionaban todavia
    como reflectores de la realidad, estas nuevas corrientes suponen un cambio deci-

    6 YOURCENAR, Marguerite, Le Temps ce grand sculpteur, 1983; ed. cast., El Tiempo, gran escultor, Altea, Taurus,
    Alfaguara, Santillana, Madrid, quinta edicion, 2002, ISBN 84-204-2498-6, p. 65.
    archive.org

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  3. Algunos que creen ser amos y que encuentran en un lenguaje

    de emisión universal el sostén de su servidumbre con las ligas de la ambigüedad.\"
    Pero nosotros tenemo\"s que vérnoslas con esclavos

    Lacan, Jacques


    \"Poesía, propiamente dicho, no es nunca meramente un modo

    más elevado del habla cotidiana. Al contrario, es más bien el hablar

    cotidiano un poema olvidado y agotado por el desgaste y del cual

    apenas ya se deja oír invocación alguna.\"
    Martín Heidegger

    El maestro Vinci, expresa, creo entender algo de la ineficacia del lenguaje para la expresión del contenido de sus obras.
    El significado definitivo no lo puede expresar la palabra, sólo constituye un sostén.
    Sólo la metáfora,(una cosa por otra), podría acercarse a su ser artístico, se convierte en "pobre, pequeño, fragmentario" un lenguaje figurativo.
    Tampoco las personas que se acerquen a sus obras podrán captarlo, plenamente,cada uno desde sus vivencias, de sus complejo proceso de pensamiento realizará las asociaciones, que le surjan no para comprender sino para sentir su obra, sus extensas ramificaciones y la fuerza del contexto político e histórico que las habita.
    Me gustó la que titula esta exposición: "Creando el pasado de las futuras generaciones" para la consolidación de una identidad nacional.
    Es fundamental, el legado de autenticidad, y no meramente un saber discursivo mentiroso y falaz.

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