viernes, 22 de abril de 2016

realismo y vanguardias 1925 1940 cap 9

2 comentarios:

  1. Artes plásticas en Córdoba
    Durante el siglo XX se produce un gran desarrollo de las artes plásticas en la provincia de Córdoba, desde el realismo y el hiperrealismo, el expresionismo moderado hasta lenguajes simbólicos de origen onírico. Las Bienales de Córdoba consistieron en importantes concursos internacionales.
    En Córdoba se destacan artistas como Lino Eneas Spilimbergo, José Américo Malanca, Mariana Accornero, Roger Mantegani, Angela Alonso, Carlos Alonso, Marcela Argañaraz, Pedro Pont Vergés, Olga Argañaraz, Tito Miravet, Patricia Avila, Sergio Fonseca, María Teresa Belloni, Eduardo Bendersky, Niní Bernardello, Ernesto Fariña, Natalia Bernardi, Fernando Fader, Vanesa Di Giacomo, Fernando Fraenza, Liliana Di Negro, Nicasio Alberto, Zulema Di Siena, Diego Cuquejo, Alejandra Escribano, Martiniano Scieppaquercia, Alejandra Espinosa, Eduardo Giusiano, Clara Ferrer Serrano, Antonio Seguí, Cristina Figueroa, Arando Sica, Susana Funes y José Aguilera entre otros.2
    Los pintores «Modernos»[editar]
    Los llamados «Pintores Modernos» de Argentina, es un grupo difícil de encasillar, que desarrollar un estilo constructivista no figurativo, pero sin ser realmente abstractos. En este grupo se encuentran artistas como Julio Barragán, Luis Seoane, Carlos Torrallardona, Luis Aquino, Atilio Malinverno y Alfredo Gramajo Gutiérrez.
    Arte abstracto[editar]
    La pintura abstracta en la Argentina, tuvo como precursor a Emilio Pettoruti, quien luego de estar once años en Europa, vuelve en 1924 y expone sus obras futuristas en el Salón Witcomb, causando un gran revuelo en el ambiente artístico porteño y Juan Del Prete (luego creador del futucubismo), pero comienza a desarrollarse como escuela en la década del 40, a partir del arte concreto. Entre los artistas más destacados se encuentran Tomás Maldonado.
    El Movimiento Madí[editar]
    Artículo principal: Movimiento Madí
    En 1946, derivado del arte abstracto, apareció en Buenos Aires el Movimiento Madi, «único movimiento cultural de repercusión internacional creado desde Buenos Aires».3 Fundado por Gyula Kosice y Carmelo Arden Quin, incluyó a artistas como Rhod Rothfuss, Martín Blaszko, Waldo Longo, Diyi Laañ.
    Galería de pinturas del siglo XX[editar]

    Corral de cabras (1926)
    Fernando Fader


    La fraternidad (1946)
    Demetrio Urruchúa


    Roberto Aizenberg con obra suya


    Marta Minujín, mural en el Canal 7 de Buenos Aires.


    Juan Batlle Planas, mural en el Teatro San Martín de Buenos Aires.


    Antonio Seguí, mural sobre José de San Martín en Boulogne-sur-Mer, Francia.


    Benito Quinquela Martín, La canción popular, casa de Juan de Dios Filiberto.

    es.wikipedia.org

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  2. Antonio Seguí: dos muestras recogen el ayer y el hoy de un grande del arte.


    Mercedes Pérez Bergliaffa
    ESPECIAL PARA CLARIN


    Soy un neomarginal, va a ser así toda mi vida. Nunca estuve realmente metido en la carrera de artista y me importa tres carajos todo eso", sostiene divertido y más allá de todo el pintor Antonio Seguí. "Forma parte de mi estructura interior", agrega. Y sigue caminando entre sus cuadros, telas repletas de pequeños personajes hormigueantes que llenan las salas del Centro Cultural Recoleta.

    Es allí donde se puede ver su exposición "15 años: 1992-2007", que incluye pinturas recientes y que se verá luego en el museo Castagnino de Rosario. Otra parte de su obra se verá, al mismo tiempo, en la muestra "Orígenes: La obra temprana de Antonio Seguí", que será exhibida en el Centro Cultural Borges. Allí habrá trabajos de cuando el artista estaba en sus comienzos y que son difíciles de hallar. No quedan dudas: desde hoy Seguí copa los mayores centros culturales de la ciudad y esto no es algo que pase desapercibido.

    Vestido como los personajes que dibuja, aunque con un exquisito calzado casi artesanal y un toque de color en el pañuelo, el pintor de 75 años viene haciendo lo mismo por décadas: pintar. "Sigo ejerciendo mi pasión, como cuando tenía 17 años, la única diferencia es que ahora aprovecho mucho más el tiempo porque los plazos se acortan",

    —¿Cuánto de francés hay en sus pinturas?

    —Yo creo que nada, o casi nada. Todo mi trabajo está relacionado con mi infancia aquí, en Argentina, es una reconstrucción histórica de mi infancia: los juguetes de madera recortada que compraba en las ferias, las páginas de las revistas Billiken, las tiras cómicas, las caricaturas políticas. Y las mujeres, que en ese entonces salían poco a la calle, sólo a hacer algún que otro mandado.

    Usando la sátira social, el pintor pasó de hacer obras neofigurativas en los 60 a ser, en los 80, un expositor de escenas urbanas. Fue entonces cuando comenzó a pintar al "Sr. Gustavo", un personaje que representa la alienación de las ciudades y desde el que reflexiona irónicamente. Seguí pinta repitiendo muchas veces esta figura, todo un universo de banqueros, jueces, militares, académicos, eclesiásticos y políticos, siempre vestidos de traje. La comedia del poder y de la falsa autoridad. La de la soledad urbana.

    "Mis cuadros no son narrativos, sólo inscribo elementos plásticos en ellos y dejo que el espectador arme su propia historia. O sea, a mí me interesa que el público que ve mis cuadros sea un público activo, que haga jugar la imaginación. Y resulta que los que mejor responden a esto son los niños. Son los que me hacen los mejores comentarios sobre mis trabajos", dice el pintor.

    —¿Cómo aprendió a pintar?

    —Trabajé con Ernesto Farina, un pintor cordobés que ya falleció. Farina había hecho el servicio militar con mi padre, que fue quien lo llamó para que me diera clases, porque veía que yo estaba muy decidido a hacer pintura y la única persona que conocía que pintara era Farina. El fue mi maestro. Con él aprendí a ver la pintura. Era un buen pedagogo.

    —¿Cómo le enseñaba?

    —Era muy simple: se imaginaba lo que yo quería hacer y me enseñaba los medios técnicos para hacerlo bien: trementina, tela en blanco. Todas esas cosas las aprendí en su taller. Era muy generoso. Y eso no es común.

    —¿A qué se hubiera dedicado si no hubiera sido pintor?

    —Bueno, ya no tengo posibilidad de elegir, es una pasión, algo que no puedo no hacer. Lo que yo hago no es trabajar, seria difícil buscar un sinónimo exacto para llamar a esto. Aunque podría haber hecho cocina, me encanta.

    Eso dice. Dice y se ríe otra vez. Y parece que hablara siempre guiñando un ojo. Como cuando pinta.




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