lunes, 28 de diciembre de 2015

MURIÓ ELLSWORTH KELLY, ARTISTA MINIMALISTA ESTADOUNIDENSE

Murió Ellsworth Kelly, el artista minimalista estadounidense

El hombre, nacido en las afueras de Nueva York, falleció este domingo, a los 92 años. Es conocido por sus cuadros abstractos, la simplicidad de las formas de sus esculturas y sus grabados de colores brillantes
Crédito: AP
Un informe del prestigioso diario estadounidense The New York Times cita a Matthew Marks, propietario de la galería homónima, en Manhattan, quien anunció la muerte del artista minimalista.
Kelly nació en Oradell, en las afueras del estado de Nueva York, y de joven estudió en el Pratt Institute, antes de ser enviado a Europa como conscripto en enero de 1943.
Tras abandonar el ejército, en 1945, estudió pintura en la escuela del Museo de Bellas Artes de Boston.
"Era muy tradicional. Siempre pintaba desnudos, sin color. Me gustaba Kandinsky. Quería hacer algo diferente", dijo en una entrevista este mes con con el diario británico The Guardian, en la que afirmó que continuaba trabajando en sus obras.
"Doy lo que tengo. Ya no puedo trabajar en cuadros muy grandes, por lo que las ideas se bloquean un poco", señaló.
Como artista, los años clave de Kelly transcurrieron en París, ciudad que había visitado durante la II Guerra Mundial y en la que vivió y estudió en 1948 gracias a subvenciones estadounidenses.
Calificado a menudo de minimalista, muchas de las pinturas de Kelly eran monocromáticas.

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1 comentario:

  1. Conocido como el gran maestro del movimiento Hard Edge (pintura abstracta con contornos bien definidos), el artista Ellsworth Ellis murió el pasado domingo en su casa de Spencertown, en el Estado de Nueva York, a los 92 años, según confirmó su galerista Matthew Marks. Considerado uno de los artistas más influyentes en el arte abstracto del siglo XX y codiciado por los coleccionistas, sus obras, sin embargo, no han protagonizado demasiadas exposiciones en todo el mundo, a diferencia de otros grandes artistas estadounidenses de la misma centuria, si bien los principales museos de arte contemporáneo cuentan con ellas entre sus fondos.

    Sus influencias eran muy eclécticas: desde el vuelo de las aves hasta sus trabajos como diseñador de camuflajes para el ejército estadounidense o sus creaciones de dibujos automáticos para los surrealistas.

    Expulsado del ejército estadounidense al final de la II Guerra Mundial, se inscribió en la Escuela de Artes Plásticas de Boston en 1945, pero pronto retornó a París, ciudad donde había luchado como soldado y donde se había deslumbrado con las telas de los impresionistas, y con los trabajos de Pablo Picasso, Constantin Brancusi, Jean Arp y Alexander Calder.

    Entregado a la abstracción y a la experimentación con el color, se movió fuera del gran peso que por entonces tenían los expresionistas abstractos norteamericanos. Lo suyo eran más juegos de formas geométricas en torno al color tomados de lo que veía ante sus ojos; las combinaciones de luces sobre el Sena, la configuración de las calles o las composiciones de las tuberías de agua en las fachadas de los edificios.

    En 1996 declaró al New York Times que por entonces se había dado cuenta de que no quería componer imágenes, sino encontrarlas. “Sentía que mi visión elegía aquello que debía mostrar. Para mí, la investigación de la percepción era lo más importante. Había mucho que ver y todo me parecía fantástico”. Esa observación de lo que tenía ante su vista le llevó a crear sus primeros paneles cargados de color y unidos al azar con los que sorprendió al mundo artístico gracias a una peculiar visión de la abstracción en la que cultura y escultura eran concebidas de manera complementaria.

    En 1951, protagonizó una gran exposición individual en París. La respuesta fue escasa y fue excluido de varias exposiciones colectivas. El fracaso coincidió con el final del dinero que todavía percibía como excombatiente, de manera que decidió retornar a Nueva York e instalarse en un estudio junto a Robert Indiana, Lenore Tawney, James Rosenquist y Agnes Martin.cultura.elpais.com

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