Alemania es una nación apasionada del fútbol. El entusiasmo en la población es enorme y los triunfos son elocuentes. Con tres títulos mundiales y tres europeos, Alemania figura entre las naciones más exitosas del mundo y se puede afirmar que el país lleva el fútbol en su corazón desde sus albores. Sin embargo, los primeros años no fueron nada prometedores, tal cual lo relata la película “Der ganz grosse Traum“ de manera impresionante y no exenta de humor. En tiempos del gran imperio alemán, solo aquellos con un carácter sólido estuvieron a favor de un deporte calificado como “enfermedad inglesa” y supieron imponerse con tacto y sutileza a los patrones psicológicos y conductuales de la sociedad.
“Quien vea la película, descubrirá cómo llegó el fútbol a Alemania. Nuestra intención era erigir un monumento a los pioneros del fútbol y explicar, al mismo tiempo, por qué tiene tanto éxito”, explicó Raoul Reinert, productor e impulsor de la idea, en una entrevista conFIFA World. “¿De dónde proviene realmente esta emotividad que muchos no logran explicarse? ¿De dónde emana este sentido de unidad, de solidaridad? ¿Qué provoca el fútbol en uno? Hemos intentado definir este sentimiento o, por decirlo así, explicar el corazón del fútbol“.
Y qué mejor forma de representarlo que con la historia del hombre que llevó el fútbol a Alemania. El centro de la trama lo ocupa el maestro Konrad Koch, quien vivió unos años en Inglaterra y que más tarde, en 1874, fue transferido al liceo alemán de Braunschweig. Además de llegar con toda una serie de experiencias y anécdotas, en el equipaje trajo también una pelota de cuero que presentó a sus estupefactos pupilos en la clase de gimnasia.
“¡Inténtenlo, déjense ir!”, les dice Koch, alias Daniel Brühl, a los alumnos. El escepticismo inicial se convirtió en una ola de entusiasmo imposible ya de dominar, a pesar de la oposición inicial en la Alemania de fines del siglo XIX contra este rudo deporte proveniente de Inglaterra.
Por meros motivos dramatúrgicos, los primeros 20 años del fútbol en Alemania se redujeron a un año escolar. Del mismo modo, el personaje de Konrad Koch y su entorno fueron adaptados al guión. Tanto es así que, en la película, el padre de Koch fallece en la guerra, mientras que en la vida real continuaba trabajando como maestro. El historiador futbolístico Malte Oberschelp constata que en “Der ganz grosse Traum“, Konrad se presenta con un carácter más progresista de lo que en realidad fue.
“En la película protagoniza el papel de un profesor de inglés moderno, prácticamente antiautoritario, que pretende romper con las anquilosadas tradiciones escolares alemanas. Además, figura como pacifista en un imperio de marcada mentalidad militarista. En realidad, Koch era una persona conservadora y patriota, que enseñaba latín y griego y cuyo empeño reformador se limitaba únicamente al fútbol y al críquet”.
Pero se trata de una película y no de un documental y, además, los documentos detallados sobre Konrad Koch, sus viajes y su trabajo como maestro fueron consumidos prácticamente en su totalidad por las llamas que devoraron el archivo de su escuela a comienzos del siglo XX.
Fuerte oposición   
Queda fuera de toda duda que el inicio del fútbol en Alemania se vio marcado por una fuerte oposición. A fines del siglo XIX, cuando se intensificaron las conquistas de nuevas colonias, la posición del pueblo alemán frente a Inglaterra tomó un cariz cada vez más crítico y, con ello, también la opinión respecto al “juego inglés”: el fútbol. Particularmente los gimnastas y las federaciones de profesores de gimnasia alemanes expresaron grandes reservas en cuanto al fútbol, considerándolo una “jugueteo grosero de piernas” o una “enfermedad inglesa”.
“Estaba prohibido bajo amenaza de multa que escolares y maestros jugaran al fútbol, y se tuvo que esperar hasta 1927 para que se autorizara el balompié en las escuelas bávaras”, explica Reinert. “Los críticos afirmaban que el fútbol discapacitaba a los jóvenes para servir en el Ejército y que comenzarían a rebelarse. Hoy día es prácticamente lo contrario: los padres inscriben a sus niños en clubes con la intención de potenciar su autoconfianza y desarrollar su espíritu de equipo”.
Konrad Koch nunca quiso sustituir la gimnasia por el fútbol. Al contrario, Koch consideraba el fútbol únicamente como una especie de complemento de las sumamente monótonas clases con aparatos de gimnasia. “No era la intención de Koch desarrollar el fútbol como deporte profesional, ni romper con las tradiciones de la sociedad, sino que consideraba el balompié como mero ‘juego de gimnasia’, una agradable alternativa para las precoces y cada vez más frecuentes visitas a los bares de los escolares“, señala Oberschelp.
Las reglas de juego alemanas   
Un año después de introducir el fútbol en su escuela en Braunschweig, Koch presentó las reglas del fútbol en alemán. Las reglas de Koch incluían estas cuatro palabras: “fresco-devoto-alegre-libre“, que fueron la impronta otorgada a la gimnasia por Jahn, “el padre de los gimnastas”, lo cual indicaba claramente que Koch entendía el fútbol solo como parte de la gimnasia y no como una alternativa a la misma.
A diferencia de la película, en sus inicios Koch puso en práctica en la vida real el rugby, incluso con un balón ovalado; solo durante el invierno se dedicaba a una forma mixta del “Association Football“. De ahí que en las reglas aún estaba permitido “recoger el balón“ con las manos en determinadas circunstancias. Únicamente pasado un tiempo comenzó Koch a regirse por las reglas del “Association Football“ inglés, jugándose al “fútbol sin las manos”. Más tarde se incluyeron el silbato y el penal.
La oposición de los nacionalistas alemanes contra el origen inglés del balompié reafirmaron los esfuerzos de Koch por traducir incluso los términos futbolísticos específicos al alemán para integrar así esta disciplina en Alemania. Para ello, utilizaba en parte la terminología militar, y términos como defensa, ataque, ariete, pena máxima, etc. continúan figurando en la terminología futbolística.
A fin de reducir al mínimo la oposición por parte de los nacionalistas alemanes, Koch fue incluso más lejos y criticaba vehementemente a futbolistas –incluso a los niños– que empleaban términos ingleses. En 1901, Koch escribió: “Todo espectador alemán de pura cepa ha de sentir el deseo de pegarle a estos muchachillos que utilizan palabras como “goal“ y “kick“, lo cual no es propio de un auténtico joven alemán”.
No contra el viento   
Existe un interesante paralelismo con las actividades médicas que realiza el Centro de Evaluación e Investigación Médica de la FIFA (F-MARC) en la actualidad. El Dr. Friedrich Reck, compañero de trabajo de Koch, tenía ya en cuenta los aspectos de saludables del fútbol desde los inicios del deporte, aunque los criterios relacionados con la salud de aquella época tuvieran poco que ver con los de la actualidad. Una de las reglas estipulaba que al elegir el terreno de juego, se habrá de tener en cuenta que ningún escolar deba correr contra el viento. Además, ningún escolar podía quitarse la camiseta sin previa autorización; si el estudiante llevaba una camisa de franela, estaba permitido.
Incluso la formación del equipo figuraba en las reglas de Koch. Se jugaba un exquisito fútbol ofensivo con el sistema 2-3-5, es decir, con cinco atacantes, algo prácticamente inconcebible en la actualidad.
Sin embargo, independientemente de las reglas aplicadas, los pioneros del fútbol estaban convencidos de que el fútbol unía a los escolares. Pobres, ricos, inteligentes o menos dotados, todos jugaban juntos en el mismo equipo, y únicamente unidos podían lograr un buen resultado. En la película, el hijo de una familia obrera –marginado al inicio– halla su lugar en la clase y el reconocimiento de sus compañeros de escuela de buena familia gracias al fútbol. Con este ejemplo, se muestra lo que es capaz de ofrecer el fútbol: “Celebrar triunfos conjuntamente; espíritu de equipo o –como diría Koch– compañerismo. Ese es posiblemente el secreto del enorme éxito del fútbol“, conjetura Reinert.
Los primeros clubes   La historia de los clubes de fútbol alemanes forma igualmente parte de la historia de Koch. En 1875, funda el primer club alemán de fútbol para escolares en Braunschweig. Tres años más tarde, siguieron clubes en Hannover y Bremen, abiertos también a no escolares, en los cuales, sin embargo, se jugaba también al rugby. El primer club puramente futbolístico fue el FC Germania de Berlín, fundado en 1888. Y en 1895 se creó finalmente el primer club de fútbol de Braunschweig para adultos.
No obstante, Koch había pensado que el fútbol era únicamente para gimnastas, los cuales, empero, lo rechazaron con pocas excepciones. El éxito del fútbol comenzó a florecer en los clubes deportivos. “Por paradójico que resulte, Koch rechazaba el fútbol –constata Oberschelp–. En las encendidas discusiones entre gimnastas y deportistas de aquella época, por lo general Koch tomaba partido por los gimnastas. Se oponía igualmente a las camisetas coloridas que los futbolistas vestían en sus clubes según el ejemplo inglés, así como a partidos contra equipos extranjeros, entrenamientos, grandes masas de espectadores y, ante todo, al profesionalismo“.
Para comprender el desarrollo y el éxito comercial del fútbol, se debe considerar naturalmente a otros pioneros además de Koch, tal cual lo señala Reinert: “Koch fue el primero en introducir el fútbol en las escuelas y en fundar el primer club escolar. Asimismo, fue el primero en traducir las reglas del inglés. Otro pionero y pilar de la exitosa historia del balompié en Alemania fue Walter Bensemann, quien, al contrario de Koch, reconoció tempranamente el potencial unificador y cada vez más comercial del fútbol mediante partidos entre selecciones nacionales y su marcado carácter transfronterizo“.
Bensemann fue en 1900 uno de los fundadores de la Asociación Alemana de Fútbol y, poco tiempo después, dio vida a la revista de fútbol “Kicker”, de enorme reputación hasta nuestros días. Sin embargo, el filme trata sobre la vida de Konrad Koch, el hombre que puso la primera piedra para el futuro éxito del fútbol en Alemania gracias a su espíritu pionero.
Una historia digna de contar   
La película está en cartelera desde hace algunas semanas en Alemania y Austria. La actual selección nacional alemana acudió a una presentación conjunta en febrero pasado con el actor principal Daniel Brühl, quien describe la película como una mezcla de las cintas “El milagro de Berna” y “El club de los poetas muertos”.
“Para mí es mucho más emocionante encontrarme con toda la selección alemana que, por ejemplo, con la Canciller Federal Angela Merkel o con una estrella de cine de Hollywood. Soñaba con esto desde mi niñez”, comentó Brühl, visiblemente emocionado, en una entrevista con la Asociación Alemana de Fútbol, señalando igualmente que su primer “encuentro” con Konrad Koch fue “muy embarazoso“.
“Siempre estuve convencido de ser un hincha con un increíble conocimiento futbolístico. Pero cuando me di cuenta que no sabía nada de Konrad Koch, el hombre que trajo el fútbol a Alemania, me sentí como un candidato de ¿Quién quiere ser millonario? que fracasa en la pregunta de los 500 euros”, apuntó Brühl. Tampoco sus amigos, apasionados del fútbol, conocían a Koch, lo que representó un pequeño consuelo para Brühl.
La película no conmovió únicamente a los jugadores de la selección alemana, sino que también los propietarios de los cines alemanes están entusiasmados con ella; las críticas son positivas y el filme obtuvo tres nominaciones en el Deutscher Filmpreis 2011 (el festival de cine alemán), entre otras, como mejor película. Además, se presentará al público de todo el mundo en el Festival de Cannes. “Me sorprende que hasta la fecha no se rodara ninguna película sobre este personaje tan interesante. Después de todo, su vida es una historia digna de contar“, comentó Daniel Brühl al final del rodaje. Con ello refleja el sentimiento de miles de hinchas de fútbol… no solo en Alemania.es.fifa.com