jueves, 15 de diciembre de 2011

RIMBAUD:UN VOLCÁN DE "MÚSICA ATONAL"POR TOMÁS BARNA

Rimbaud: Un Volcán de "Música Atonal"
en Busca de lo Desconocido
Por Tomás Barna    
"Ver lo invisible, oír lo inaudible". "Mediante la poesía llegar a lo desconocido". Estos pensamientos claves de Baudelaire se consuman en los poemas de Rimbaud. Sus Palabras Surgen como lava de un volcán en demoníaca erupción lanzándose fuera de la realidad, transfigurándose en imágenes. Lo "desconocido", en Rimbaud, es un polo de tensión, y su percepción poética penetra en el misterio a través de una realidad conscientemente hecha trizas. El núcleo de su percepción no es el yo empírico, porque en su lugar actúan fuerzas subterráneas capaces de imponerse con violencia. Sólo con ese impulso se puede palpar lo desconocido. Y este movimiento interior del ser, él lo ha expresado así: "Porque yo... es OTRO". Cuando la hojalata se despierta en forma de trompeta, no hay que echarle la culpa. Yo estoy presente al despertar de mi pensamiento; yo lo contemplo, yo lo escucho. Trazo una línea con el arco, y la sinfonía se mueve en la profundidad. Es un error decir: pienso. Habría que decir: "me piensan". Estamos, pues, en el tobogán desde donde la poesía moderna se habrá de zambullir en el caos del subconsciente. Por eso Rirnbaud —como Nerval y Lautréamont— será considerado por los surrealistas como uno de sus tres grandes ascendientes. El impulso poético, en Rimbaud, comienza su actividad mutilándose, afeándose el alma, haciendo cristalizar la crueldad en su obra creadora —como lo hiciera en nuestro siglo Artaud—.    La poesía que nace de semejante operación es un lenguaje nuevo, un "lenguaje universal" —como lo denomina Rimbaud—. Es un tejido desprovisto de forma, compuesto por elementos disímiles: "extrañeza, arbitrariedad, asco y embeleso". La belleza y la fealdad poseen el mismo valor, se hallan al mismo nivel. Todo reside en "la excitación y en la música". Rimbaud menciona —en su poesía— la música, y lo hace sin cesar: "la música desconocida"; la música que oye "en castillos hechos de huesos"; "en la canción de acero de los postes de telégrafo"; en "el canto claro de la nueva desgracia"; "en la música más intensa donde se aniquiló el sufrimiento meramente armonioso" (aquí se manifiesta su ruptura con el romanticismo). Y esto es evidente porque cuando su poesía hace cantar a los seres y a las cosas, suenan gritos y rugidos que se intercalan en la canción y el canto, creando así una música disonante.
    En UNA TEMPORADA EN EL INFIERNO, bajo el título de "Alquimia del Verbo", Rimbaud escribe: "Yo ajustaba la forma y el movimiento de cada consonante, y —con ritmos instintivos— me enorgullecía de inventar un verbo poético accesible a todos los sentidos". Mediante esa "magia verbal" logra enriquecer de matices a las vocales y nos permite captar las afinidades que establece entre las consonantes a lo largo de sus poemas. Y llega al colmo de la audacia cuando su voluntad de crear efectos sonoros domina a tal extremo sus poemas, que la frase surgida de esta búsqueda pierde todo sentido o adquiere una significación absurda, como es el caso de "Un hidrolato lacrimal lava", o "Mi triste corazón babea en la popa". Esto nos remite a la música atonal: la disonancia, creada por la contradicción entre el absurdo del sentido y la potencia de las sonoridades, permanece íntegra. Y un ejemplo aún más claro lo hallamos en esta frase del poema "Metropolitano" de ILUMINACIONES: "... et les atroces fleurs qu'on appellerait cceurs et soeurs, dames damnant de langueur" ("... y las atroces flores que llamaríamos corazones y hermanas, damas condenando de languidez"). Se advierte que resulta prácticamente intraducible, no sólo por lo absurdo en sí del original sino porque pierde vigencia la elaboración del lenguaje, de neto cuño musical. Esta frase es una sucesión abstracta de asonancias y aliteraciones. Rimbaud margina la coherencia, la lógica, creando sonoridades a fin de destruir la significación de las imágenes surgidas, Y es así como nos hace sentir que lo desconocido yace oculto en lo más profundo de la materia. Rimbaud ha descubierto que lo desconocido es inherente a la realidad sensible y que si a dicha realidad la desembarazamos del lastre de los hábitos e ideas preconcebidas. encontramos en ella la vibración de lo maravilloso.
    Rimbaud ha llegado, así, a "crear forma y materia" —como lo expresó Sartre—. Y poseyendo el poder de un vidente, consumó su desprendimiento de lo sensible al captar la unidad de las cosas, sintiéndolas en él, identificándose con ellas. De tal modo alcanzó —mediante la expresión poética— las regiones del silencio más puro.
www.lamaquinadeltiempo.com

2 comentarios:

  1. Vocales
    [Poema: Texto completo]
    Arthur Rimbaud

    A negro, E blanco, I rojo, U verde, O azul: vocales
    algún día diré vuestro nacer latente:
    negro corsé velludo de moscas deslumbrantes,
    A, al zumbar en tomo a atroces pestilencias,

    calas de umbría; E, candor de pabellones
    y naves, hielo altivo, reyes blancos, ombelas
    que tiemblan. I, escupida sangre, risa de ira
    en labio bello, en labio ebrio de penitencia;

    U, ciclos, vibraciones divinas, verdes mares,
    paz de pastos sembrados de animales, de surcos
    que la alquimia ha grabado en las frentes que estudian.

    O, Clarín sobrehumano preñado de estridencias
    extrañas y silencios que cruzan Mundos y Ángeles:
    O, Omega, fulgor violeta de Sus Ojos.
    ciudadseva.com

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  2. «Nos dejaremos seducir por las Flores del mal de Baudelaire, las Iluminaciones de Rimbaud, las odas de Keats y los fantasmas de Poe entre otros», anunció sobre la sesión Ouija su ideóloga, Violeta Niebla. «Se trataba de romper con el recital clásico de poesía en el que todo el mundo acaba bostezando. Ya nos fue muy bien con la misa poética que realizamos el año pasado. En este caso puede ser que haya gente que tenga miedo y no venga pero también contamos con el morboso y el curioso. Puede pasar cualquier cosa pero fundamentalmente queremos reivindicar la poesía en nuevos formatos, más atractiva», defendió.

    El médium que hará las veces de maestro de ceremonias es el polifacético artista Rafael Robles Rafatal que se apoyará en una camada de jóvenes visionarios ya introducidos en los sinuosos caminos de la rima para glosar a los grandes cadáveres de la lírica más críptica. «Dirigiré la mesa y daré la palabra y pediré la participación de los presentes en la sala. Es una actividad en la que estoy encantado de formar parte», confesó Rafatal.

    Los esotéricos poetas y poetisas llamados a estar en la mesa 'jugando' son; María del Mar Suárez, Inma Bernils, Beatriz Ros y Thäis Cuadreny. Junto a ellos también estará el sonido de un violín, a veces, y de quizá más instrumentos intermediadores de Luz Prado y Anabel Pez. «Puede ser que también haya aparecidos del mundo de la música», agregó Niebla. El teatro o los muertos vivientes serán cosa de los aparecidos; Alessandra García y Simón Burgfuente.

    La poesía asegurada tiene versos de Baudelaire, por ejemplo, en 'El amor y el cráneo'. «Y oigo al cráneo, a cada burbuja/ Rogar y gemir:/-«Este fuego feroz y ridículo,/ ¿Cuándo acabará?/ Pues lo que tu boca cruel/ Esparce en el aire,/ Monstruo asesino, es mi cerebro,/ ¡Mi sangre y mi carne!».
    www.elmundo.es

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