Quevedo 1580- 1645 AGUJA PARA NAVEGAR CULTOS La aguja de navegar cultos con la receta para hacer soledades en un día de 1631. Satírica embestida contra los poetas que usan el lenguaje Gongoriano o culterano. Quien quisiera ser culto en un solo día La jeri aprenderá gonza siguiente: fulgores arrogar jóven presidente candor construye métrica armónica; por mucho, si no purpuracía neutralidad conculco;erige mente, pulso,estento,librar adolescente, señas, traslada, pira frustra arpía; cede, impide cisura petulante palestra, libia, meta, argento alterna, si bien disuelve émulo canoro. Use mucho de líquido y de errante, su poco de nocturno y de caverna, anden listos livor, adunco y poro, Que ya toda Castills, con solo esta cartilla se abrasa de poetas babilosos, escribiendo sonetos con fusiones; y en la Mancha, pastores y gañasos, atestadas de ajos las barrigas, hacen ya cultedades como migas. Quiero quedar bien con Quevedo. Puede darse cuenta ¡
El trabajo del maestro payanés consiste en alienar en estructuras los objetos con que topa. Contrario a los objetos de la vida cotidiana, ofrecidos al desgaste, los de Negret nos parecen siempre intactos, recientemente publicados. Eso es lo que en verdad nos preocupa: siempre hemos llegado tarde al universo de Negret.
ResponderEliminarPero regresa a Colombia; se instala en Bogotá para recuperar el gusto por lo arcaico, por los objetos livianos del arte precolombino, por la sapiencia de los incas, los trazos animales y la morfología de Los Andes. Es el último período del artista, cuando los materiales en conflicto resuelven abrazarse como dos hermanos ya rendidos, y la Metamorfosis de Seúl saluda la trayectoria viva de un maestro.
Los colombianos se pueden dar el gustazo de tener entre los suyos a uno de los escultores más interesantes de la esfera artística internacional. Impone por igual sus caprichos al acero, al bronce, al aluminio; los manipula como a virutas de madera; los tuerce como si fueran caramelo y los suelda, finalmente, de un golpe.
Con Edgar Negret entramos de lleno en el arte más moderno: el de la producción tecnoindustrial; menos dualismos; nada de un contenido anterior que se expresaría por un medio impuro, vicario y segundo como el del tema: producción en acto, producción de producciones. Último avatar de su trabajo, que traza los segmentos y las virtualidades de todos los objetos existentes y aún por existir, para esbozar el horizonte de una escultura todavía posible.
Ya se hable del bronce de sus poetas más queridos, de Cabo Kennedy o del Vigilante celeste, de sus series de escaleras y de máscaras, de sus metamorfosis o de sus navegantes, se trata siempre de Negret, de su rostro que nos mira, como cortado a escuadra detrás de cada obra.
Dibujar me encantaba. Desde que me acuerdo tuve lápiz en la mano y unas tijeras, porque una de mis aficiones era la de recortar papeles.
Edgar Negret
Citado por Daniel Samper Pizano en
Negret: nada que ocultar