Juan Lecuona at Jorge Mara La Ruche, Buenos Aires (July 2011)

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  1. 29/07/2011 - 17:47 Clarin.comRevista ÑArte
    Cuantas más veces vuelvo a pintar un cuadro, más imágenes aparecen que me resultan interesantes", explica Juan Lecuona, sobre sus misteriosas obras tapadas con veladuras de pintura, expuestas actualmente en la galería Jorge Mara-La Ruche. "Me pasó que a veces, durante el proceso de pintar, me ponía un poco nervioso. Pensaba: estoy tapando tanto...", confiesa el propio artista desde San Pablo, en entrevista telefónica con Ñ. Es este desarrollo, el de dibujar una base para después pintarla encima una y otra vez –para después negarla intencionadamente–, el que recuerda en la obra de Lecuona a los procesos de otros artistas, como Mark Rothko, Alfred Leslie o Clyfford Still; no sus obras, sino sus métodos. No su mística, sino su poder de reflexión a través de la materia, de la pintura. "Reafirmamos el plano pictórico", decían ellos. "Empleamos la forma plana porque rechaza el ilusionismo y revela la verdad". La intención, en estas obras del aquí y ahora de Lecuona, es "pintar, pintar y pintar", como una búsqueda personal por la negación de las figuras reconocibles y a través de la afirmación del mundo interior. Eso sí: el árbol genealógico de nuestro artista tiene raíces en ese lejano expresionismo abstracto de Rothko y amigos, en la geometría abstracta de los concretos y neo-concretos locales, en algunas tramas de los ópticos y los pop, y hasta en el suprematismo, constructivismo y neo-plasticismo –antiguos, pero siempre vigentes– de los rusos y europeos. Ellos promovían, entre otras cosas, la abstracción geométrica –"el cuadro no tiene que representar algo identificable con la realidad"–, la supremacía de "la nada" y la construcción de un universo sin objetos. Lecuona siguió, entre la diversidad de tendencias posmodernas de los 80, las que derivaban de una u otra manera de estas vanguardias.

    Las obras de la muestra pueden dividirse en dos grupos: las realizadas sobre bastidor y las realizadas sobre papel. Aunque el artista prefiere decir que "son el mismo conjunto de obras pero detenidas en momentos diferentes". Es verdad que las mismas estructuras subyacen, como dibujo, como composición primera, en todos los trabajos; pero en las pinturas con veladuras blancas las estructuras están cubiertas. Por eso es en las obras sobre papel, donde pueden verse con claridad los juegos geométricos y las líneas enlazadas como en una ronda; y los colores de cada forma brillando, plenos.

    Las obras sobre papel comprenden impresiones y grabados. Monocopias. "Son trabajos surgidos un poco por azar, de los papeles con los que usualmente limpio la matriz" (la base –chapa, madera o polímero– que se utiliza para grabar una imagen).
    Estas obras tienen planos rectangulares de distintos tamaños, monocromos, y a veces contienen tramas superpuestas o limitadas entre sí. Aparecen nucleados en algún rincón de la composición, como pequeñas masas o bases de monumentos sin héroes pero con líneas. Una, dos, tres formas cayendo desde lo alto, haciendo piruetas en círculos, ondulando; inclinándose o escalando estos no-monumentos escalonados. Son pequeñas formas –graciosas, espiraladas, esparcidas– que se sienten libres, lúdicas.

    "El papel tiene una gracia –explica el pintor–, absorbe el soporte, muerde otra cosa. Sobre él la pintura reacciona de otra manera. Eso le da una música, un movimiento que no tiene la tela; porque la tela, al pintar una y otra vez sobre el mismo lugar, cada vez muerde menos."
    Existe un secreto común, detrás de todos estos trabajos de Lecuona; es ése que queda al descubierto en las obras sobre papel, pero que se oculta parcialmente en las otras, en las pinturas sobre bastidor. El secreto surge de los puntos de unión de las líneas que se entrecruzan, que trazan una composición, una voluntad. Es la línea, dibujada a veces con lápiz, a veces con carbón, el tesoro mejor escondido.

    (...=)

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  2. sU PREOCUPACIÓN ES, LO QUE TAPABA EN SUS OBRAS, LAS VELADURAS. EN UNA ÉPOCA DE LA HISTORIA ARGENTINA QUE, SE TRATABA DE TAPAR, DE ESCONDER. REVELANDO LA ESTRUCTURA DEL APARATO PSÍQUICO, CONSTITUIDO POR UNA FALTA.En una retrospectiva de su obra que abarca desde el año 1984 hasta el 2014, este artista muestra como sus trabajos emergen de múltiples modos las estrategias de fragmentación y recomposición de lo representado.
    LOGRA, QUIZÁ EL EQUILIBRIO BUSCADO, ALLÁ POR 1984, CON SUS TAPADURAS. SE TRATABA DE DESTAPAR, DE HABLAR DE MOSTRAR.



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