martes, 1 de mayo de 2018

El sirviente

1 comentario:

  1. "El psicoanalista toca el hecho simple de que el lenguaje antes de significar algo, significa para alguien. Por el mero hecho de que está presente y escucha, este hombre que habla le habla, y dado que hace que su discurso carezca de significado , queda lo que el hombre quiere decirle . Lo que dice puede "no tiene sentido" lo que éldice que hay uno. (...) Así la intención resulta, en la experiencia, inconsciente como expresado, consciente como reprimido (...) El oyente entra allí en situación de interlocutor. Este rol, el sujeto le pide que lo mantenga, implícitamente primero, explícitamente pronto. Silencioso, sin embargo, y sigiloso hasta las reacciones de su rostro, poco identificado con el resto de su persona, el psicoanalista se niega pacientemente. ¿No hay un umbral donde esta actitud debe detener el monólogo? Si el sujeto persigue, es en virtud de la ley de la experiencia; pero ¿siempre se dirige al oyente verdaderamente presente o al fantasma del recuerdo, el testigo de la soledad, la estatua del deber, el mensajero del destino? En su reacción incluso al rechazo del oyente, el sujeto traicionará la imagenque él lo sustituye. Por su petición a través de sus imprecaciones, por sus insinuaciones por sus provocaciones y sus artimañas por las fluctuaciones de la intención que busca y los registros de analistas, inmóvil, pero no impasible, le comunica su dibujo esta imagen. "

    Jacques Lacan , "Más allá del principio de la realidad", 1936, Ecrits , I, Seuil, p.82-83 www.franceculture.fr

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