DE EL ARTE ROMÁNTICO POR CHARLES BAUDELAIRE
a Obra y la Vida De Eugene Delacroix
De El Arte RománticoPor Charles BaudelaireTraducción de Nydia Lamarque 1º edición, 1961, México, Editorial Aguilar.
Señor:
Quisiera una vez más, una vez suprema, rendir homenaje al genio de Eugène Delacroix, y le ruego que tenga a bien recibir en su periódico estas pocas páginas en las que trataré de resumir, tan brevemente como me sea posible, la historia de su talento, la razón de su superioridad, que no ha sido aún suficientemente reconocida a mi parecer
(...) Pero en fin, señor, dirá usted sin duda, ¿qué es ese no sé qué de misterioso que Delacroix, para gloria de nuestro siglo, ha expresado mejor que ningún otro? Es lo invisible, es lo impalpable, el ensueños nervios, el alma; y lo ha hecho —obsérvelo bien, señor— sin más medios que el contorno y el color; lo ha hecho mejor que nadie; lo ha hecho con la perfección de un pintor consumado, con el rigor de un literato sutil, con la elocuencia de un músico apasionado. Por lo de más, uno de los diagnósticos del estado espiritual de nuestro siglo es que las artes aspiran, si no a suplantarse unas a otras, al menos a prestarse recíprocamente nuevas fuerzas.
Delacroix es el más sugestivo de todos los pintores, aquel cuyas obras, aun eligiéndolas entre las secundarias y las inferiores, despiertan más el pensamiento y traen a la memoria la mayor suma de sentimientos y de pensamientos poéticos ya conocidos, pero que creíamos enterrados para siempre en la noche el pasado.
Delacroix es el más sugestivo de todos los pintores, aquel cuyas obras, aun eligiéndolas entre las secundarias y las inferiores, despiertan más el pensamiento y traen a la memoria la mayor suma de sentimientos y de pensamientos poéticos ya conocidos, pero que creíamos enterrados para siempre en la noche el pasado.
(...) Pese a su admiración por los fenómenos ardientes de la vida, jamás será confundido Eugène Delacroix con esa turba de artistas y de literatos vulgares cuya inteligencia miope se abriga tras la palabra vaga y oscura de realismo.
Y ahora, señor, me permita usted que me cite a mí mismo, pues una paráfrasis no equivaldría a las palabras que escribí antaño, casi bajo el dictado del maestro:
"La naturaleza no es más que un diccionario, repetía frecuentemente. Para comprender bien la extensión del sentido implicado en esta frase, hay que figurarse los corrientes y numerosos usos del diccionario. Buscamos ahí el significado de las palabras, la generación de las palabras, la etimología de las palabras, en fin, extraemos de él todos los elementos que componen una frase o un relato; pero nadie ha considerado jamás el diccionario como una composición, en el sentido poético de la palabra. Los pintores que obedecen a la imaginación buscan en su diccionario los elementos que se acomodan a sus concepciones; y aun, ajustándolos con cierto arte, les dan una fisonomía totalmente nueva. Los que no tienen imaginación copian el diccionario. De lo cual resulta un enorme vicio, el vicio de la trivialidad, que es más particularmente propio de aquellos pintores cuya especialidad está más cerca de la naturaleza llamada inanimada, por ejemplo los paisajistas, que consideran generalmente como un triunfo no demostrar personalidad. A fuerza de contemplar y de copiar, se olvidan de sentir y de pensar..."
Y ahora, señor, me permita usted que me cite a mí mismo, pues una paráfrasis no equivaldría a las palabras que escribí antaño, casi bajo el dictado del maestro:
"La naturaleza no es más que un diccionario, repetía frecuentemente. Para comprender bien la extensión del sentido implicado en esta frase, hay que figurarse los corrientes y numerosos usos del diccionario. Buscamos ahí el significado de las palabras, la generación de las palabras, la etimología de las palabras, en fin, extraemos de él todos los elementos que componen una frase o un relato; pero nadie ha considerado jamás el diccionario como una composición, en el sentido poético de la palabra. Los pintores que obedecen a la imaginación buscan en su diccionario los elementos que se acomodan a sus concepciones; y aun, ajustándolos con cierto arte, les dan una fisonomía totalmente nueva. Los que no tienen imaginación copian el diccionario. De lo cual resulta un enorme vicio, el vicio de la trivialidad, que es más particularmente propio de aquellos pintores cuya especialidad está más cerca de la naturaleza llamada inanimada, por ejemplo los paisajistas, que consideran generalmente como un triunfo no demostrar personalidad. A fuerza de contemplar y de copiar, se olvidan de sentir y de pensar..."
En palabras de Walter Benjamin: " Baudelaire fue un agente secreto, un agente de la insatisfacción secreta de la clase a la que pertenecía respecto de su propio dominio. La clase burguesa, que, en Francia, después de la derrota de la Revolución de Febrero comenzó a perder definitivamente se fue perdiendo su función política progresista de otro tiempo, con el bonapartismo alcanzó una forma del dominio político directo bajo cuyo amparo la sociedad industrial de competencia se fue transformando para adoptar su forma característica del auge del capitalismo. Baudelaire logró expresar más de su época que lo enunciado por cualquier otra creación literaria de temática social.
ResponderEliminarWalter Benjamin, "El París de Baudelaire", Buenos Aires, Eterna Cadencia Editora, 2012
"El 28 de julio de 1830 los revolucionarios liberales franceses derrocaban al rey Carlos X y provocaban la coronación de Luis Felipe de Orleans, el llamado Rey Burgués. Este episodio será el protagonista del cuadro más famoso de Delacroix, la Libertad guiando al pueblo, obra con cierta dosis de alegoría que recoge un hecho contemporáneo. La mujer que representa a la Libertad aparece con el torso desnudo, porta en su mano derecha la bandera tricolor y en la izquierda un rifle. Le acompañan miembros de las diferentes clases sociales - un obrero con una espada, un burgués con sombrero de copa portando una escopeta, un adolescente con dos pistolas, etc. - para manifestar que en el proceso revolucionario ha existido amplia participación. A los pies de la Libertad, un moribundo la mira fijamente para señalar que ha merecido la pena luchar. Con esta obra, Delacroix pone de manifiesto su ideología y su faceta de pintor de su tiempo. La composición se inscribe en una pirámide cuya base son los cadáveres que han caído en la lucha contra la tiranía, cadáveres iluminados para acentuar su importancia. La vorágine de la batalla se manifiesta en la polvareda que difumina los contornos e impide contemplar con claridad el grupo de figuras que se sitúa tras la Libertad. Los escorzos y el movimiento de la imagen vuelven a recordar el Barroco, igual que en la Matanza de Quíos o la Muerte de Sardanápalo. Fue presentado al Salón de 1831 y adquirido por Luis Felipe para el Museo Real."
ResponderEliminarFuente: www.artehistoria.com
Los símbolos de la Revolución son la bandera tricolor, la escarapela del caído.
ResponderEliminarMenos obvias son las botas gastadas del soldado muerto, la figura vulnerable y medio desnuda que posiblemente representa a Francia, y la personificación femenina de la libertad.
El brazo de la Libertad , su cuerpo y el arma forman un grupo de líneas que van hacia delante con fuerza y que se repiten en el cuerpo del niño y en las armas de las figuras.
La luz se proyecta desde la parte superior izquierda e incide sobre la Libertad y las figuras estiradas de la izquierda. La luz que atrae la mirada del observador por todo el cuadro y vincula a la Libertad con la multitud, permiten que se distingan los rostros, las figuras y los detalles.
este es el resumen completo?
ResponderEliminary la idea principal es?
este es el resumen completo?
ResponderEliminary la idea principal es?
En este blog, los artículos que se publican están abiertos No hay conclusiones cerradas y terminales. Grac
EliminarGracias por participar Participe, si lo dese. Graciad
EliminarEsperaba que la escribieran,
ResponderEliminar"será pintor, el verdadero pintor, aquel que sepa arrancar a la vida actual su lado épico y hacernos ver y entender, con el color y el dibujo, cuán grandes y poéticos somos con nuestras corbatas y nuestras botas acharoladas".
ResponderEliminarBaudelaire no fue un incondicional del realismo a la Courbet, a quien le falta, según su opinión "lo eterno y lo inmutables", la parte de la imaginación y lo sobrenatural.
Henri Fantin-Latour - “Homenaje a Delacroix” (1864, óleo sobre lienzo, 160 x 250 cm, Museo d'Orsay, París)
ResponderEliminarEl pintor francés Fantin-Latour, conocido sobre todo por sus impresionantes bodegones de flores, realizó cuatro grandes retratos de grupo de artistas, críticos y escritores de su tiempo. Ayer vimos el más famoso de ellos, “Un taller en Batignolles” (http://is.gd/oXlciP) y he pensado que no sería mala idea comentar los cuatro, para buscar diferencias y puntos en común (entre el primero y el último transcurrieron casi veinte años).
Este que veis aquí es el primero que pintó. Como indica su título, es un homenaje a Eugène Delacroix,el gran pintor romántico, que había fallecido el año antes. Muchos de los artistas “modernos” de la segunda mitad del siglo XIX sentían devoción por Delacroix, al que consideraban un genio incomprendido. Fantin-Latour pinta aquí a varios de los admiradores del artista reunidos alrededor de su retrato (un retrato póstumo que tuvo que realizar a partir de una foto).
En estos cuatro retratos, el artista utiliza predominantemente tonos oscuros y contrastados, tratando de emular a los pintores holandeses del siglo XVII. El único detalle de color son las flores que ha colocado bajo el retrato de Delacroix. Los diez personajes están juntos, pero no revueltos. Se nota que los ha pintado por separado porque no tienen relación entre sí (en vez de mirarse unos a otros, siete de ellos dirigen su vista hacia nosotros). A diferencia del cuadro de ayer, no acaban de quedar integrados en la escena.
¿Quién es quién? De izquierda a derecha, los cuatro que están sentados son el novelista Edmond Duranty, el propio Fantin-Latour (que se autorretrata con la paleta en la mano y una camisa blanca, para que se le vea bien), el escritor Jules Champfleury y el poeta Charles Baudelaire. Y los seis que están de pie son Louis Cordier, el pintor y escultor Alphonse Legros, James McNeill Whistler (el guaperas que está de espaldas y se gira hacia nosotros), Édouard Manet (con las manos en los bolsillos), el pintor Félix Bracquemond (conocido sobre todo por ser el marido de la pintora impresionista Marie Bracquemond) y Albert de Balleroy, un pintor amigo de Manet.
www.elcuadrodeldia.com
Unknown, si usted lo desea publique Decidi3 que las publicaciones, en este blog, se encuentran abiertas. Nuevas ideas pueden ampliarlos Gracias por participar.
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