Las Bibliotecas, como todos sabemos, cumplen la función de conservar y custodiar los libros. Tienen una antigüedad de más de cuatro mil años de historia desde la creación de los primeros pergaminos y tablillas escritas. En sus orígenes nacieron como Archivos en los templos de las ciudades mesopotámicas, donde se registraban y guardaban los hechos relacionados con la actividad religiosa, política, económica y administrativa del estado, encargándose de ellos los escribas y los sacerdotes. Los documentos se consignaban en escritura cuneiforme y en tablillas de barro, un soporte incómodo y pesado, pero que ha permitido su conservación. Destacaron especialmente las bibliotecas-archivo de Mari, Lagash y Ebla, así como la del rey asirio Assurbanipal. En el Antiguo Egipto existían ya las Casas de los Libros , archivos para la documentación administrativa y las Casas de la Vida , que eran verdaderos centros de estudios para lo...