Lo que los mosaicos romanos revelan sobre el arte antiguo Mosaico de Bailarines Báquicos, Hatay, Turquía. Tiempo estimado de lectura: 6 minutos • Última actualización: 02.20.19 Los mosaicos romanos se componen de imágenes geométricas y de figuras creadas por arreglos de pequeñas piezas de piedra y vidrio. Las formas más tempranas de mosaicos grecorromanos fueron concebidas en Grecia a fines del siglo V aC Aunque los griegos refinaron el arte de los mosaicos figurativos incrustando guijarros en el mortero, los romanos ampliaron esta técnica establecida, usando teselas, cubos de piedra, cerámica, o vidrio: para formar diseños intrincados y coloridos. Hoy en día, estas obras ofrecen una imagen vívida de la antigua vida romana; un vistazo a las actividades cotidianas de una antigua civilización que incluyó concursos de gladiadores, deportes y agricultura, al mismo tiempo que sirve como documentación de artículos cotidianos com...
El cuerpo se esconde, reaparece, vuelve, se oculta, su armonía se aumenta con el "humo universal".
ResponderEliminarEl cuerpo cono sustancia gozante: hipokéimenon (el sustrato). Las pulsiones son montajes donde algo se satisface, algo del goce del cuerpo, sustancia gozante. Hay signos de que él goza.(Aristóteles). No hay forma de evitar esta fórmula extraordinariamente reducida: que debajo hay algo, un hypokéimenon que debemos distinguir de cualquier esencia. Dice Aristóteles en la "Metafísica", Ousía significa los cuerpos simples como la tierra, el fuego, el aire, Se llaman ousía porque no se predican de un sujeto. Ousía es también la causa inmanente de un sujeto.
El sustrato hypokeímenon es la materia prima,un esto,un principio de individuación, aquello de la cual nada se predica.
El cuerpo significantizado es substancia gozante. Cuando se trata de goce, no hay creación ex-nihilo sino transformación
(...)el arte tiene humanidad, es decir, un sentido real profundo. Hay que decir (y por lo que antecede puede comprenderse bien) que tal honda realidad que el artista presta a su obra no es dada a ella por voluntad del artista: pasa al plano del arte, valga decir, en un terreno puramente estético; no entonces por lo figurativo de sus obras, sino por valores absolutamente plásticos; por lo abstracto de la forma y el color, por el ritmo, por la materia plástica empleada. Lo humano estará en el tono y en la calidad, que determinarán la categoría de la obra, en la visión del mundo interno que nos manifieste, en la vida y en la fuerza que surja de su conjunto y en el equilibrio y armonía de sus partes, y jamás en la representación. Por esto el arte no imita, no copia, crea.
ResponderEliminarJoaquín Torres García, "Lo humano en el arte"