viernes, 13 de septiembre de 2013

IMPRESIONES EN FACEBOOK DE UN EXQUISITO CRÍTICO MADRILEÑO/ LUIS FRANCISCO PÉREZ

Dulce Nocturno de Ramos Mejía Nº 14

Impresiones en Facebook de un exquisito crítico madrileño
"Algunos quieren un texto (un arte, una pintura, lo que sea, pero 'creación') sin sombra, separado de la 'ideología dominante', pero es querer un texto, un arte, sin fecundidad, sin productividad, un texto estéril, como el mito de la Mujer sin Sombra. El texto (el arte) tiene necesidad de su sombra: esta sombra es un poco de ideología, un poco de representación, un poco de sujeto: espectros, trazos, rastros, nubes necesarias. La subversión debe producir su propio claroscuro."
Roland Barthes, El Placer del Texto
(he de confesar que me fascina la expresión "un poco de sujeto", tan inteligentemente humilde, tan elegante y precavida, tan conocedora, en definitiva, de los peligros -estéticos- que acarrea la inflación de un Sujeto que se auto presenta con la brutalidad y grosería de su propio Absoluto. ¿Y qué decir de la no menos hermosa frase de "la subversión debe producir su propio claroscuro", que parece estar diciéndonos de la importancia de escenificar (eso es, de 'teatralizar') lo 'ilegible' de toda creación artística, como si ese caravaggiesco fundido en negro, o ese claroscuro, fuera la cifra de todo aquello que no hemos podido decir, que no lo podremos decir jamás. Pero lo hemos intentado.)
por Luis Francisco Pérez
ramona.org

2 comentarios:

  1. Quisiera referirme,a la expresión: "un poco de sujeto", "la subversión debe producir su propio claroscuro".
    Quizá torpemente, ya que me evocó a Lacan, en su brillante escrito: "Subversión del sujeto y dialéctica del deseo en el inconsciente freudiano" Que se encuentra en el tomo II de sus Escritos. Siempre es bueno volver a él, releerlo y descubrir siempre algo nuevo. Intentaré expresar algo, y, recurriré a citas de este texto.
    Hasta Freud las referencias siempre fueron al sujeto del cogito cartesiano y, al sujeto absoluto de Hegel. Es aquí cuando irrumpe la palabra de Freud desmoronando la "conciencia de sí o autoconciencia -selbstebbenusstein-la secuencia dialéctica de una fenomenología del espíritu que Hegel reposa sobre el pre-supuesto de un Saber Absoluto.
    El sujeto del inconsciente freudian es un sujeto que opera con su propia pérdida porque no colma ninguna falta en el Otro, ya que es la pérdida de una de sus partes por la cual se encuentra en dos partes constituido.
    Es una escisión que sufre por su subordinación al significante que remite siempre a otro significante; designándose-entonces-como un sujeto de lenguaje. Aparece en el lapsus, en un "lugar irremediablemente estrafalario que el inconsciente mantiene con sus raíces lingúísticas".
    "Se concibe mejor en nuestra deducción que haya habido que interrogarse sobre la función que sostiene el sujeto del inconsciente, al observa que es difícil designarlo en ninguna parte como sujeto de un enunciado, por consiguiente como articulándolo, cuando no sabe ni siquiera que habla. De donde el concepto de pulsión donde se lo designa por una ubicación orgánica, oral anal, etc.,que satisface esa exigencia de estar tanto más lejos del hablar cuando más habla".
    Para concluir cito palabras de Barthes del texto citado: "El placer en pedazos; la lengua en pedazos, la cultura en pedazos". No se trata de lo Absoluto ni de ninguna totalidad o de algo integral.

    ResponderEliminar
  2. (...)Su filosofía es así a la vez filosófica y teológica (3). Pero siendo, una y otra cosa no es ni la una ni la otra. No es una filosofía en el sentido tradicional porque no opera con la noción de un Espíritu abstracto distinto de la realidad y de la acción naturales y sociales. No es simplemente materialista o idealista. Y tampoco es una teología pues si bien ésta habla de un espíritu real y concreto, lo sitúa sin embargo fuera del hombre y del mundo. La filosofía de Hegel es el Saber Absoluto, que supera tanto la forma filosófica abstracta (idealismo o materialismo) como la concepción religiosa (teológica o mística). En ella el Hombre se revela a sí mismo como el ser esencial del mundo, como Espíritu Absoluto (como hombre divino singular (el individuo) y como hombre divino universal (la comunidad) (Fenomenología del espíritu, pág. 304» como individualidad singular-universal (4). El espíritu aparece como el saber de sí de la humanidad, y este saber de sí debe tener como objeto ‑como conciencia‑ la historia efectiva (5). Para la conciencia religiosa la salvación está en un más allá, en una trascendencia; el saber de sí es un saber enajenado, un saber de un Ser que no es ella, un saber que es también absoluto pero bajo la forma de la representación, un saber que no es un saber de sí. El saber absoluto es un saber de sí que es idéntico a su operación (a su acción.(...)
    Héctor Raurich, El saber absoluto

    ResponderEliminar