lunes, 11 de mayo de 2015

Fotografías: Miriam Vega

5 comentarios:

  1. "El cuerpo expuesto" es una serie fotográfica ilimitada continuamente en proceso donde la palabra "exposición" cumple sus dos posibles facetas.

    Este proyecto nace a partir de un Foto-diario llamado "Bragasraras" donde comencé a experimentar con la visión que tengo de mi misma.
    Esta progresión fotográfica establece un ensayo con la propia identidad donde reflexiono mi feminidad, mi ubicación social, narrando la composición de mi día a día.

    Cuerpo como factor condicionante, cuerpo como molde incierto.

    Analizo como se desarrolla y resuelve, que diálogos establece con la vulnerabilidad desde la existencia unipersonal y qué relaciones enmarca con el entorno.

    A través del autorretrato y la introspección, en esta obra se establece un diálogo con el espectador para exponer todas esas cuestiones utilizando la imagen como narración en primera persona.

    Mi trabajo pretende buscar en el observador un choque comunicativo, donde la imagen femenina no sea sinónimo de maternidad ni de sexualidad sino la de un cuerpo digno de ser vivido.

    Octubre de 2013 miriamvega.es


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  2. Foucault (1966) “topía despiadada”, omnipresente mapa de lenguajes cifrados, no es sino hasta un cierto tiempo, después del nacimiento, que adquiere presencia en la mente del ser. Nos recuerda este pensador que también como palabra que apunta a la unidad corporal del sí mismo, es de aparición tardía en nuestra civilización. Proveniente del latín, se la utilizaba para designar al cadáver, y en los poemas homéricos, por ejemplo, no se hablaba de cuerpo como totalidad, sino de brazos, piernas, pechos; miembros fragmentarios.

    Tejido de sangre y carne, espacio conmensurable que nos contiene y separa de otros; cuerpo mirado, hablado, tocado, atravesado desde afuera, empujado desde adentro, desde el cual también miramos, hablamos, tocamos, sufrimos, gozamos… Cuerpo significado, subjetivado ¿cómo y por qué deviene objeto?
    Empujado desde adentro, como si fuese una interioridad cerrada,formando un gran ruido repetitivo en la carne y en el hueso, provocando sucesivamente aplastamientos amontonados de discursos aplastados unos contra otro, ante la mirada propia y la ajena? de la cámara. Constituyen un soporte artístico que Orlan no tuvo, debió recurrir a múltiples intervenciones.La escena hizo cuerpo, grito, murmullo, relato con una forma instalada en un centro, madre? .que dirige a todas las demás glándulas, de secreción interna? para ser mostrada al mundo, y en tanto pulsional es silenciosa, es mirada. Hay una ignorancia un -no saber- una incógnita ligada al cuerpo.
    En el terreno artístico vemos también resurgir esta disociación con algunos casos donde la dimensión simbólica del cuerpo es abolida y la acción se instaura en su lugar. Ejemplos sobran, basta con pensar en Gina Pane y su “martiriología”, Orlan y sus experimentos en el rostro, Stelarc y las suspensiones, Flanagan perforándose el pene con un clavo o cosiéndose los genitales, o en Schwarzkogler, Muehl o Brus, el más provocador de estos accionistas vieneses, quien se abría la carne y hurgaba en sus heridas mientras gritaba “uno se hace artista para insultar a su familia”. Todos evidencian una suerte de cosificación e instrumentalización de sus cuerpos, esos en los que las investiduras libidinales parecerían no existir ni haberse tatuado nunca. Este último artista, en una entrevista del diario El País de España (2005), declaraba: “el cuerpo humano como soporte, material, trazo de la obra de arte, debía ser degradado, envilecido e incluso mancillado en un proceso de política de la experiencia”.

    En un acto de exorcismo público y social, a través de la creación artística, Louise Bourgeois expone cuerpos mutilados en un gesto desesperado, ella que tanto supo de psicoanálisis, por preservar algo de su integridad yoica siempre al borde del precipicio. A diferencia de los anteriores artistas y siendo el cuerpo el protagonista en todos, no escoge el propio sino sustitutos para su representación. Creo percibir en esta artista un recorrido distinto; hay en ella distancias y guiños a la sublimación en el que el delicado uso de las metáforas queda establecido prestando servicio al yo y a la defensa de la vida.
    Walter Benjamin (1968), sostenía que ninguna obra de arte trata de atraer la atención del hombre,” ningún poema está dedicado al lector, ningún cuadro a quien lo contempla, ni sinfonía alguna a quienes la escuchan” (pag.109).Sin embargo, todo acto humano nace del vínculo con otro y guarda para siempre en su seno la relación con él. En los ejemplos citados, tales afirmaciones quedan confirmadas: ¿cómo sobrevivir entonces a la ausencia del otro en tanto remitente y , aún mas, como destinatario?

    El enigma precede a la palabra. Antes de ésta, sensaciones difusas y dispersas conforman la experiencia. El sostén, la voz, el arrullo, la caricia, el contacto del otro, la organizan y sedimentan. Estos cuerpos no hablados, hechos a pedazos y a la medida, no parecen haber sido bañados por el otro ni encontrados por el yo.
    Erferencia: criticalatinoamericana.com/2011

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  3. gracias por este guiño a mi trabajo.. es una sorpresa encontrase. abrazos.

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  4. gracias por este guiño a mi trabajo.. es una sorpresa encontrase. abrazos.

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  5. Gracias, por reparar en el mismo. Voy agregando comentarios a medida que tengo referencias y conocimientos.
    Abrazo
    Martha Dicroce

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