La Bienal de La Habana, entre el premio y el castigo
A Gabriel Orozco le ha sido concedido el Doctorado Honoris Causa de la ISA - Universidad de las Artes de Cuba mientras que a Tania Bruguera las autoridades cubanas la han vuelto a detener.
- Gustavo Perez Diez
Desde diciembre, Bruguera se halla retenida en La Habana a la espera de un jucio que aclare su situación. Esto ha provocado la creación de una plataforma en contra de la Bienal, en la que figuran destacados curadores como Octavio Zaya, Pablo León de la Barra o Cuauhtémoc Medina.
Si la recién inaugurada XII Bienal de La Habana lleva por título "Entre la idea y la experiencia", éste bien podría esta virando, a la luz de los acontecimientos producidos en los últimos días, por otro que rezara "Entre el premio y el castigo".
Pablo León de la Barra, Tania Brugera y Gean Moreno, delante de la Casa de Bruguera en La Habana. Cortesía Facebook Pablo León de la Barra
MENCIONES
Y esto, es así, ya que mientras que al artista mexicano Gabriel Orozco (Jalapa, 1962) le laurean, a la artista cubana Tania Bruguera (La Habana, 1968), la han vuelto a detener.
Al primero, quien participó en la pasada Bienal habanera con una intervención y taller en la ISA - Universidad de las Artes de Cuba, le ha sido concedido -junto al estadounidense Joseph Kosuth, el italiano Michelangelo Pistoletto y el francés Daniel Buren- por esta institución académica el 'Doctorado Honoris Causa' por sus acciones artísticas, a las que la ISA considera "entre las más representativas del arte latinoamericano de los años 90".
En cuanto a Bruguera, que en diciembre de 2014 fue detenida por su performance 'El susurro de Tatlin', celebrada en la Plaza de la Revolución de La Habana, ha vuelto a ser nuevamente detenida, el pasado día 22 de mayo, esta vez, por realizar, en su casa de La Habana Vieja, una lectura de 100 horas de la obra 'Los Orígenes del Totalitarismo' de la filósofa política alemana Hannah Arendt.
Desde diciembre, Bruguera se halla retenida en La Habana a la espera de un jucio que aclare su situación.
En relación a este tema, el medio chileno Artishock se hace eco de un artículo publicado en ArtNet por el curador chileno Christian Viveros-Fauné (Santiago de Chile, 1965), quien forma parte de la plataforma en contra de la Bienal "Entre la censura y la represión", en la cual también figuran otros destacados curadores, críticos de arte, artistas y galeristas, como el español Octavio Zaya (Las Palmas de Gran Canaria, 1954), la guatemalteca Regina José Galindo (Ciudad de Guatemala, 1974), el puerrtorriqueño Jesús Bubu Negró (San Juan, 1975) o los mexicanos Pablo León de la Barra (Ciudad de México, 1972), Pablo Helguera (Ciudad de México, 1971) y Cuauhtémoc Medina (Ciudad de México, 1965), entre otros
En dicho artículo titulado "La 12º Bienal de La Habana: Boicot o Maratón de compras", Viveros alude al enfriamiento en la denuncia del caso Bruguera por parte de "muchos críticos normalmente abiertos a regímenes represivos, como Corea del Norte, Arabia Saudita y Rusi", quienes según el curador, "han optado por permanecer extrañamente silenciosos ante la cuestión de Bruguera...." y da como una de las razones "lo que un artista cubano se refiere como la esperada 'explosión de coleccionistas estadounidenses que vienen a comprar'.
Asimismo, el portal de la Colección Cisneros invitó, recientemente, a varios artistas y curadores a debatir sobre este tema en "La Bienal de La Habana: ¿participar o boicotear?", entre ellos el curador argentino-peruano Gustavo Buntix (Buenos Aires, 1957), a favor del boicot -leer noticia relacionada- y el artista conceptualista uruguayo Luis Camnitzer (Lübeck, 1937), quien, al contrario, lo rechaza abiertamente.
Camnitzer, amigo personal de Bruguera y que ha tomado parte en otras ediciones de la Bienal, es uno los 300 artistas de 45 países que participan en la XII edición, teniendo una exposición individual en la Casa de las Américas, una de las instituciones de mayor prestigio cultural de Cuba.
Así las cosas, la Bienal que debería ser un evento de celebración, ahora que las relaciones diplomáticas entre la isla y los EE.UU. se han reestablecido, se ha convertido, por contra, en un campo de batalla entre dos facciones.
www.arteinformado.com
NATACHA HERRERA
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En Cuba, abrir un micrófono en la Plaza de la Revolución para que la gente hable libremente durante un minuto es un pecado. Desde 1959, como los hechos lo demuestran en estas largas décadas, los únicos que pudieron y pueden hacerlo son Fidel y Raúl Castro, o quienes ellos determinen. Que una simple ciudadana cubana haya intentado lo impensable, aunque infructuosamente, sitúa a Tania Bruguera frente al régimen como la oveja descarriada más atrevida de estos momentos, sobre todo por la reacción mediática que la artista genera inmediatamente.
La osadía del anunciado performance de Bruguera El susurro de Tatlin #6 del 30 de diciembre del 2014 dejó una ola represiva en la isla, medio centenar de activistas y opositores detenidos, incluyendo a la propia artista, y a otros en reclusión domiciliaria. En 24 horas, Bruguera fue arrestada tres veces.
El costo personal de tratar de ejercer su derecho a la libre expresión en su país natal no se hizo esperar. El gobierno cubano le ha retenido su pasaporte y le prepara un caso legal. La penitencia gubernamental también podría costarle a Bruguera el no poder asistir a la Bienal de Arte de Venecia del 2015, que se inaugura el 9 de mayo, y en la cual este año solamente hay dos artistas cubanos invitados, Ricardo Brey y ella. Ninguno de los dos reside en el país.
El pasado viernes 13, Bruguera hizo una invitación pública para un conversatorio en su casa. También convidó –por correo electrónico– a funcionarios del Ministerio de Cultura, para que le explicaran cuáles eran los argumentos oficialistas vertidos sobre su persona y su obra en esas instituciones culturales. Antes de la reunión, saliendo del hogar de su madre, se le acercó una persona presentándose como de la “Federación del bloque”, quien le advirtió que no quería problemas, que esa zona siempre había sido muy tranquila. Luego, al llegar Bruguera a su casa, otras cuatro personas — para ella desconocidas — identificándose como de los “Factores” le dijeron que no podían salir a la calle a crear escándalo, según informó en Facebook su hermana Deborah Bruguera.
Los funcionarios gubernamentales no se presentaron al conversatorio. Asistieron artistas, curadores, alumnos, periodistas independientes y activistas civiles. Bruguera hizo un recuento cronológico de todo lo sucedido desde el 30 de diciembre hasta la fecha. Los materiales publicados por la plataforma #YoTambiénExijo estuvieron disponibles para que los participantes pudieran copiarlos.
“Con censura una sociedad no puede crecer, porque les castra a sus ciudadanos las alternativas para pensar y actuar libremente. El arte es muy complejo, puede gustarte o no, eso no importa. Las valoraciones se las dejamos a los críticos”, dice a El Nuevo Herald el Consultor de arte Manuel González. “Tania Bruguera es la hija bastarda de Marina Abramovic y Ai Weiwei, histriónica como la primera, y misionaria y rebelde como el segundo”, agrega González.
En estos meses de cautiverio en la isla, Bruguera se mantiene activa, tocando las puertas posibles para lograr la liberación del grafitero Danilo Maldonado Machado, conocido como “El Sexto”, quien se encuentra preso en la cárcel de Valle Grande desde finales de diciembre por pintar, como parte de un performance, los nombres Raúl y Fidel a sendos cerdos,que pretendía pasear por el Parque Central. Bruguera lo visitó en el penal, grabó la conversación con “El Sexto” y luego la publicó en las redes sociales. En declaraciones de Bruguera al sitio Diario de Cuba, anunció que intercedería por el grafitero ante el artista oficialista Kcho, quien es diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular, y también un creador.
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