LEANDRO BERRA / AUTORRETRATO
Autorretrato, que luego se convierte en una fotografía-Memorias de una falta
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El principio, el umbral del mundo visible es lo especular. Un hombre que se anuda la corbata todas las mañanas frente a un espejo; puede interrogarse, ¿Quién es ese que está enfrente?, que tan mal anuda su corbata ? El yo es otro. Ya lo expresó Rimbaud en un bello poema. Esa imagen ortopédica del yo nos construyó en nuestro mundo imaginario(imagen).
El tema es, qué sucede ante la aparición de lo no-especularizable. De ahí la diferencia entre lo que ven cuando se miran al espejo y cuando se ven en una foto. Hay extrañeza.
Ante el trabajo de Leandro Berra, confieso que me angustié; la angustia, Lacan la estudia como el único afecto posible.
"Es lo que no engaña". ¿Qué es lo que no engaña?, el amor es engañador y engañado. El deseo es engañado y embaucado. La angustia señala un resto, un goce que no se deja atrapar por el significante.¿Por qué no puede reconstruir el rostro de sus amigo? Desde dónde mira el fotógrafo a su amigo? Ya no es la mirada del militante, del compañero de estudio. La mirada es desde otro lugar ex-terno. No constituye una mirada especular. No hay identificación posible.
Existe una identificación simbólica un eje que conecta el yo imaginario (y) y su otro imaginario i(o)-para lograr identidad propia a un Otro simbólico, entre el yo ideal y el ideal del yo.
La identificación es al rasgo, esto quiere decir, quizá a una cierta falta, debilidad o culpa del otro. No significa a lo mejor del otro.
Para citar un caso, interesante, la mirada de Brueghel es, una mirada externa que tiene la aristocracia sobre el idilio campesino, no la mirada que tienen los propios campesinos sobre su vida.
Lo mismo sucede con la elevación stalinista de la dignidad de la "gente trabajadora común"socialista: esta mirada idealizada de la clase obrera pone en escena para la burocracia gobernante del Partido-sirve para legitimar su mandato.
Las burlas a la gente común y pequeña; al mostrar sus manos indignas, la futilidad de sus sueños...este gesto es más cómodo que burlarse de la burocracia gobernante.Películas de Milos Forman.
Las clasificaciones de las clases sociales señalada con el pulgar hacia abajo, para indicar el acceso a clase media baja; o, peor el uso de los cubiertos, clasificados según su uso, por las distintas clases sociales. Provienen de una mirada de arriba, O, también -de acuerdo a los sucesos que acontecen-¿Desde dónde hemos de mirar a los niños para que nos parezcan objetos a los que molestar y burlarnos de ellos, y no frágiles criaturas que necesitan protección?. Esto lo produce la distancia sádica con respecto a los niños.
Referencia: Slavoj, Zí´zek, "El sublime objeto de la ideología", Buenos Aires, siglo veintiuno editores, 2003-
El cuerpo y el objeto en el estadio del espejo
ResponderEliminarEn el texto de 1949 Lacan plantea el cuerpo desvinculado del proceso de maduración. Se trata del dominio imaginario del cuerpo prematuro que se avanza sobre dominio real y lo condiciona, es decir, tiene efectos formadores sobre el organismo. Es la idea de que el desarrollo se hace desde una estructura que no es la estructura anatómica y que marca un estilo, es decir, un goce. Se hace evidente la diferencia entre organismo y cuerpo visual, hiancia que Lacan señala, pues esa imagen no incluye los órganos.[2]
Se trata del cuerpo como totalidad que se visualiza. Es una Gestalt plana, simétrica e invertida. Hay que recordar que en este momento para Lacan existen la satisfacción simbólica del reconocimiento y la satisfacción imaginaria que cubre lo que se llama goce[3]. La libido tiene estatuto imaginario y se halla en relación con el yo interpretado a partir del narcisismo que es tomado en el estadio del espejo. Efectivamente, la imagen tiene efectos formadores sobre el yo y el goce del cuerpo y los objetos es imaginario. Por eso Lacan señala que esta aventura imaginaria estructura el conjunto de la vida fantasmática.
Se halla en primer plano el esquema L y el predominio del eje a-a’ que es el eje del goce. En este paradigma la disyunción entre el significante y el goce se expresa en la distinción entre el yo y el inconsciente.[4]
Es el Otro el que realiza la primera atribución que permite la identificación del sujeto en el estadio del espejo. Miller[5] señala que "En el fondo, Lacan comenta en su primera clínica, el goce del semblante propio en el espejo y no tanto del cuerpo propio." Efectivamente el júbilo que se registra en el sujeto da cuenta de ese goce. Hay que recordar que aquí i(a) soporta no sólo el amor sino el mundo de los objetos y es el principio del ser en el mundo visual.[6]
La definición de inconsciente es que el mismo es imaginario y el concepto operatorio es la imagen, tal como señala Miller en su Curso de este año(...) Por Hebe Tizio
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“… el ser está perdido en el basurero del Otro.”
ResponderEliminarJ. Lacan, Seminario La Identificación
Toda la batería significante se halla confrontada a este rasgo único, en la medida en que, en rigor, podría ser sustituida a todos los elementos de lo que constituye la cadena significante, soportar esa cadena por sí sólo y simplemente, por ser siempre el mismo.
Es un trazo único, absolutamente despersonalizado, soporte de todo significante. Es en este punto no mítico, sino perfectamente concreto, de identificación inaugural del Sujeto al significante radical que se constituye la Identificación que es el Ideal del Yo. Ese Uno es el instrumento de esa identificación. A ese rasgo está enganchada la cuestión de la garantía, de su función, de eso a lo que sirve ese significante en el advenimiento a la verdad. Este Rasgo Unario es toda la batería en serie, cada uno. La función de la unidad del significante es no ser sino diferencia. El trazo, el Uno, la muesca. La muesca que muy antiguamente los hombres hacían en las paredes, o en los huesos de los animales que cazaban, la marca: I = (un jabalí), II = (dos jabalíes).
En los animales regresa el rasgo del Ideal. Ideal que es identificación a un rasgo, tal como Freud lo plantea en Psicología de las masas y análisis del Yo, bajo la forma de la segunda especie de identificación a la que denomina regresiva porque está ligada a un abandono de objeto al que define como objeto amado y que va desde la mujer hasta los libros raros, pasando por los animales (el perro, el gato: ese duelo “difícil”). Luego habla de la primera identificación, diferente de la elección de objeto, que se produce sobre el fondo de la asimilación devorante. (Con significantes de lo anal: masoquismo-sadismo). Y luego habla de la tercera, que es al deseo: la identificación histérica.
Recordaré sólo que las identificaciones no forman una clase aunque lleven el mismo Nombre (aquí no está el Yo Ideal, por ejemplo, que es una identificación. Se trata de La función de la identificación, no de una clasificación).
¿Por qué las Imagos se han banalizado? (interroga Lacan) ¿Es sólo por alguna especie de efecto de familiaridad? Hemos aprendido a vivir con esos fantasmas, nos codeamos con el vampiro, el pulpo, respiramos en el espacio del vientre materno, al menos por metáforas. ¿Es eso solamente aquello por lo cual nuestro dominio parece doblegar el uso instrumental de esas imágenes como reveladoras?
Seguramente no es sólo por eso, porque proyectadas en las creaciones del arte, guardan aún su fuerza, no sólo golpeante sino críticas, esas imágenes guardan algo de su carácter de burla o alarma. Están, como las sombras del infierno, prestas a surgir, escenificando el automatismo de repetición.
¿Qué es un Nombre Propio? Su función: El término nombre propio, en griego onoma, traducido al latín: nomen propium, significa un nombre “genuino”, o más genuino que otros. “Nombre”, es una palabra más antigua que “palabra”. Toda sociedad humana, por primitiva que fuese, no careció de una palabra para “nombre”: decimos, al decir Nombre, que existe algo a lo cual un determinado signo sonoro corresponde, algo que fue el fons et origo del nombre, algo que proporciona su raison d etre.Norma Gentili www.imagoagenda.com