Manuel J. Borja-Ville
Director, Museo Nacional, Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS)
Ha sido un lujo que D.Manuel J. Borja-Villel (Burriana, 1957), me prestara un poco de su tiempo para esta entrevista, os puedo asegurar que su cordialidad, entrega y sencillez han traspasado todas mis expectativas, y estamos orgullosos en 967arte de contar con sus reflexiones en torno al mundo del arte.
D.Manuel J.Borja, se licenció en Historia del Arte en la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Valencia en 1980. En 1981-1982 fue Special Student en la Yale University y obtuvo una beca Fullbright en 1981-1983. En 1987 hizo un Master of Philosophy del Departamento de Historia del Arte de la City University of New York y en 1988-1989 obtuvo la beca Kress Foundation Fellowship para Historia del Arte. En 1989 realizó el Doctorado en Filosofía en el Departamento de Historia del Arte de la Graduate School of the City University de Nueva York. Ha escrito sobre Rodchenko, expresionismo abstracto, Bourgeois, Brassaï, Giacometti y arte español contemporáneo, entre muchos otros.
Borja-Villel fue director del museo de la Fundació Antoni Tàpies de Barcelona desde su inauguración, en junio de 1990, hasta julio de 1998. En esta institución organizó exposiciones como Els límits del museu y La ciutat de la gent, así como muestras de los artistas Louise Bourgeois, Brassaï, Marcel Broodthaers, Lygia Clark, Hans Haacke y Krzysztof Wodiczko, entre otros.
Desde el mes de julio de 1998 hasta enero de 2008 fue director del Museu d’Art Contemporani de Barcelona (MACBA). Entre las exposiciones que presentó en el MACBA destacaron las dedicadas a Vito Acconci, El Lissitzky, Öyvind Fahlström, Peter Fischli & David Weiss, Robert Frank, David Goldblatt, Luís Gordillo, Raymond Hains, Richard Hamilton, William Kentridge, Perejaume, Michelangelo Pistoletto, Gerhard Richter, Martha Rosler o Antoni Tàpies. Algunas exposiciones claves que dirigió en dicho Museo son: Antagonismos, Campos de fuerzas. Fases del cinético, Arte y Utopía. La acción restringida, Un teatro sin teatro y Bajo la bomba. El jazz de la guerra de imágenes transatlántica. 1946-1956.
Desde enero del 2008 es director del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS), donde ha programado exposiciones como Nancy Spero; Deimantas Narkevicius; Manhattan, uso mixto; Georges Vantongerloo; Desvíos de la Deriva; Paul Thek; Nuevos Realismos (1957-1962); Miralda; Martín Ramírez; Leon Ferrari y Mira Schendel; Atlas. ¿Cómo llevar el Mundo a cuestas?; Thomas Schütte; Val del Omar; Principio Potosí; Hans-Peter Feldmann o Elena Asins, entre muchas otras.
Antoni Barroso Vega
ENTREVISTA EXPRÉSS-ARTE
- ¿Qué es el arte?
El arte es una práctica social y cultural cuyo significado se ha visto modelado históricamente, entendiéndose hasta hoy según los parámetros que se definieron durante los siglos XVIII y XIX, simultáneamente a las revoluciones burguesas y proletarias, como un espacio de emancipación y de ensayo de alternativas poéticas al status quo. Contemporáneamente, el arte se ve de nuevo en la encrucijada de redefinirse en un contexto en el que sus rasgos diferenciales como la creatividad, la imaginación y la autonomía de la producción, se han expandido a muchos otros ámbitos del trabajo. El arte ya no tiene formatos o géneros delimitados sino que habita y se vehicula por cualquier medio o técnica. Esto lo amplifica, pero a la vez lo sitúa en un lugar inestable y en continua negociación.
- ¿Cuál crees que debe ser su función?
Como cualquier artefacto cultural complejo, tiene múltiples funciones, a veces contrarias entre sí, que van desde la estética, la política, la mercantil y hasta la decorativa. La principal de ellas varía con la situación y la voluntad del artista o colectivo, pero podría definirse en términos generales como una proposición poética que desestabiliza los códigos convencionales de la experiencia y genera una diferencia significativa que te lleva a resituarte ante el mundo y ante los demás. De ahí radica su importancia y su potencia en un mundo que tiende a diluir todas las diferencias en un único canal de uso y consumo.
- ¿Por qué decides dedicarte al mundo del arte?
Inicialmente por un impulso que podríamos describir como irracional, una tendencia o una vocación, que, sin embargo, va tomando forma y orientaciones específicas a partir de mi trayectoria vital y profesional.
- Por favor, haznos un breve resumen de cómo ves el mundo del arte contemporáneo.
Es un mundo en una profunda encrucijada, como apunté antes. El arte que es crisis en sí mismo por definición, se ve a su vez, como todos nosotros, ante una crisis general y sistémica que a menudo amenaza con desbordarlo y llevárselo por delante. A pesar de que ese miedo pueda paralizar a algunos, lo cierto es que la potencia poética e imaginativa del arte, así como su lógica nomádica, le dota de una posición privilegiada para iluminar nuevos itinerarios, nuevos modos de hacer.
- ¿Crees que el arte cuenta con la difusión adecuada? En caso negativo, ¿cómo debería solucionarse?
El arte no puede dedicarse a competir por la visibilidad con otros sectores de la sociedad del consumo y la información en sus mismos términos. Sin embargo, el artemismo es comunicación y tampoco puede conformarse con recluirse en circuitos especializados. El reto es generar espacios y vehículos diferenciados, pero a su vez consanguíneos con las dinámicas de comunicación de la masa social, que está dando muestras de una gran creatividad en la generación de redes de difusión de la cultura.
- ¿Cómo se puede potenciar la creación artística?
En primer lugar mediante la puesta en valor de la creación y la imaginación como ámbitos prioritarios en la educación y la formación de los individuos, y no desde un punto de vista instrumental como factor de riqueza económica. La experiencia poética y el juicio estético, tanto desde el ámbito de su producción como de su recepción (ámbitos cada vez más intercambiables), han de verse como herramientas básicas de una ciudadanía capaz de situarse críticamente ante el mundo.
- ¿Qué dirías a aquellos que afirman que al arte ha muerto?
Es un lugar común de la noción moderna de arte que se repite episódicamente desde el romanticismo. El arte, como cualquier práctica social, puede desaparecer tal como la conocemos, en sus coordenadas sociales, económicas y culturales. De hecho el arte es una práctica histórica y culturalmente determinada. Sin embargo, llamémoslo como lo llamemos, siempre existirá la aspiración de proyectarse poéticamente sobre el mundo, por un lado, y, por otro, la necesidad de realimentarse de las imágenes, narraciones o dispositivos que nos permitan pensar e imaginar otros mundos posibles.
- ¿Cómo imaginas el futuro del arte dentro de 50 años?
No me gusta jugar a las predicciones, pero no puedo evitar proyectar deseos o aspiraciones. Me gustaría imaginar que la sensibilidad y el juicio crítico que estimula el arte estuviera al alcance de toda la población, y que esto contribuyera a una sociedad más justa, y que los artistas o los creadores pudieran desarrollar su trabajo en condiciones de libertad y autonomía.
- Danos tres nombres de artistas internacionales que consideres imprescindibles.
Aki Kaurismaki, el cineasta de referencia a día de hoy, por cómo examina lo social a partir de la farsa, el humor y la extravagancia, tan cercano al esperpento hispano y tan efectivo en la crítica al falso humanismo.
Rosemarie Trockel, artista que pone en crisis distinciones como arte y artesanía, que han producido una narración del arte masculina y sin mujeres a lo largo de la historia.
Hans Haacke, por cómo sus intervenciones han generado una nueva ética institucional, exhibiendo los intereses creados entre museos y corporaciones. Después de Haacke, los museos analizan cómo se “gobiernan”, desde su forma de coleccionar hasta sus políticas de comunicación.
Los tres podrán verse a lo largo de 2012 en el Museo.
- Ahora los de tres españoles.
Se suele reconocer la importancia de los artistas españoles en la primera mitad del s.XX, dentro de las vanguardias históricas, pero, por el contrario, se ignora su influencia en la segunda mitad de siglo. Destacaría a tres artistas que cuestionan esta afirmación:
Val del Omar, pionero de un cine basado en una experiencia física y subjetiva, opuesto al cine-espectáculo, quien avanza qué significa trabajar con cine desde el arte;Muntadas, por su crítica a lo que denomina “paisaje mediático” y a los sistemas de información, fundacional en el arte basado en nuevos medios, y Elena Asins, por una geometría y matemática rigurosa y sensible a la vez, referente en el arte después del minimalismo.
Y los de tres promesas emergentes.
Más que de un arte emergente, interesa hablar del arte divergente, aquel que cuestiona modelos y narraciones, independiente de edades. Aquí, como dijera Ortega, lo joven no debe confundirse con lo nuevo.
- Gracias por responder a este cuestionario. Para terminar, ¿qué dirías a quien no sigue el arte para llamar su atención y que se aficionara?
Pues, en primer lugar no daría por sentado que el arte se encuentra exclusivamente en los museos y las galerías. La mayoría de la gente desarrolla su sensibilidad artística de un modo de otro. Por ello, lo que le diría es que no considerara el arte que realizan los artistas y que se exhibe los museos como algo ajeno a su vida y que se atreva a romper las barreras convencionales que han separado el arte como algo que solo pertenece a la élite. El arte, allí donde se encuentre, arroja colores diferentes sobre un mundo que a menudo se nos aparece en una monótona escala de grises.
Antonio Barroso Vega
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Provocador, bebedor, fumador, melancólico, árido y preciso como su obra, Aki Kaurismäki (Orimattila, Finlandia, 1957) es uno de los grandes del cine no de ahora sino de todos los tiempos. El Museo Reina Sofía le dedica una retrospectiva (Después del naufragio. El cine de Aki Kaurismäki, 1983-1996) que arrancó con una sesión inaugural en la que participó el propio cineasta. Antes, accedió a algunas entrevistas. Las de la mañana regadas en licor y las de la tarde, en cerveza y vino blanco. Nada como para tumbarlo pero sí para hacerle perder a veces la paciencia. Ante las prisas de un fotógrafo sacó su peor cara —“¿me está diciendo en serio que quedan pocos minutos de luz? Llevo 30 años estudiando precisamente eso, ¿no sabe que no me puede engañar?”—, pero le duró poco y al segundo no solo se tragó la soberbia sino que desplegó su aguda inteligencia, su seductora y tierna personalidad. “Como dicen los hombres antiguos, un hombre debe hacer lo que un hombre debe hacer”, dijo apurando su cerveza, con una tímida sonrisa antes de cumplir su obligación con el posado.
ResponderEliminarLa alusión al deber no es un mero chiste, es la carta de presentación de un cineasta en el que nada es gratuito. Cuando le preguntan cómo le gustaría acabar su carrera dice que como William Holden en Grupo salvaje, es decir, dando la vida por lo que uno cree. “Después de beberme seis botellas de tequila me gustaría decirle a mi operador, let's go!”.
El cine no es un arma política, los espectadores no quieren lecciones
Aunque no deja de ser curioso que el cineasta más flemático del mundo, el director que exige a sus actores que no muevan ni las pestañas, sueñe con viejos héroes del Oeste, tipos parcos como sus personajes, muchos de ellos obreros orgullosos e individualistas, que han representado como pocos el rostro moderno del dolor y el desamparo. “Pero el mundo ha cambiado”, precisa él. “Antes la clase trabajadora era otra cosa. Había esperanza. Pero ya no hay capitalismo, ahora hay sadismo. Esclavos que no saben si van a ser despedidos al día siguiente”. Sus palabras chocan con la idea que subyace en el plano final de su última película, Le Havre, que se cierra con la imagen de un cerezo en flor. “Hay optimismo porque se lo debo al planeta, y no es una broma. La humanidad ha fallado a todos los niveles. Excepto en un nivel: el humano. El de la calle. En esta calle de Madrid no hemos fallado. La humanidad ha fallado pero nosotros, los seres humanos, no. Y eso es lo único que nos queda”.
“Pero el cine no es un arma política”, continúa. “Los espectadores no quieren lecciones. El cine te puede consolar, te puede hacer reír y llorar, pero nadie quiere lecciones. Yo intento reflejar el mundo en el que vivimos, y sin mucha suerte intento hacerlo con risas o con lágrimas. En esto, Chaplin sigue siendo el mejor. El mayor genio del cine, no el único, pero sí el mayor”. Kaurismäki explica que acaba de ver otra vez toda la filmografía del británico —“incluidos los cortos”— para escribir un artículo para el libro de un amigo. “Sí, sí, a veces vuelvo a escribir de cine. Fui crítico durante una temporada, pero lo dejé, las películas o me parecían una obra maestra o una porquería. No sabía apreciar nada en medio. Claramente no era buen crítico”.
”."Ya no hay Capitalismo ahora hay Sadismo" por Elsa Fernández Santo 16/3/2014
cultura.elpais.com
Un Cosmos refleja de Rosemarie Trockel interés en crear un espacio para que las ideas existen entre diferentes disciplinas, pasado y presente. Muchos de los objetos y obras de arte, seleccionados por Trockel en el diálogo con el curador Lynne Cooke, produjo un contexto para la obra del artista dentro de otros campos de investigación, tales como las ciencias naturales y la historia natural.
ResponderEliminarAcuarelas pintadas por el botánico pionero Maria Sibylla Merian se sentaron junto a los modelos intrincados de invertebrados marinos elaborados por Leopold y Rudolf Blaschka, inicialmente utilizados como herramientas de investigación por los naturalistas que no tenían acceso a los especímenes vivos. Obras de artistas autodidactas, como Judith Scott y James Castle, se presentaron en paralelo con las películas, como temprano animación stop-motion de Władysław Starewicz, pionero de 1912, La venganza del cámara .
La apreciación del Trockel de tales objetos y artistas de diversas poco reconocidos deriva de su empatía tanto con las preguntas de sus direcciones de trabajo, y con la franqueza y la inventiva con que se realizan. Estos artistas proporcionan modelos de dedicación a su campo elegido que, por Trockel, son ejemplares e inspirador.
Un Cosmos trazó un linaje histórico de los gabinetes de curiosidades tempranas (la wunderkammer) a la historia natural y museos de arte moderno a través del cubo blanco de galerías de arte contemporáneo. Dentro de este marco se produjo un foco en la relación entre la habilidad y la artesanía, y las prácticas de los artistas autodidactas y poco reconocidos, lo que refleja la tendencia en curso de Trockel volcar categorías disciplinarias tradicionales. Los objetos que componían este cosmos ofrecen una gran cantidad de relaciones resonantes entre los diferentes campos del conocimiento y la experiencia, proponiendo que estamos abiertos a nuevos descubrimientos.
Esta exposición ha sido comisariada por Lynne Cooke y organizada por el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, en colaboración con la Serpentine Gallery.
Artistas destacados:
Rosemarie Trockel
Por más de treinta años Rosemarie Trockel ha resistido un estilo identificable, que trabajan en una variedad de materiales, como lana, bronce y objetos encontrados, y una variedad de medios, incluyendo la fotografía, el collage, el vídeo y el montaje. Las constantes de su práctica de gran alcance incluyen cuestiones que han ocupado mucho de su pensamiento y que han apuntalado su actividad diversa, como contraste las ideas del feminismo, así como las divisiones construidas entre aficionados y profesionales, la celebridad y el anonimato, y la multa y se aplican arts. En términos más generales, a través de sus obras Trockel sondas no sólo interrelaciones entre los seres humanos y animales, sino también nuestro impacto, como especie, en el mundo natural. El objeto de numerosas exposiciones individuales, las obras de Trockel se han expuesto ampliamente, incluyendo al New Museum, Nueva York; Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid; Kunsthalle Zürich, Suiza; Dia Center for the Arts, Nueva York; Moderna Museet, Estocolmo; Centre Pompidou, París y Whitechapel Gallery, Londres. Trockel representó a Alemania en la Bienal de Venecia de 1999 y participó en la Documenta de 1997 y 2012.
Tienda:
Rosemarie Trockel: un cosmos
Publicación
Rosemarie Trockel: un cosmos
Catálogo de Rosemarie Trockel
£ 35.00
Entrenamiento
Edición Limitada
Entrenamiento
Rosemarie Trockel Edición Limitada
£ 240,00
Enlaces relacionados:
Rosemarie Trockel exposición - opinión Guardián
Exposición Rosemarie Trockel - Noche Revisión estándar
Partidarios
Rosemarie Trockel: A los partidarios del cosmos
Imagen destacada
Rosemarie Trockel
Rosemarie Trockel: Una vista de instalación Cosmos, Serpentine Gallery, Londres (13 febrero a 7 abril 2013)
Fotografía © 2013 Jerry Hardman-Jones
Galería como wunderkammer
SoundSeries EichlerTrockel 20110213
Casa
13 febrero 2013 a 7 abril 2013 en la Serpentine GalleryInfo .
serpentinegalleries.com
Manuel J. Borja-Villel (comisario)
ResponderEliminarCon Hans Haacke
Organiza Fundació Antoni Tàpies, Barcelona
La obra de Hans Haacke (Colonia, 1936) ha tomado la forma, las palabras y el estilo de sistemas externos al mundo del arte -desde el sistema físico y ambiental hasta el social y político-, con la finalidad de comunicar las frecuentes interdependencias y equivalencias que se establecen entre ellos. Haacke se apropia de los significados que prevalecen en estos sistemas, los selecciona y organiza fuera de sus fuentes, y los recontextualiza en el ambiente del museo o de la galería. Subrayando hechos aceptados como ordinarios y desenmascarando otros ignorados, incrementa la conciencia de las ideas.
Los mensajes que comunica este artista se enfrentan abiertamente al statu quo. De ahí el rechazo hacia Haacke de historiadores y críticos -que denuncian la aparente ausencia de cualidades específicamente estéticas en su producción-, y de las autoridades culturales, que evitan presentar sus propuestas artísticas en el marco de las instituciones que dirigen, a causa de la dura crítica social y política que contienen. Por consiguiente, la heterodoxia y la polémica son características que determinan la obra de Haacke.
Hans Haacke estuvo vinculado al grupo Zero de Düsseldorf, un colectivo de jóvenes artistas que, a finales de los años cincuenta, se caracterizó por la búsqueda de nuevas estrategias artísticas. Haacke encontraría muy pronto sus propias estrategias. Partiendo de elementos naturales (el hielo, la tierra, el agua, el aire), creaba estructuras complejas en las que el tiempo, la energía y el espacio adquirían formas transitorias, de modo que no obtenía piezas de exposición petrificadas sino procesos que él llamaba sistemas de tiempo real. Así por ejemplo, en Condensation Cube (Cubo de condensación, 1963-1965), provocaba un proceso de condensación de agua en el interior de un cubo de plexiglás sellado, donde se formaban gotas de distintas medidas, algunas de las cuales crecían tanto que resbalaban por las paredes del recipiente dejando su rastro vertical. El aspecto del contenedor cambiaba lenta, pero constantemente, y no se repetía nunca.
De la experimentación con sistemas físicos pasó al sistema animal, y luego a investigar y manipular sistemas de información. Si en sus obras siempre se había detectado el impulso de intimidar al espectador, a finales de los años sesenta lo involucró en la obra mediante encuestas y estudios. En Polls (Encuestas, 1969-1973), Hans Haacke efectuó una serie de encuestas entre el público asistente a distintas exposiciones celebradas en Alemania y Estados Unidos. Se solicitaba a los visitantes datos que incluían desde su lugar de nacimiento y residencia a su postura ante un hecho político determinado. Los datos recogidos se procesaban por ordenador a fin de obtener el perfil estadístico de los visitantes de la muestra.
Como precursor de un arte entendido de modo ecológico y representante de un arte de orientación procesual, en 1971, los responsables del Solomon R. Guggenheim Museum decidieron dedicarle una exposición individual. Para esta muestra, Haacke concibió Shapolsky et al. Manhattan Real State Holdings, a Real-Time Social System, as of May 1, 1971 (Shapolsky et al. Sociedades inmobiliarias de Manhattan, un sistema social de tiempo real, a 1 de mayo de 1971), donde denunciaba el sistema de depauperación planificada de barrios urbanos propio de la especulación inmobiliaria.
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