miércoles, 18 de abril de 2018

ESCULTURA DEL ESCULTOR ARGENTINO EMILIO JACINTO SARNIGUET, 1888-1943


​ También fue primordial en la promoción y traslado Edmundo Kelly, que era el director del Mercado de Liniers.6
En 1948 se le colocó un pedestal para preservarlo mejor y darle mayor realce, quedando así a una altura de un metro ochenta del piso, y en 1995 se lo enrejó.36
Hacia 1962 se hizo muy conocido cuando apareció en el grabado de una de las caras de las monedas de 10 pesos. La acuñación generó un debate: el caballo tenía sus patas derechas hacia adelante y sus dos zurdas hacia atrás. Los críticos apuntaban que bastaba ver el movimiento de cualquier caballo para entender que es cruzado. Pero se equivocaban: el escultor tuvo en cuenta que los reseros acostumbraban usar los pasucos, que mueven la mano y la pata del mismo lado para que su andar sea más reposado y eso le permite al jinete viajar descansado y hasta dormir mientras marcha.

Descripción[editar]

Se trata de un tributo al arreador de reses y a su compañero, el caballo criollo. Muestra al caballo andando en marcha lenta y regular, con las riendas flojas y la cabeza del caballo gacha. La estatua tiene características precisas y respeta tanto la vestimenta del jinete como el emprendado del caballo. Puede apreciarse claramente en ella el apero criollo bonaerense. Las prendas del animal aparecen sencillas, casi rudimentarias pero muy prolijas y típicamente porteñas.4
José León Pagano, famoso crítico de arte argentino, dijo con respecto a esta obra:
...Con Gaucho Resero, alcamzó Emilio J. Sarniguet su obra máxima. Aún después de su consecución, aludía Sarniguet a ello con temeroso encogimiento, duda en verdad honrosa, reveladora de autocrítica poco habitual en nuestro medio (...) He aquí lo importante: la obra está realizada con innegable sentido unitario. El caballo tiene vigor plástico en su objetividad representativa, normas no siempre adoptadas en los grupos ecuestres nacionales. El pingo de este resero reúne, por el contrario, las características del caballo criollo captadas por Sarniguet con evidente justeza. Si por un lado ello reduce la monumentalidad del grupo ecuestre, por el otro atiende a su carácter representativo. Esto importaba. Dígase lo propio del jinete. No cabe confundirlo con el poblador de regiones indeterminadas. Con el resero vemos su ambiente, el de nuestras llanuras cuya vasta quietud pone tenso el espíritu en el mirar distante del gaucho...4​es.wikipedia.org
La figura de la escultura podía verse en las monedas argentinas de 10 pesos emitidas entre 1962 a 1968

4 comentarios:

  1. 100 esculturas patrimoniales de todo el país serán declaradas monumentos históricos nacionales
    En los próximos días el Poder Ejecutivo nacional firmará un decreto que cambiará el estatus de diferentes piezas de la Ciudad de Buenos Aires y del interior. Entre ellas destacan el Obelisco y la estatua de Colón
    17 de abril de 2018

    ResponderEliminar
  2. EL COMENTARIO ANTERIOR ES UN ARTICULO DEL DIARIO WWW.INFOBAE.COM
    TIENE UN COMPLETO INFORME SOBRE ESTA DECISIÓN DE DECLARAR MONUMENTO HISTÓRICO NACIONALES A LAS ESCULTURAS DE NUESTRO PAÍS.

    ResponderEliminar
  3. escultor que había reflejado la realidad con absoluta exactitud.

    La obra se titula El Gaucho Resero y desde 1934 es orgullo y referencia en el barrio de Mataderos. La explicación es muy simple: el modelo que el artista tomó para desarrollarla era un caballo criollo de los denominados “pasucos”, que tienen esa característica forma de caminar. Dicen que esa manera de andar hace que el jinete viaje más descansado, con mayor estabilidad y sin sobresaltos, algo clave para aquellos hombres que arreaban las reses (de allí el término resero) para llevarlas al matadero.

    El monumento fue realizado por Emilio Jacinto Sarniguet (1888/1943), un escultor argentino especializado en figuras de animales, que no sólo sabía del arte de esculpir sino que también dibujaba, pintaba y hasta tallaba sus imágenes. Formado en la Sociedad de Estímulo de las Bellas Artes, Sarniguet tenía otro bagaje de información en su ADN: su papá era cronometrista en el Hipódromo de Palermo; por eso, desde pequeño había vivido con las imágenes de los caballos en la retina. Y aquella pasión por dibujarlos hizo que, en 1907, el Jockey Club lo becara para que se perfeccionara en Europa.

    El resultado de tanta perfección sigue luciéndose en la avenida Lisandro de la Torre al 2300, frente a la entrada al Museo de los Corrales y al viejo Mercado Nacional de Hacienda que, desde 1901, ocupa más de 30 hectáreas en ese barrio tan popular de la Ciudad. La realización del monumento le fue encargada a Sarniguet en 1929 por el gobierno municipal. Su presentación se hizo el 21 de septiembre de 1932 en la exposición de la XXII edición del Salón Nacional, realizada en el Palais de Glace de la Recoleta. Pero, por su tamaño, el Gaucho Resero fue expuesto en la vereda de la calle Posadas, donde estuvo veinte meses. Recién en 1934 tendría destino definitivo.

    De acuerdo con la investigación del historiador Orlando W. Falco (publicada en su libro “El resero, la historia de una estatua”), el modelo que usó el artista para su obra fue un caballo llamado “Huemul”, montado por un antiguo resero conocido como “El cuñao Cabañas”, quienes residían en la estancia El Cardal (en la zona de Ayacucho), propiedad de Emilio Solanet, un criador de caballos criollos.

    Después de hacer su boceto, armar un esqueleto en madera, tener un patrón de yeso y preparar los moldes para volcarles el bronce (se hizo en los talleres Radaelli y Gemelli, de Juncal y Uriburu, con la técnica italiana del bronce hueco) Sarniguet concluyó su obra con otro homenaje: sobre el anca izquierda del animal (“del lado de montar”, como se decía en el campo) grabó el escudo símbolo de la familia Güiraldes, como un reconocimiento a Manuel Güiraldes, un hacendado destacado de la época.

    Según la gente de Mataderos, para que el monumento llegara al barrio fue clave la gestión de un destacado vecino: don Fernando Ghío, un italiano que, en 1898 (cuando tenía 13 años), se instaló en la zona con sus padres. Con los años, Ghío se convertiría en un defensor de las ideas socialistas de Juan B. Justo. También, en impulsor de la cultura y la educación y en el dueño de una bar frente al lugar donde está El Resero. Cuentan que allí hubo muchos encuentros de payadores y que uno de las más famosos fue el que realizaron José Betinotti y Gabino Ezeiza. Pero esa es otra historia.
    EL CABALLO QUE CAMINA DISTINTO-EDUARDO PERISE-www.clarin.com 25/7/2011

    ResponderEliminar
  4. lunes, 18 de noviembre de 2013
    MURALES DE CASTAGNINO / OTRAS OBRAS Es un artista argentino que realizó CABALLOS. Acá se encuentra el dibujo de un caballo de Julia Calonge,( mi sobrina,) en que aparece la traza de ciertos herencia de Sarniguet..El dibujo fue realizado en el mantel de un bar a mi pedido.Le tomé una foto y aquí se muestra.

    ResponderEliminar