lunes, 22 de julio de 2013

MUSEO DEL ARTE/ VAN GOGH/ CARLO SARACENI/ CARAVAGGIO

Museo del Arte


Posted: 21 Jul 2013 09:17 AM PDT
Króller-Müller Museum, Otterlo

Vincent Van Gogh
El pintor realiza aquí una imagen de una fuerza extraordinaria, dotada de un gran impacto emotivo. Una franja azul central, ante la que se recortan las siluetas simplificadas de los sauces, sintetizadas en pocas líneas marrones, hace de línea divisoria entre el cielo y el campo, dos zonas de color cálido, cargadas de rojos, anaranjados, amarillos. El sol es un disco del cual parten largas estrías de color que transforman el astro en un verdadero centro de irradiación de energía. Para equilibrar la potencia de semejante cielo, Van Gogh ha concedido un amplio espacio a la hierba alta y seca del campo, encuadrada en primerísimo plano. Da casi la impresión de que estamos tendidos en el prado, mirando hacia el horizonte. Entre tierra y cielo se interponen los perfiles de tres sauces pelados, dispuestos en una línea diagonal, que dividen rítmicamente la imagen. Sus ramas desnudas se alargan hacia arriba y quedan cortadas por el propio margen del soporte. Mediante el juego de claroscuros y la alternancia de tonos cálidos y fríos, todos ellos cargados de color, Vincent da cuerpo a una visión poderosa. Las masas están sintetizadas al máximo, las largas pinceladas generan una retícula de líneas entre los ojos del observador y el fondo.
 
Posted: 21 Jul 2013 09:14 AM PDT
Museo de Sao Paulo

Carlo Saraceni
El cuadro ofrece un fondo boscoso surcado por un torrente, resuelto con una técnica depurada que bordea el miniaturismo; las masas arbóreas adquieren sus volúmenes con la dosificación de los efectos luminosos. Los personajes ocupan una situación un tanto secundaria, bajo un dosel de cortinajes que tiene escasa justificación en el escenario. Marte ha depositado su coraza, escudo y espada en el suelo, y contempla a Venus sentada sobre su rodilla. Dos amorcillos juegan con el casco del dios guerrero, mientras que, al otro lado, un grupo de putti se entrega a la danza y a una infantil pelea. Todas estas figuras constituyen un motivo para el estudio de las inflexiones de la luz sobre las formas que, en virtud de un claroscuro efectista, adquieren el lugar que les corresponde en el espacio pictórico.
 
Posted: 21 Jul 2013 06:13 AM PDT
Galería Borghese, Roma

Michelangelo Merisi da Caravaggio
En la representación del Padre de la Iglesia, Caravaggio combinó la tradición pictórica del norte con la del sur de Europa. Más allá de los Alpes el santo solía mostrarse como media figura de tamaño natural en interiores, mientras que en las zonas meridionales aparecía como asceta en soledad, semidesnudo y de menor tamaño. Caravaggio prescindió del entorno paisajístico y colocó al personaje en un espacio interior a tamaño natural. Un sencillo escritorio de madera sirve de soporte a los libros. El pintor renunció a añadir detalles que permitieran especificar el lugar. Los puntos clave están realzados por efectos luminosos. Caravaggio trabajó con un modelo, y dejando de lado la actividad propia del santo, lo mostró enfrascado en la lectura.
 

4 comentarios:

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    Vincent Van Gogh Museo Kröller Müller
    Sauces a la puesta de sol

    Autor: Vincent Van Gogh
    Fecha: 1888
    Museo: Museo Kröller Müller
    Características: 31´5 x 34´5 cm.
    Estilo: Neo-Impresionismo
    Material: Oleo sobre lienzo
    Copyright: (C) ARTEHISTORIA

    Sauces a la puesta de sol

    Comentario

    Las tonalidades otoñales de una puesta de sol serán las protagonistas absolutas de este trabajo en el que el astro rey domina con sus rayos radiales la composición, tomando un cierto aspecto infantil. Los sauces sin hojas y los matorrales de primer plano han sido conseguidos con trazos de pintura sin una organización aparente, tendiendo a la abstracción en primer plano mientras en el fondo encontramos mayores referencias espaciales, especialmente por el sol. El color anaranjado y rojizo se mezcla con el azul y el verde para expresar la alegría que corresponde al estado de ánimo del pintor, eufórico antes de la llegada de Gauguin.
    www.artehisoria.2.jcyl.es

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  2. Caravaggio(1571-1610)
    San Jerónimo está representado por tres cuartos de perfil, cubierto con un largo manto, mientras redacta la Vulgata, traducción de las Escrituras Sagradas del hebreo al latín.
    Su silueta enflaquecida ocupa la parte derecha de la composición, atravesada por el amplio gesto horizontal de su brazo desnudo para hacer llegar la pluma al tintero.
    La mirada del espectador se dirige así hacia una espléndida naturaleza muerta a plena luz del día, compuesta por libros amontonados, una sábana posada sobre la mesa y un cráneo símbolo de la muerte inexorable, tema de meditación del santo. Caravaggio ilumina también la frente calma y arrugada de San Jerónimo y hace resaltar el color rojo de su manto con gran maestría. Proyecta cada elemento hacia el primer plano, mientras la oscuridad envuelve el espacio circundante y lo elimina. El efecto de profundidad resulta pues, de la disposición de los libros, que parecen exceder los límites de la tela.
    Galería Borghese, Florencia,scala group 2012 www.scalagroupinternational.com

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  3. A finales de la década de 1940, el estado de São Paulo producía bienes de consumo que distribuía a todo el país. Entretanto, en el plano cultural su mayor realización había sido la Semana de Arte Moderno de 1922, no comprendida plenamente por la sociedad brasilera. En ese escenario, Assis Chateubriand, fundador y propietario de Diários Associados, la mayor red de comunicaciones de la época en Brasil, ideó la creación de un museo bajo un modelo innovador, que funcionase como un centro dinámico de generación y difusión cultural, que reflejase el dinamismo de la economía del Estado, sin el radicalismo de algunos elementos del modernismo y sin el tradicionalismo de elementos ligados a una visión conservadora de las artes. En las palabras del propio Chateubriand, “[...] una casa de pintura y escultura para formar e interesar a nuestra gente por las artes plásticas”.2


    Sandro Botticelli (italiano, 1445-1510). La Vírgen y el Niño con San Juan Bautista, 1490/1500. Temple sobre tabla, diámetro 74 cm.
    Chateubriand pretendía ser el anfitrión de un futuro museo en Río de Janeiro, sin embargo, optó por São Paulo pues consideraba que en esta ciudad tendría una mayor oportunidad de recaudar los fondos necesarios para conformar una colección de arte, dada la riqueza local producto del café y de las industrias. Otro importante factor que permitiría la formación del acervo era la situación del mercado artístico europeo, influido por la terminación de la Segunda Guerra Mundial, cuando era posible adquirir obras maestras a precios entonces asequibles.
    Para ponerse en movimiento en ese mercado con el fin de conformar el acervo del Museo, era necesario un técnico especializado y con experiencia: Chateubriand propuso a Pietro María Bardi, galerista, coleccionista, periodista y crítico de arte italiano, el desafío de crear un Museo de Arte Antiguo y Moderno. Bardi objetó que no debería haber distinción entre las artes y propuso sólo un “Museo de Arte”, aceptando la invitación de Chateubriand. Aunque Bardi había planeado quedar al frente del proyecto por apenas un año, se dedicó a éste por el resto de su vida, habiendo dirigido la institución por casi cincuenta años. Trajo consigo, para Brasil, su colección privada además de una colección de 20.000 fotografías de obras de arte occidentales, una de las mayores colecciones didácticas del mundo.
    La Fundación(...)es.wikipedia.org

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  4. Se puede deducir la fecha de nacimiento del artista, 1579, de una declaración documentada suya fechada en 1616 en la que afirmaba que tenía treinta y siete años de edad. Saraceni llegó a Roma a finales de siglo (hacia 1598) donde, según su biógrafo Baglione, siguió las enseñanzas del escultor Camillo Mariani, natural de Vicenza. Es de suponer que el interés del joven veneciano se dividiera entre el estilo internacional pero manierista del Cavaliere d'Arpino, el elegante clasicismo rafaelesco de los pintores de la Emilia Romagna, como Albani, y la pintura paisajista moderna y atmosférica de Elsheimer. Todo ello fue antes de que se manifestara el conocido interés de Saraceni por Caravaggio. Aunque se detecten algunos signos de naturalismo en las primeras obras fechadas del artista, tales como Descanso en la huida a Egipto de la ermita de Camaldoli en Frascati, de 1606, habrá que esperar a más de una década más tarde, muy a finales de su carrera, para que Carlo Veneziano -así es como lo llama su biógrafo Giulio Mancini (aunque lo describe acertadamente como sólo en parte caravaggiesco)- produzca sus obras realistas más convincentes (El martirio de san Lamberto, San Bennone recupera las llaves de la ciudad de Meissen, Roma, Santa Maria dell'Anima, 1617-1619). Los refinamientos del Manierismo internacional, prácticamente obra de un alter ego de Albani (es posible que Saraceni fuera en realidad el predecesor de su colega de la Emilia Romagna) son característicos de las obras que se atribuyen a sus años de juventud, por lo general de menores dimensiones (como la Andrómeda inspirada en Arpino del Musée des Beaux-Arts de Dijon, El baño de Venus y Marte, que antaño perteneció a la Clark Collection de Minneapolis y Venus y Marte, de la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza de Madrid). Los seis pequeños cuadros sobre cobre del Museo di Capodimonte de Nápoles, con episodios basados en Las metamorfosis de Ovidio, cuyos atractivos paisajes denotan la influencia de Elsheimer, son anteriores a 1608.(...) Volvemos a encontrar este aspecto caravaggiesco en las obras romanas más conocidas de Saraceni, como el tan hermoso e imitado lienzo que representa El tránsito de la Virgen de Santa Maria della Scala, pintado para sustituir al de Caravaggio, que había sido rechazado, y en algunas pinturas murales de la capilla Ferrari de Santa Maria in Aquiro, entre otras las Escenas de la vida de la Virgen. No se conocen con certeza las fechas de estas últimas obras, pero seguramente se pintaron entre 1612 y 1617, año en que se consagró la capilla y se supone que intervinieron sus ayudantes. Tres excelentes pintores naturalistas veroneses, Bassetti, Ottino y Turchi, ayudaron a Saraceni a pintar los frescos decorativos «orientales» de la Sala Regia del Palazzo del Quirinale en Roma (1616-1617) en los que, sin embargo, no se detecta ninguna influencia de Caravaggio. No obstante, dicha influencia caracteriza, al menos en parte, El sermón de san Raimundo (anterior a 1614), que antaño estuvo en Sant'Adriano en Roma (que en la actualidad se conserva en la iglesia de la Casa Generalazia dei Mercedari) y en el que se detectan huellas del Naturalismo holandés, el San Carlos Borromeo dando la comunión por la noche a un apestado, pintado para la iglesia de los servitas de Cesena (1618-1619), y su irónico San Carlos y la procesión de la Santa Espina de San Lorenzo in Lucina en Roma (1619). En 1619 Saraceni regresó a Venecia, donde le habían encargado un lienzo de grandes dimensiones o telero para el Palazzo Ducale (que representaba El dogo Enrico Dandolo convocando una cruzada). Pero el artista murió al año siguiente y apenas pudo comenzar el cuadro, que posteriormente acabó (o ejecutó en su totalidad basándose en el boceto) su discípulo, Jean Le Clerc, oriundo de Lorena (simple imitador de su estilo, sin influencia alguna de Caravaggio) que lo firmó y fechó en 1621
    Roberto. Contini www.museothyssen.org

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