miércoles, 15 de octubre de 2014

BERNI LLEGA AL MALBA EL 30 DE OCTUBRE DE 2014

Entrada nueva en Jaque al arte

Berni llega al MALBA

by Cristina Civale
El jueves 30 de octubre MALBA a a las 19 inaugura Antonio Berni: Juanito y Ramona, la primera exposición de Antonio Berni (Rosario, 1905 - Buenos Aires, 1981) que presenta en forma exhaustiva sus célebres series de Juanito Laguna y Ramona Montiel e incluye a los Monstruos de sus pesadillas. Producida en forma conjunta por MALBA y el Museum of Fine Arts, Houston (MFAH) –como parte del acuerdo de colaboración que ambas instituciones mantienen desde 2005–, la muestra reúne un conjunto de 150 obras (pinturas bidimensionales, grabados, xilocollages y xilocollage-relieves, ensamblajes y construcciones polimatéricas), creadas entre 1958 y 1978, cedidas por la familia del artista y por veinticinco colecciones públicas y privadas de Argentina, Uruguay, Estados Unidos, España y Bélgica.
Antonio Berni. Juanito Laguna va a la fábrica, 1977
 Juanito Laguna va a la fábrica
Por primera vez se exhiben en nuestro país piezas prácticamente desconocidas como el conjunto de obras provenientes de Bélgica, compuesto por ensamblajes de gran tamaño como Ramona bebé (1962), La apoteosis de Ramona (1971) y La familia de Juanito emigra(1972). También se presentan obras emblemáticas de carácter monumental como El mundo prometido a Juanito Laguna (1962) –una de las grandes obras maestras de este período, de la colección de Cancillería Argentina–; Juanito aprende a leer (1961) yPesadilla de los injustos (1961) –ambas del Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires-; Juanito lleva la comida a su padre peón metalúrgico (1961) del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires; Juanito va a la ciudad (1963) de la colección del MFAH; La gran tentación(1962) de la colección de MALBA y La pampa tormentosa (1963), entre otras. Se destaca además el conjunto de cinco grabados sobre Juanito Laguna –préstamo de la colección del Museo Castagnino+macro de Rosario–, que Berni presentó por primera vez en 1962 en la Bienal de Venecia y por el que obtuvo el Gran Premio Internacional de grabado y dibujo.
Antonio Berni. Juanito pesca con red, 1962.  Colección Museo Castagnino+macro, Rosario
Juanito pesca con red
Antonio Berni: Juanito y Ramona intenta situar a Berni en su contexto internacional, destacando la diversidad y multiplicidad de su producción artística, fruto de una constante búsqueda por expandir las preocupaciones centrales de los movimientos artísticos de la posguerra. En palabras de Mari Carmen Ramírez: “Berni es uno de los grandes maestros y pioneros del ensamblaje y al mismo tiempo uno de los grandes exponentes de la pintura narrativa. La importancia de las series de Juanito y Ramona radica en el modo en que Berni utilizó este nuevo medio para enfrentar las circunstancias sociales de su tiempo. Sus grandes ensamblajes, objetos polimatéricos y xylo-collage-relieves constituyen una de las propuestas artísticas más innovadoras al arte del siglo XX”.
Antonio Berni. La voracidad, 1964
La voracidad
Activo desde fines de los años 20, Berni desarrolló una larga y prolífica carrera marcada siempre por su visión social y política de izquierda, que abarcó diversas variantes del surrealismo y del realismo, como el que él mismo acuñó, a mediados de los años 30, bajo el nombre de “Nuevo Realismo”. A fines de los años 50, cuando ya gozaba de gran reconocimiento en la escena local con importantes vínculos intelectuales en París, Berni dio un giro radical a su concepción del arte que lo posicionó como un artista de pensamiento contemporáneo. “Este realismo, actuando dialécticamente, encontró en el ciclo de Juanito Laguna y Ramona Montiel su campo más provocativo. El uso del collage y el ensamblado puso en juego el problema de lo `real real´ y fortaleció las conexiones subyacentes de la actividad social que se oculta en el mundo concreto de los objetos”, reflexiona Marcelo Pacheco en el ensayo del catálogo.
Antonio Berni. Ramona en la calle, 1964. The Museum of Fine Arts, Houston
Ramona en la calle
La exposición se centra en este período singular e innovador de la producción de Berni, en el que narra la vida y las andanzas de dos personajes ficticios, el chico de la villa miseria y la prostituta, como arquetipos de una realidad social posindustrial, en la periferia de la ciudad de Buenos Aires, pero que podrían haber surgido de cualquier gran urbe latinoamericana.

1 comentario:

  1. En 1925, el Jockey Club de Rosario le otorgó al joven Berni una beca para estudiar en Europa. Se instaló en París y algunos viajes por España, Italia, Holanda y Bélgica le permitieron conocer museos, artistas y obras de la historia del arte que van influenciando sus trabajos. El principal descubrimiento para Berni en esos años fue la relación entre el arte y la política, el rol del artista como hombre de su tiempo y como actor social. Desde entonces, para él, la pintura será su manera de reflexionar sobre la realidad y de intentar transformar el mundo marginal de los trabajadores. Al mismo tiempo, conoce una de las vanguardias artísticas más importantes de aquel momento: el surrealismo, y adhiere durante algunos años a sus postulados.

    En 1930, Berni regresa a Rosario. Continúa pintando, exponiendo y participando de los salones de bellas artes. Su imagen surrealista cambia en cuadros de grandes dimensiones con multitudes de obreros y campesinos, extremadamente realistas en sus descripciones. Berni comienza a usar la fotografía como documento para tomar las poses y los retratos de sus personajes. Esta responsabilidad del artista como protagonista de su época es una posición que Berni comparte con otros artistas de Latinoamérica, especialmente con los famosos muralistas mexicanos. Precisamente, en 1933 llega de visita a la Argentina uno de ellos, David Alfaro Siqueiros, con quien Berni trabaja y discute sobre la función del arte en la revolución de las clases populares.

    Desde 1936, el artista se muda a Buenos Aires y, en los próximos años, obtiene algunos de los principales premios de su carrera, como el Premio Adquisición en el Salón Nacional de Bellas Artes de 1943. En esos años da clases en la Escuela Preparatoria de Bellas Artes, realiza exposiciones, participa de muestras argentinas en el exterior, da conferencias y escribe artículos, recorre el país y viaja por América latina, pinta murales en el Teatro del Pueblo, la Sociedad Hebraica Argentina y la conocida cúpula de las Galerías Pacífico.

    Desde principios de los años sesenta, Antonio Bemi trabaja en una serie nueva. Las obras dedicadas a Juanito Laguna y Ramona Montiel, dos personajes inventados por él para utilizarlos como símbolos de la niñez explotada en América latina, especialmente en las grandes ciudades como Buenos Aires, Lima, Río de Janeiro y México. Se trata de dos habitantes de las villas miserias, esos asentamientos suburbanos surgidos alrededor de los centros industriales en los países en desarrollo, con sus casas precarias y sus habitantes sumergidos en la pobreza y el desamparo.

    Para estas obras Berni utiliza una técnica inventada a principios de siglo: el collage, el agregado a la pintura de materiales reales que son pegados sobre el cuadro. La idea es incorporar los desechos que el artista recolecta en los barrios marginales de Buenos Aires donde podrían vivir Juanito y Ramona. Para Bemi la pintura al óleo no es suficiente para expresar su crítica frente a la sociedad de consumo, es necesario utilizar los objetos reales de la vida de Juanito y de Ramona, llevándolos al ámbito del arte y transformando lo culto y exclusivo del arte en algo cotidiano y popular.

    Con su ciclo de Juanito Laguna y Ramona Montiel, Antonio Bemi desarrolló hasta los años ochenta, uno de los capítulos más originales de la historia del arte argentino y concluyó su tarea como uno de los artistas claves de la cultura argentina




    Día Mundial Contra el Cáncer de Mama





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