GOERITZ EN EL REINA SOFÍA: LA TRAMPA EMOCIONAL DEL ESPACIO

Goeritz en el Reina Sofía: La trampa emocional del espacio


  • El Reina Sofía muestra las claves de la "arquitectura emocional" de Goeritz
  • La exposición podrá visitarse entre el 12 de noviembre y el 13 de abril
  • Más de 200 obras revelan el trabajo del artista mexicano de origen alemán
  • Es la primera gran retrospectiva en España sobre Mathias Goeritz
Ampliar fotoMatias Goeritz, "La serpiente del eco, variante"
Matias Goeritz, "La serpiente del eco, variante"Colección particular
Ir a fotogaleríaMatias Goeritz, "Gallo en la cueva", (1948)
"El retorno de la serpiente", la arquitectura emocional de Matias Goeritz en el Reina SofíaGalería Guillermo de Osma
JUANMA CUÉLLAR 11.11.2014 - 19:32h
El artista de origen alemán Mathias Goeritz (1915-1990) llega a México en 1949 tras un periplo por distintas ciudades de España y el norte de África. El país latinoamericano superaba un momento de crisis en el que "el arte mexicano había sido un arte instrumental que intentaba cohesionar un país totalmente fragmentado como era México despues de una gran guerra civil como fue la revolucion mexicana", una expresión artística de vanguardia apoyada en "el muralismo y la gráfica, porque tenían lenguajes contemporáneos pero adpatados a públicos sin formación". 
Este es el contexto en el que Goeritz impulsa una obra que transformaría radicalmente el especio público y privado de México y de otros países, tal y como lo ha explicado a RTVE.es Francisco Reyes Palma, comisario de la exposición El retorno de la serpiente, Mathias Goeritz y la invención de la arquitectura emocional. Se trata de la primera gran retrospectiva que se organiza en España sobre el autor.
Se trata de una muestra que podrá visitarse en el Museo Reina Sofía entre el 12 de noviembre y el 13 de abril, más de 200 obras entre dibujos, maquetas, esculturas y fotografías que ilustran el concepto de "Arquitectura emocional" sobre el que Goeritz "toma un camino muy claro de poder, bien construido, y finalmente logra desplazar la vision de la modernidad del arte mexicano, que había sido patrimonio de los muralistas durante la primera mitad del siglo", detalla Reyes Palma.

Domar el espacio hacia la emoción de sus habitantes

El artista inicia esta dirección en pleno conflicto contra la arquitectura funcionalista que triunfa en el ámbito internacional, y "a la vez que actúa en México, no encuentra el apoyo de los muralistas y toma otra via que es trabajar directamente con los arquitectos, que era gente con muchos recursos y despachos grandes", apunta el comisario, y añade que "Mathias plantea una confrontación ideológica entre dos sistemas sociopolíticos y entre dos formas de concebir el arte. El arte con una función y el arte desinteresado y libre".
En este punto, "arquitectura emocional significa trabajar con el espacio e incluir dentro de la estructura del espacio ciertos elementos que lo movilizan. Que le cambian el sentido y le dan significados nuevos", afirma el responsable. Goeritz trabajará con arquitectos para proyectar la finalidad del arte, la emoción: Celosías de poesía concreta y poemas escultóricos dentro y fuera de edificios comerciales y hasta un poema concreto esculpido en una lápida. Muros, torres y pirámides se dispusieron en plazas y conjuntos habitacionales mientras sus ambientes lumínicos poblaron de vitrales las iglesias más relevantes, incluida la Catedral Metropolitana de México DF.. A la par, sus anagramas escultóricos como imagen corporativa o conmemorativa se hicieron presentes en las zonas industriales y en parques públicos.
La muestra se abre con una sección dedicada al Museo Experimental El Eco, un manifiesto y un espacio antifuncionalista donde materializó en 1953 su concepto de arquitectura emocional y en el que comienza a definirse su producción ulterior. Sobresale en este conjunto la colaboración mural de artistas como Carlos Mérida y Henry Moore, la escultopintura de Germán Cueto y la escultura del propio Goeritz: la colosal Serpiente de El Eco (1953).

Emoción, afecto y símbolos

Conocida inicialmente como Ataque, esta formidable escultura sorprendía a los visitantes del nuevo Museo en un patio abierto. En poco tiempo logró que su geometría retorcida pusiera en estado de alerta a los realistas sociales y, una década después, a los impulsores del minimalismo estadounidense que, de manera defensiva, pusieron en entredicho el carácter precursor de esa escultura transitable en la que la interacción con el público también originaba arte, a modo de performance.
Esta es la serpiente que abre y cierra la obra de Goeritz y da nombre a la muestra "no se trata de ninguna metáfora de Quetzalcoatl", aclara Reyes Palma, y puntualiza que "la nocion del retorno de la serpiente en realidad hace referencia al la estructura de la exposición misma (...) es esta lógica de la serpiente que se muerde la cola, empezando con la gran serpiente del eco y terminando con una serie de serpientes que son casi caligrafías donde de algun modo hay una identificación del artista con la figura de la serpiente".
El autor conforma el espacio con un fin, atrapar la atención afectiva, señala el comisario de la exposición: "El receptor de su arte era un sujeto a movilizar afectivamente. Tenía que producir un efecto en él. El punto de encuentro entre el artista y el receptor es el espacio".

La sombra psicológica del expresionismo alemán

El humano conmocionado tras la experiencia del arte es otra persona. Cambia. Agudiza su deseo hacia lo que le proporciona satisfacción estética o, simplemente, resetea su escala de valores y dirige sus esfuerzos hacia nuevos propósitos. Esta condición del arte como motor de cambio fue perfectamente entendida en los albores del XX. Una época de revolución en lo social y vanguardia en lo expresivo, de compromiso ideológico y de placer estético.
Si el espacio es un punto de encuentro -a pesar de lo ingenuo de la afirmación- para Goeritz, la emoción es un punto de encuentro entre el artista y el consumidor de arte. Reyes Palma reflexiona sobre la propia denominación que Mathias adjudica a su concepto: "De alguna manera venía de una herencia alemana expresionista y toma esta idea de lo emocional. Pero también contaba con la formación sensible adquirida en la Alemania del periodo de la preguerra y los primeros años de guerra en los que la parte afectiva era muy fuerte y el arte debía tener un efecto inmediato de conmoción. Eran los grandes espacios, las manifestacinoes de masas…".
Finalmente, el alemán naturalizado mexicano logrará trasladar las simbologías del país acorde al desarrollo en curso. La denuncia desde los murales da paso a la proclamación desde obras como Las Torres de Ciudad Satélite (1957). "Después de hacer el Eco construye estas torres monumentales y esas torres acabarán por convertirse en una insignia de la modernidad mexicana, suplantando las imágenes del muralismo y absorben todo el peso de la imagen del México moderno".
La retrospectiva también da cuenta del paso de Goeritz por España entre 1945 y 1949 y su papel en la dinamización de una de las vías más importantes del arte español de la inmediata posguerra, la abstracción poética, y en la creación de la Escuela pictórica de Altamira.www.rtve.es

Comentarios

  1. Nació en el pueblo de Coyoacán, hoy parte de la Ciudad de México, estudió arquitectura y se formó como pintor al lado de su padre, el pintor Cedil Crawford O’ Gorman. Aún dentro de sus amplias composiciones murales, su pintura tiene cualidades de miniatura por su perfecto acabado tanto en los paisajes con arquitectura, como en sus retratos y alegorías. Aparte de su obra de caballete y mural, en 1954 recubrió con mosaicos de piedras naturales policromas, la Biblioteca Central de la Ciudad Universitaria en México. En esta obra integró su formación pictórica y arquitectónica, logrando excelentes resultados. La realidad mexicana, así como la influencia de la pintura popular fueron características constantes que se combinaron con lo insólito, maravilloso o fantástico de su obra. Los trabajos famosos de O’ Gorman incluyen: La casa-estudio de Diego Rivera, que era la primera de su clase y fue creada en 1928.
    Murales en el Museo Nacional de Antropología, los cuales ilustran la historia de la aviación. Murales en el aeropuerto de Ciudad de México. Dos de los tres paneles de este mural fueron retirados en 1939 por su carácter anticlerical y antifascista. Entre 1932-1935 construyó 29 escuelas que eran sobre todo escuelas primarias con estructura funcionalista. Su propia casa, fuera de Ciudad de México, que fue creada entre 1953-1956 y destruida más adelante en 1969, se considera su trabajo más extraordinario. Muchos murales y mosaicos en lugares públicos.
    Muchos de sus trabajos reflejan la historia de México, de la Revolución Mexicana, de la historia de los mayas y de los aztecas y de otras costumbres políticas, tales como separación de la iglesia y del estado. Por afinidad en sus ideas políticas y culturales, Juan O´ Gorman mantuvo una amistad muy estrecha con los pintores Diego Rivera y Frida Kahlo. Debuta de manera precoz como arquitecto, antes de cumplir veinticinco años, en 1929, con una obra revolucionaria. Luego de una actividad muy intensa, se retira de la arquitectura de manera paulatina a partir de 1935. En 1937, trabajó ya de manera intensa como muralista. Tiene un breve retorno a la arquitectura a finales de la década de 1940. O’ Gorman dedicó la mayor parte de su vida a la pintura; la obra arquitectónica con que más se le identifica es la de la Biblioteca de la Ciudad Universitaria. Nunca quiso pertenecer a galería alguna y malbarató su propia obra. Ida Rodríguez Prampolini lo promovió como pintor y arquitecto. O’ Gorman no permanece mucho tiempo en el terreno de la reflexión, y con su primer sueldo adquiere dos canchas de tenis frente al antiguo hotel de San Ángel In. En una de ellas construye una pequeña casa-estudio para un pintor, destinada según él a su padre. O’ Gorman cuenta la historia:"La casa que construí causó sensación porque jamás se había visto en México una construcción en la que la forma fuera completamente derivada de la función utilitaria. Las instalaciones, tanto la eléctrica como la sanitaria, estaban aparentes. Las losas de concreto sin enyesado. Solamente los muros de barro-block y de tabique estaban aplanados. Los tinacos eran visibles (...) No había pretiles en la azotea y toda la construcción se hizo con el mínimo posible de trabajo y gastos de dinero".
    j.o´gorman
    Diego Rivera, a petición de Juan, fue a visitar la casa. A Diego no sólo le pareció interesante, sino que dijo que era una casa estéticamente bella y en consecuencia le encargó la construcción de su casa bajo los mismos lineamientos. Pero más allá de la historia de cómo tuvo la oportunidad de construir para Diego Rivera, lo que se debe mencionar es como las tendencias e ideas del funcionalismo tuvieron seguidores en México.
    :
    www.arquitectronica.com.mx

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