Los condenados de la pantalla
Presentación del libro Los condenados de la pantalla (Caja Negra Editora, 2014). Hito Steyerl dialogará en videoconferencia con Marcelo Expósito. Modera: Inge Stache.
Literatura
19/11/2014
Cámara de Industria y Comercio Argentino-Alemana (Av. Corrientes 327 - Piso 23)
19 h -Entrada gratuita hasta colmar la capacidad de la sala.Los condenados de la pantallarecoge una serie de ensayos de la artista y crítica alemana Hito Steyerl escritos durante los últimos años y publicados en la revista de arte e-flux. En ellos, Steyerl interroga el tipo de política representacional que se esconde tras los formatos de baja resolución de la imagen digital y la imagen spam; toma el fenómeno de las fábricas que se vuelven museos como punto de partida para pensar cómo es que el arte contemporáneo se convirtió en una vasta mina de explotación basada en la mano de obra precarizada; y traza un paralelo entre el ámbito del cine y el de la economía a partir de la asimilación que se ha dado en los últimos años de los procesos de producción por los de postproducción, entre otros tópicos. Discípula del realizador Harun Farocki, la obra de Steyerl disecciona el rol que la tecnología asume en las mutaciones de nuestra vida cotidiana y analiza cómo ciertos proyectos artísticos colectivos trasladaron sus esperanzas y deseos a las imágenes y las pantallas, profundizando el pasaje de una política de la representación a una representación de la política en el siglo XXI.
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(...)-¿En qué medida el camino personal que la llevó a ser artista y filósofa expresa un nuevo modo de hacer arte donde los artistas, teóricos y curadores unen sus estrategias?
ResponderEliminar-Soy cineasta y escritora. Se necesita menos financiamiento para escribir. Desde mi punto de vista, cualquier cosa que necesita menos financiamiento es un buen modo de producir cosas. Sólo eso y nada más que eso.
-¿Hay aún lugar para la reflexión puramente estética o el arte se ha vuelto tan político que debe ser analizado desde una perspectiva social o política?
-Si alguien piensa que él o ella puede responder esa pregunta seriamente, por favor hágamelo saber. Me gustaría salir huyendo de esa persona tan pronto como sea posible.
-¿Ser feminista define sus compromisos artísticos?
-La respuesta es sí. No, no me pregunte lo que significa. Pero, sí, definitivamente.
Lección N° 2: No soy vanguardista
A lo largo de los 32 minutos de En caída libre (2010), Steyerl refleja la crisis mundial de 2008 a partir de un montaje de escenas de aviones estrellados, ficticios y reales. La evocación del esplendor de máquinas alguna vez icónicas junto a las imágenes de una suerte de cementerio de aviones en plena California surge como metáfora de la voracidad de los ciclos económicos y las marcas indelebles sobre sus víctimas.
-Se ha dicho que la era de los manifiestos está terminada. ¿Se considera miembro de una vanguardia?
-Ese término no tiene sentido para mí. No formo parte de una caballería. ¿Probablemente hoy la vanguardia sería un equipo SWAT, bajando de helicópteros Black Hawk para invadir las galerías de arte, ¿no?
-En los últimos años, las escuelas de negocios que buscan modos más eficientes de dominar se han apropiado de la noción de creatividad. ¿Es esto un ejemplo del modo en que hoy el arte es usado como mecanismo de legitimación?
-Definitivamente, sí. Sí.
-En Buenos Aires usted va a participar de la Bienal de la Imagen en Movimiento. ¿Cómo definiría la prospectiva de ese género artístico?
-La imagen en movimiento es movilizadora. Y mueve también a las personas a través de largas distancias. Va a continuar haciéndolo, on y offline.
Lección N° 3: No soy invisible
Cómo no ser visto. Un puto instructivo didáctico. MOV (2013), adquirido recientemente por el MoMA, es una parodia de un video instructivo sobre cómo evitar la visibilidad radical contemporánea. Con un título que evoca un sketch de los Monty Python, cada una de las cuatro lecciones recita, a través de una voz en off casi intolerablemente ralentada, distintos modos de ser invisibles en un mundo donde la guerra y el amor también lo son: devenir imagen, ser una mujer de más de 50 años, vivir en un barrio cerrado o volverse más pequeños que un pixel.
-La posibilidad de no ser visto ha sido desafiada por la lógica de la vigilancia, tanto por las cámaras que nos rodean como por Google o Facebook, una suerte de ojo de Dios que decide qué es real y qué no lo es. ¿Cómo se puede definir la resistencia política en ese contexto?
-El EZLN (Ejército Zapatista de Liberación Nacional) decía: llevamos una máscara para ser vistos, nos mantenemos en silencio para ser escuchados. Probablemente lo opuesto también es cierto. Nosotros lo llamamos youtube, ¿no?
-En la Argentina la palabra ?desaparecido', analizada en su libro, tiene connotaciones políticas e históricas especiales. ¿En qué medida su perspectiva sirve para iluminar el problema de cómo representar lo ausente?
-¿Alguna vez ha pensado en esas siluetas semitransparentes en 3D de las maquetas virtuales de las empresas inmobiliarias para publicitar los barrios cerrados y los shoppings? Cada una de ellas muestra una persona desaparecida. No la persona misma sino la persona como una desaparecida.
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continuación
ResponderEliminar-La tecnología contemporánea es una prótesis de nuestro cuerpo (por ejemplo, en el caso de los teléfonos celulares). Su ontología de la imagen digital desafía la distinción entre realidad y discurso. ¿Cuáles son las consecuencias de esta redefinición del cuerpo?
-Se torna cada vez más difícil, ¿no es cierto? Bueno, supongo que esa cosa puede desaparecer, esa cosa que podría ser su cuerpo. Porque sus datos no pueden desaparecer jamás. Y si su teléfono desaparece, simplemente uno se endeuda para conseguir uno nuevo.
Lección N° 4: No soy yo la que dijo eso
En la película Guards (2012), Styerl centra su cámara en las entrevistas que realizó a dos guardias del Art Institute de Chicago: un ex policía y un ex marine. A través de un recorrido por salas que cobijan obras de Willem De Kooning, Cy Twombly, Mark Rothko o Eva Hesse, esos personajes, que usualmente pretenden ser invisibles, toman protagonismo debatiendo sobre los modos en que la defensa del patrimonio artístico contiene la lógica amenazante de la violencia permanente ejercida bajo el pretexto de la protección.
-Como discípula de Harum Farocki y sólo tres meses después de su muerte, ¿cuál es la principal influencia de su trabajo en el videoarte contemporáneo?
-No fui estudiante de Farocki pero su influencia, en especial entre la gente más joven, es avasalladora. Esto atañe principalmente a su sorprendente talento para pensar a través de la realidad del consumo militarizado y el trabajo performativo, usando palabras e imágenes.
-En uno de los ensayos incluidos en Los condenados de la pantalla usted afirma que el cine contemporáneo es más afectivo de lo que algunos consideran. ¿Cuál es la razón?
-Yo no dije eso. No lo dije.
-Después de la performance de Marina Abramovic La artista está presente en el MoMA de Nueva York, se ha discutido ampliamente el rol del cuerpo del artista como parte de la materialidad de la obra de arte. ¿cuáles son los límites de esa forma de involucrarse?
-No lo sé porque no sé nada sobre performance. Yo sólo me uso a mí misma a veces como una suerte de títere, porque es lo más barato que hay.
-Usted menciona el Angelus Novus de Paul Klee, que Benjamin interpretó como objeción al progreso de la historia tal como aparece llamativamente impreso en un globo flotante del parque temático Tropical Island: sin futuro adelante, sin progreso. ¿Es esta imagen de un ángel que rebota dentro de un paraíso tropical artificial en lugar de ser arrastrado hacia delante una liberación de la idea de progreso o sólo una nueva forma de ideología?
-Creo que es lo que es: un ángel flotante en un globo turístico mirando un paraíso artificial dentro del hangar de una antigua fábrica de zepelines. Al menos el ángel no está siendo arrastrado hacia el pasado. O no aún.
-¿Cuál es el rol que juega el humor en su trabajo?
-Un rol muy grande..
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www.lanacion.com.ar Por Cecilia Macón