EL BOSCO HERTOGENBOSCH, H.1450-1516 / EL CARRO DE HENO, 1515 ÓLEO SOBRE TABLA
Hyeronimus Van Aeken, apodado El Bosco (1450-1516) fue un pintor holandés fascinado por reflejar en sus obras una visión total y completa del hombre, que incluye no sólo sus gestos, rasgos y actitudes, sino diferentes enfermedades y defectos físicos, fruto de su visión onírica del universo que le rodeó.
Entre sus cualidades técnicas destacamos: el detallismo y recreación de los objetos con alto grado de realismo, preciosismo en el color, su variedad y riqueza; supeditando éste y la luz al tema tratado en cada tabla. Este pintor es capaz de crear los efectos luminosos más chocantes, utilizando la fantasía y la originalidad, la burla y la ironía la minuciosidad en el detalle, además del cuidado por la perspectiva y la originalidad en el tratamiento del tema. Utiliza una perfección técnica de muy buena calidad en el dibujo
El Carro de Heno, es un tríptico compuesto por tres tablas donde, al cerrar las dos laterales, aparece un pasaje titulado El Camino de la Vida en el que se representa a un viandante envuelto en los peligros del viaje .La avaricia es el pecado principal que se representa en el tríptico. También la gula queda suficientemente ilustrada.
.La temática del cuadro que comentamos se debe en gran parte a que El Bosco fue un pintor moralizante y crítico con la sociedad de su tiempo y este cuadro es un fiel reflejo de su actitud al respecto. Satiriza el mundo de su época con un agudo sentido crítico, por medio de desenfrenadas visiones oníricas repletas de seres monstruosos. Sin embargo su obra está cargada de una intención moralizante propia de la época, en la que el pecado es omnipresente.
El Bosco, según algunos estudiosos, pasaba largos ayunos para tener visiones y alucinaciones y poder crear obras imaginativas y originales. Sus cuadros están repletos de mensajes ocultos y enigmas difíciles de descifrar. Muchos de los temas de sus pinturas, en las que plasmó su particular universo de sueños y fantasías, tienen como fondo la sabiduría popular recogida en refranes y proverbios.
Sus personajes reflejan la pasión humana, con sus bondades y mezquindades ;pero, además, aparecen representados con las enfermedades y patologías conocidas en la Edad Media.
Observamos cómo pinta un carro gigantesco que está completamente lleno de heno. Según todos los expertos, el tema alude a un versículo de Isaías: “Toda carne es como el heno y todo esplendor como la flor de los campos. El heno se seca, la flor se cae”. Estamos ante una alegoría de lo efímero de los bienes y placeres materiales y de lo pasajero de todo lo de este mundo.
A esa felicidad terrenal y material, representada por el carro, quieren subirse todos. En ese intento están todas las clases sociales, reyes y obispos, pueblo llano, etc. El pueblo bajo se pelea y se empuja por conseguirlo desesperadamente, mientras príncipes y prelados cabalgan mansamente porque ya tienen la riqueza (el heno) conseguida; representan el pecado del orgullo.
A los pies del carro vemos otros pecados capitales, así podemos contemplar elmendigo farsante (con un niño), es la avaricia que conduce al engaño y al fraude. El médico embaucador (con diagramas y frascos en una mesa para impresionar a sus víctimas) tiene la bolsa llena de heno al tener ganancias conseguidas ilícitamente. A la derecha varias monjas introducen heno en un saco (atesoran riquezas) y las está vigilando un monje con una abultada panza, símbolo de la gula.
Varias escenas de violencia se desarrollan en torno al carro como: una extracción de muelas, un degollamiento, la limpieza del culito de un niño y un asadero de peces. Detrás del carro y a caballo, aparecen elemperador (Maximiliano de Habsburgo), el rey (soberano de las provincias flamencas) y el Papa, como si fueran escoltando la hierba. Diversos seres monstruosos tiran del carro.El Bosco denuncia con estas escenas el egoísmo, la codicia y la ambición que anidan en el ser humano sea cual sea su condición social y económica..
La pintura de El Bosco ha generado ingente literatura e interpretaciones por su carácter enigmático y simbólico. La contemplación de su obra no deja indiferente a nadie. La compra de sus obras en España se inicia con los Reyes Católicos, pero fue Felipe II quien reunió un mayor número de tablas. “El rey prudente” fue el principal coleccionista de su pintura, y los críticos hasta el siglo XX siempre la interpretaron en clave moralista.
Me acudió esta imagen a la mente, entre otras de distintas épocas, porque el panoptismo no considera al individuo desde un punto de vista jurídico. El panoptismo es una forma de poder que no reposa sobre la investigación como metodología de saber, sino sobre el examen. Quiere decir dos cosas: que todo es visto todo el tiempo, pero también que todo el poder que se ejerce nunca es más que un efecto óptico. El poder no tiene materialidad; no tiene necesidad de toda esa armazón, a la vez simbólica y real, del poder soberano. No tiene necesidad de la espada para castigar ni para intervenir como el rayo a la manera del soberano.
ResponderEliminarEste poder es, más bien del orden del sol, de la luz perpetua.
Es la iluminación no material, es más bien un don.
Pensé, en el acto de mirar una pintura; se analizan todos los detalles, siempre queda la impresión de que algo se escapa, es un mecanismo, también de formación de saber
Foucault observa respecto del panóptico : "En cierta medida se puede decir que es el más viejo sueño del más viejo soberano: "que ninguno de mis súbditos se me escape, que ninguno de los gestos de ninguno de mis súbditos me sea desconocido".
Lo destacado y notable de esta cuestión y que marca el rasgo perverso es, develar algún detalle, entre bufón y divertido, para que el súbdito se entere de que es observado.