FRANCISCO OLLER Y CESTERO - ICP

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  1. JOSE ÁNGEL GONZÁLEZ. 13.09.2015 - 09:19h Cuando tenía 15 años, el joven empleado del departamento del Tesoro de Puerto Rico Francisco Oller Cestero (1833-1917) se atrevió a dibujar unas agudas caricaturas del jefe de la oficina. Fue despedido por el atrevimiento, pero el capitán general de la isla, el militar liberal español Juan Prim, adivinó en los dibujos algo más que la chanza: vio en ellos el potencial por desarrollar de un futuro artista y ofreció al chico una beca para estudiar pintura en Europa. Fotogalería 13 Fotos Francisco Oller, un impresionista en Puerto Rico Aunque los padres del muchacho, asentados en Bayamón, en la costa norte de la isla, agradecieron la oferta, la rechazaron porque consideraban que el chico, que había estudiado dibujo y pintura desde los 11 años, era demasiado joven para vivir por su cuenta en Europa. Tres años más tarde, cuando ya había alcanzado los 18, no lo pudieron detener y Oller viajó a Madrid. Lo admitieron en la Real Academia de Bellas Artes San Fernando bajo la tutoría del artista romántico Federico Madrazo, que sería director del Museo del Prado. En la capital artística del mundo Madrid y los cánones algo trasnochados del maestro no eran lo que buscaba el artista puertorriqueño, que ya apuntaba maneras de excelencia y deseaba recorrer los emocionantes caminos de cambio que se presentían en el último cuarto del siglo XIX, con el nuevo siglo llamando a la puerta. En 1858 hizo de nuevo las maletas y se mudó a la capital artística del mundo en aquel entonces, París. De Coubert aprendió a entender el mundo con una mirada socialmente comprometida Estudió primero con Thomas Couture, que ha pasado a la historia por ser el profesor de Édouard Manet, y después se matriculó en la escuela del Louvre, donde le dio clases el realista, republicano y socialista Gustave Courbet, de quien no sólo aprendió a perfeccionar la técnica, sino también a ver el mundo y entender sus paradojas e injusticias con una mirada socialmente comprometida. Barítono para ganarse la vida Oller no perdió el tiempo en la fascinante urbe francesa. Para ganar algo de dinero cantaba en algunas óperas —era un competente barítono— y para atesorar experiencias frecuentaba los cafés y tertulias artísticas parisinas. Así se hizo amigo de Amigo de Pissarro, Cézanne, Monet y Renoir, y entró en el grupo fundacional del revolucionario movimiento impresionista —cuyo arranque oficioso es es el cuadro de Monet Impresión: soleil levant (Impresión, sol naciente, 1872-1873), aunque el inglés Turner ya había vaticinado el estilo unos años antes—. Participó en la exposición colectiva del 'Salón de los rechazados' Camarada de aquellos rupturistas que preconizaban la necesidad de plasmar la luz sin que importara demasiado la forma o identidad del tema o motivo, Oller se convirtió en el único impresionista hispanoamericano de la primera hornada. Aunque el suyo era un estilo que se balanceaba entre la impresión y el realismo —no era tan radical como Renoir o Cézanne, pero intentaba adoptar siempre el placer hedonista ante la vida que definía filosóficamente al movimiento—, fue considerado impresionista de pleno derecho e invitado a participar en exposiciones colectivas, como la del Salon des Refusés (Salón de los rechazados), montada por los creadores no admitidos por la ortodoxia académica. 84 óleos y dibujos La exposición Impressionism and the Caribbean: Francisco Oller and His Transatlantic World (El impresionismo y el Caribe: Francisco Oller y su mundo transatlántic0) es una necesaria antología de un artista no conocido en exceso pero de gran interés plástico, personal y social. Presenta 84 óleos, dibujos y acuarelas de Oller, sus predecesores y contemporáneos, y estará en cartel, de 2 de octubre al 3 de enero de 2016 en el Museo de Brooklyn (Nueva York-EE UU).

    Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2552635/0/francisco/oller/impresionismo-exposicion/#xtor=AD-15&xts=467263

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  2. El Velorio de Oller y el ‘Velorio’ Palés:

    Por los detalles de la pintura El Velorio, Francisco Oller debió haber presenciado y observado con lujo de detalles un baquiné, a juzgar por las descripciones que hemos leído de este ceremonial. Sin embargo, es cuando leémos una breve descripción que Ricardo Alegría hace de los “maestros de baquiné” y luego leémos la descripción del baquiné que hace Luis Palés Matos, en su novela Litoral, que comenzamos a cuadrar el mundo misterioso, mágico, lleno de miedos y de terror, dominado por supersticiones engendradas por las religiones que nos rodean, y como estas dominan el mundo cotidiano, esclavizando las conciencias, lo mismo del hombre común, que del hombre diz que intelectual. Noten ustedes primero como Ricardo Alegría describe la función de este personaje:


    “En las comunidades donde aún se celebra el “velorio del angelito” siempre hay algunas personas que gozan de reputación como especial conocedora de esta costumbre y a la que se recurre para que se encargue de organizar y dirigir el velorio. Se trata casi siempre de hombres mayores caracterizados por su locuacidad y sentido del humor, así como por su habilidad para narrar cuentos y dirigir los cantos y juegos que forman parte importante del velorio. Se les conoce en algunos lugares como “maestros de baquiné.” 15


    Ahora veamos como describe Palés a este extraordinario personaje como artísta histriónico, músico y director, sacerdote, o brujo, y principal protagonista de un baquiné en Guayama:


    “--Pero esta noche iremos al baquiné._
    --A campo traviesa y atajando por trochas y senderillos de cabro para "madrugarle al difunto", después de la comida, forzamos nuestra marcha hacia la casa del misterio. No queremos perder un solo detalle de la ceremonia. Lupe nos ha dicho que de Guayama viene, expresamente, un Gran Ciempiés1 para dirigir los rezos y los cantos, y esto se ve en muy contadas ocasiones._
    --Le llaman al maestro Balestier y dicen que es el mejor Gran Ciempiés de toda la comarca, desde Maunabo hasta Juana Díaz._
    --¿Cómo lo sabes?_--Por Lupe. Conoce los rezos en católico y en cangá. Y trina como un canario de mangle._
    --Bien entrada la noche llegamos a la "Esperanza". Es un hacinamiento de casucas y barracones en torno a un torreón de piedra y ladrillo, especie de hórreo gigantesco y ruinoso que, a la distancia, en el relente nocturno y proyectado contra el lienzo de los cañaverales que le hacen horizonte, sugiere la antigua fábrica de un molino sin avispasde un molino sin aspas._
    --Lupe nos espera frente al portón que da acceso a la hacienda. Viste traje blanco y su gran pañuelo de Madrás doblado en confia sobre la cabeza._
    --Por aquí -indica, guiándonos hacia la barraca del velorio-. El Gran Sempié acaba de llegar._
    --Atravesamos el oscuro y catingoso arrabal. Nos sentimos como en otro mundo: el mundo de los negros. Pringa el aire en vaho de orín y lodo y a lo lejos, entre las sombras, croan las ranas. Por todas partes hierven, rebullen los negros en sus mejores prendas._
    --Parecen gatos con valeriana -apunta Andrés en tono festivo._
    --Es el baquiné, mi niño -comenta Lupe con solemnidad-. Lo llevamos en la sangre._
    --Cuando llegamos a la barraca la están "limpiando" para la ceremonia. Dos mujeres, con escobillas de palma real, barren afanosamente el piso; una tercera, arroja cacharros y cubos de agua por puertas y ventanas._
    --No pué quedar una sola gota -se anticipa a explicaranos Lupe-. La dañaría el espíritu del difunto bañándose en ella y dejándola embrujá.
    --La habitación está débilmente iluminada por un quinqué de kerosén pendiente del techo. Varias ringleras de sillas, bancos y cajones, con un estrecho pasillo central, llenan la estancia. A la izquierda siéntase las mujeres, todas de blanco y tocadas con pañolones a semejanza de Lupe; al otro lado, los hombres, descubiertos y en mangas de camisa.
    _(...)
    www.musica.uprrp.edu

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  3. (...)El santero mencionó que en su religión se mezclan “Satanás y los santos” ya que, según dijo, todo ser humano fue creado a la imagen de Dios pero está influenciado por el mal.

    El santero asegura que en Puerto Rico hay cerca de 100,000 personas que practican la santería, de los cuales solo el 5% está involucrado en el narcotráfico. Antonio Torres, un agente federal encargado de la búsqueda y arresto de narcos importantes, dice que el 60% le ha expresado que profesa estas creencias.

    El santero reconoció que los trabajos a los narcos, junto a los que tienen que ver con problemas amorosos, son los que más pagan.

    No obstante, aseguró que la protección que ofrecen los santos a través de estos rituales es limitada, porque el santo “no usa ni vende drogas” y en el momento en que el creyente se aleja del “orden divino” se expone a pagar las consecuencias de sus actos.

    “Esto es una religión completamente materializada, de secretismo y se basa en ponerles a los santos, mediante consulta cuando se tira el caracol, comidas y matarles su animalito. El santo te dice en la lectura del caracol que te resuelve tal problema si le haces tal o cual cosa. Es una religión que muchos la han cogido como un negocio y los trabajos que más dinero dejan son los de los narcos o problemas amorosos”, señaló.

    “Decimos que los santos son ciegos, sordos y mudos y ante un servicio que le ofrezcas él te sirve. No cabe la menor duda que los santos te protegen de la muerte, de la cárcel, de la justicia y de la injusticia. Podrá proteger tres o cuatro veces pero a la larga ellos mismos te entregan porque tienes que regirte por un orden divino”, destacó.

    El entrevistado aclaró que la santería es distinta al Palo Mayombe, otra religión de origen africano, pero que está centrada en la consulta a los muertos.

    “Todas las matanzas son porque unos aspiran a lo que otros tienen y a lo que aquel le quitó al otro. Es la avaricia del ser humano. El santo protege hasta un límite, pero eso no lo dicen algunos padrinos para seguir sacándole dinero al narco”, dijo el santero.

    El hombre alega que hay santeros que le piden a un narco entre $20,000 y $30,000 por trabajos para que no les pase nada. Pero “cuando el santo dejó de proteger pasa que hay padrinos a los que matan” por haber engañado al narco, sostuvo el entrevistado.

    Los jueces y fiscales, dijo el santero, deben tener “un arraigo religioso que los libre del mal”, pues suelen ser el blanco de los “trabajos maliciosos” que encargan los santeros.

    “Se les hace muchos trabajos de brujería al igual que a los testigos para que no puedan hablar. Los jueces y fiscales tienen que tener un padrino para que los limpie o tener una unión religiosa profunda para que se mantengan unidos a Dios y nada de esos trabajos les caiga”, apuntó.
    www.nuevodia.com

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