PARALELO ENTRE EDVAR MUNCH Y VICENT VAN GOGH POR JONATHAN JONES
Un arma de fuego y un grito reverberan a través de la casa amarilla, hacen eco a través del fiordo, y llenar una nueva exposición en el Van Gogh museo en Amsterdam con la piedad y el terror.
En 1890 Vincent van Gogh fatalmente se pegó un tiro en la campiña francesa.Tres años más tarde, el pintor noruego Edvard Munch caminaba cerca del fiordo de Oslo al atardecer. A medida que el sol se puso, recordó años más tarde, fue capturado por una visión terrible:
"El aire se volvió como sangre - con la perforación de mechones de fuego ... Sentí un gran grito - y yo en realidad escuché un gran grito."
De Munch 1893 creyón El grito, cedido por el de Oslo Museo Munch, ahora cuelga cerca de Van Gogh Campo de trigo debajo de las nubes tormentosas, que pintó en los últimos meses de su vida. El cielo de Van Gogh se ha convertido en una mancha magníficamente espeso y húmedo, pero opresivamente densa y masiva de azul y blanco. Mientras tanto, el cielo en busca de Munch, en El grito, es un siniestro aurora boreal, un resplandor radiactivo. Se nos deja adivinar lo que la sopa azul de Van Gogh de un cielo dice acerca de su estado emocional. Munch no deja tal ambigüedad. Él retrata a sí mismo como un vestido, figura de monje, sus ojos puntos de dolor en un cráneo sin pelo, la boca de un óvalo de angustia.
Otros caminantes están insensibles ante el fiordo. Sólo el artista aislado puede escuchar el grito que desgarra la naturaleza misma de diferencia.
Al ver el lado Munch y Van Gogh al lado del otro es un viaje para el nacimiento del expresionismo. Ellos nunca se encontraron, y Van Gogh nunca supieron Munch existía - a pesar de Munch, que vivió hasta 1944, sin duda llegó a conocer finalmente sobre Van Gogh. Sin embargo, ambos artistas intuían algo similar.Sintieron el mundo clamando a expresarse en colores. Oyeron una música, o un grito, en la naturaleza que conecta el artista y el cielo, el artista y campos. La forma en que se establecen por este holística, sensibilidad extrema creado un nuevo tipo de arte.
www.theguardian.com/ 23 de septiembre de 2015-Jonathan Jones
Edvard Munch-Noche estrellada
Munch: Van Gogh compara algunas de las mayores obras maestras de dos de los más grandes artistas modernos. Munch, además de uno de sus cuatro versiones de El grito, está representado por su visión aún más aterrador de una casa que parece gotear sangre, rojo enredadera de Virginia (1898-1900), su oscuramente erótica Madonna (1895-97), y muchos más de tales revelaciones impactantes del fin de siglo. Van Gogh responde con obras como La noche estrellada sobre el Ródano (1888) y The Yellow House (1888). Es como un drama de Strindberg en el que los dos artistas más intensos que jamás haya vivido la rabia en la locura mutua.
ResponderEliminarMunch fue el amigo de Van Gogh nunca encontró. ¿Habría sido un mejor compañero de Gauguin?
Munch fue el amigo de Van Gogh nunca encontró. El único hombre que podría haberle entendido. Cuando alquiló la casa amarilla en Arles y decorado con pinturas brillantes de los girasoles, Van Gogh estaba soñando con la utopía. Esperaba que esta casa se convertiría en una colonia de arte donde los pintores trabajaban como hermanos. En su lugar llegó Paul Gauguin como un huésped de la casa y el sueño terminó en autolesiones y hospitalización. Would Munch han sido un mejor compañero de la pintura? En su pintura 1889 Noche de Verano: Inger en la playa, la naturaleza es una presencia viva numinoso que infunde el cuadro con luz interior, así como las estrellas de Van Gogh chispa en el azul.
Ambos estos norteños fueron incendiados por el impresionismo francés y tanto admiraban abstracta, la audacia simbólica de Gauguin. Litografías de pesadilla de Munch de almas solitarias y sexualidad depravada deben más a Gauguin de Van Gogh hace, a pesar de que fue Van Gogh que vivió con Gauguin. Pero las similitudes entre Munch o Van Gogh son en última instancia, menos elocuente que sus diferencias.www,theguardian.com Por Jonathan Jones-23 de septiembre de 2015
Edvard Munch
ResponderEliminarEn esta Noche estrellada el pintor compone un paisaje personal y lo anuncia con una perspectiva por lo demás arriesgada, intentando dar un punto de vista cenital al paisaje. La sombra de la cabeza y parte del cuerpo se anuncia en la parte inferior del lienzo, en la que dos vigorosas líneas marrones dibujan el marco de una puerta que se corta en el suelo cubierto de nieve. La sombra del propio pintor se refleja en la suave loma nevada en la entrada de la casa, y fuerza la mirada hacia un camino donde se observan dos siluetas que se dirigen a un pueblo que aparece en el horizonte. El sol invernal está a punto de meterse, irradiando reflejos que van del rosa al azul, pasando por el verde. Las líneas curvas del camino se confunden con las sombras de los árboles que esconden una casa, pero no así la cálida luz que sale de sus ventanas.
Todas estas formas ondulantes dan ritmo y continuidad a un paisaje en el que lo más importante es la propia presencia del pintor, porque nos dice que está solo, pero que se encuentra a gusto. La forma en que está construida la composición, el uso de esos tonos pasteles a pesar de la noche, y la pincelada alargada, que parece dar calma al lienzo, son propios de alguien que está pintando desde casa. En otras palabras, Munch anuncia aquí que este momento posee un gran significado, sencillamente porque ya ha llegado a lo que considera su lugar.