domingo, 8 de mayo de 2011

FRANK STELLA-1972

La dirección dominante desde el expresionismo abstracto no ha sido precisamente la pintura abstracta. Ha habido, sin embargo, un pequeño grupo de pintores que surgieron a fines de los 50, principios de los 60, que crearon una pintura abstracta de igual fuerza y poder a lo mejor del expresionismo abstracto, pero muy distinto en carácter. Su postura no es romántica, es el método; no es la improvisación, sino que es mas clásico, mas controlado. En cierto modo, reactivo en contra a la acción y concepción del expresionismo abstracto.

"Me parece que los pintores de la acción, y mas los de la segunda generación, adoptaron hacia la pintura una actitud basada en la idea de que todo está relacionado, pero no lo lograron, fueron inconsistentes, en otras palabras, lo que se suponía fuera una pintura completa, terminaba trabajando demasiado en el concepto tradicional "push-pull" (tire-empuje). La otra gran cosa, en lo que a mí respecta, todos parecían meterse en problemas en la esquina. Empezaban con un gran gesto expansivo, y terminaban dando vueltas sobre eso tratando de hacerlo explosivo, y la energía en vez de volcarla en la pintura, terminaba arreglando esa supuesta imagen de expresión de libertad y de pérdida. Terminaba siendo mas una ilustración de energía del establishment que una imagen pictórica en sí misma. Yo no quería eso, yo quería ser capaz de tomar algunas virtudes del expresionismo abstracto, pero aún teniendo algo de control, en lo que se refiere a pintura fuerte en lo conceptual. Mis pinturas, hacerlas más fuertes que lo que eran.
El negocio de mi trabajo, al ser frío e intelectual, no puedo explicarlo, la única explicación que puedo hacer es una bastante gráfica: nadie vería ahora una pintura negra como fría, lógica, calculadora. Pero visto en el contexto 59-60, puede ser. De todas maneras, si las ve bien, parecen un Rothko, y nadie acusó a Rothko de ser frío e intelectual. Hay algunas cosas literarias, por ejemplo, mientras yo estudiaba, Beckett era muy popular. Beckett es magro y repetitivo, narra situaciones simples en las que no pasa mucho mas, algo parecido a la repetición.
Después de años, el patrón de cuadros con cuadrados negros regulares, sentí que esa cosa simple era una necesidad absoluta para la pintura moderna de ese tiempo. Creo que las pinturas negras estaban bien, digo, hay un montón de cosas en esas pinturas que no estaban en las de nadie mas, y tenía que hacer frente a eso. Me involucré mucho en ese momento con pinturas negras siguiendo patrones y empecé a hacer algunos dibujos y esquemas sobre ellos. Me involucré con patrones corridos, movidos, con ranuras. Mas los miraba, mas me gustaban, y así formé la estructura de la serie. 
Y ese fue el inicio de la forma para mí. Ya tenía en mi mente qué tipo de pintura quería usar, era esta pintura metálica, iluminada, algo que ajuste a la superficie, y que sea repelente a la vez. Me gustaba la idea de la simpleza y profundidad a la vez, pinturas difíciles de penetrar, con toda la acción en su superficie. La idea era mantener lejos al espectador de leer una pintura, algo que no sea una invitación, sino una presentación. Hice algo y está disponible para que la gente lo vea, pero no era una invitación a explorar. Es mas, no quería que nadie dijera nada, por mas bueno que fuera, acerca de cómo estaban hechas. Lo primero que hacés es verlas, no ver como están hechas. No es un registro de nada particular, esto puede explicar en parte su impopularidad con los críticos. Era una situación difícil para ellos no tener nada que escribir, es una situación simple, y la pintura no es la convencional, no te dice como se relaciona una parte con la otra. Es decir, no hay sufrimiento, ni sentimiento, ni cuestionamientos; no tuve crisis, ni ansiedad, o lo que sea que se refleje en un lienzo. Solo seguí haciéndolo.
Hay una terrible presunción acerca de la humildad del artista: tener un tremendo éxito y presumir de ello, algo que yo parecía no tener.
No hay nada en términos descriptivos para decir, para señalar, si no estás entrenado o acostumbrado a ver pinturas. No creo que sea la gran obra, pero lo positivo, toda crítica termina siendo subjetiva. Esto es mas una experiencia visual, convincente, y también puede ser movilizadora, en otras palabras, esa confrontación aprehensiva con la pintura, esa cosa saliente de la imagen, de impacto visual, y esa clase de superficie pintada, su propia superficie, era un especie de intento de darle a la pintura una vida particular, a tono en su relación con el espectador.
Creo que siempre pensé en términos de organización de estructura pictórica. Luego, con las formas mas complejas el color resultó inevitable en cierta forma. Si era algo multicolor, tenía que ser monocromático en las estructuras lineales, las pinturas no se trataban del color, no estaban hechas para eso.
Esta es una de esas pinturas. Las orillas son duras. Primero está dibujado a lápiz directo en el lienzo. Este círculo va para arriba pero no ves la otra mitad, este otro viene de afuera, y así. 
Empiezo con el dibujo, usualmente rústico, en el que fijo las intersecciones de las bandas. Una vez establecido el ancho, todo lo demás se acomoda. El dibujo parte de ciertos puntos y con un compás, que hice yo mismo. Con un lápiz y el compás dibujé las líneas. Luego usé cinta de enmascarar para tapar la cinta, y ya está listo para pintar. 
El color acá es arbitrario, lo que me interesaba acerca del color era usar la curva para generar "el problema del color". Con el interlineado, no hay duda que caé en una especie de ilusión, lo que mantiene el "push-pull" en la superficie de la pintura. Sentís que los colores se mueven, se caen, tienen una dirección".

Tradución
juanco9652@gmail.com

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