15-MINUTOS DE "INTERRUPCIÓN" EN LA BIENAL DE ESTAMBUL
Plan de Bienal de Estambul Artistas 15-Minute "Interrupción" 01 DE SEPTIEMBRE 2015 Bienal de Estambul de Carolyn Christov-Bakargiev abre esta semana, y un grupo de artistas tienen la intención de infundir la abertura con un reconocimiento de la reciente agitación política que aflige a la minoría kurda de Turquía. Una carta enviada esta mañana a todos los participantes bienales "proponer [s] que todos suspendemos presentación de nuestros trabajos durante 15 minutos durante la inauguración de la Bienal" en reconocimiento a la ruptura violenta en las conversaciones de paz entre el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y el gobierno de Turquía en las últimas semanas. Firmado por participante bienal basado en Mardin Pelin Tan y su Colectivo ArtikIsler, junto con el editor de artista y e-flux Anton Vidokle, la misiva pretende infundir un sentido de urgencia en lo que ya es un programa bienal políticamente sensible. "Con Anton, pens
Historia y arqueología
ResponderEliminarLos “purunmachos”, como les dicen los lugarteños de Amazonas, o los mejor conocidos “Sarcófagos de Karajía” fueron expuestos al mundo en 1984 gracias a las investigaciones del arqueólogo Federico Kauffmann, causando de inmediato gran expectativa en el mundo arqueológico. Estas singulares muestras de los rituales mortuorios de la cultura Chachapoyas fueron elaboradas alrededor de los años 1000 a 1300 d.C.
Sarcófagos de Karajía
Su ubicación es estratégica: están colocados en los filos de un farallón de roca calcácea, como si los hubieran dejado ahí para que vigilaran el desarrollo de la vida (porque encaran el abismo) desde las cumbres de la muerte. En realidad, parece que los Chachapoyas dejaron ahí a sus grandes señores (es comprobado que estos sarcófagos pertenecían a grandes señores) para evitar que en años posteriores pudieran saquear sus sarcófagos. Sin embargo, este intento resultó fallido porque, cuando Kauffmann los encontró, ya algunos habían sido profanados.
Los sarcófagos son elaboradas esculturas que miden más de dos metros de alto y constan de cabeza y busto, formando una compacta cápsula funeraria de barro enlutado. Las cabezas están decoradas con un cráneo trofeo, los rostros son planos y anchos, y el resto del cuerpo está diseñando con motivos geométricos. Hasta ahora se están buscando explicaciones de por qué los antiguos Chachapoyas colocaban los sarcófagos en grupos de 4 a 8 ejemplares.
En la actualidad, la presidencia de la Región Amazonas está implementando mejoras para el desarrollo turístico de este invaluable recurso, por lo que se espera que en el 2008 la difusión y la implementación de mejoras en la infraestructura turística reditúen en un beneficio directo a las comunidades ubicadas a los contornos del importante atractivo.
La cultura Chachapoyas
Pueblo de muerto
Esta cultura amazónica inició el camino a su florecimiento durante el siglo I de nuestra era, y sus mejores construcciones las realizó entre los siglos IX y XV d.C.
Su sometimiento a los incas fue un verdadero reto para las cusqueños, quienes, luego de interminables y sangrientos enfrentamientos, los vencen en 1475, bajo el imperio de Túpac Yupanqui. Sin embargo, los Chachapoyas no se rindieron. Constantemente se sublevaron, e incluso se negaron a participar de la rebelión de Manco Inca en 1536.
Sobre las dotes de sus hombres, tuvieron artistas, orfebres y tejedores muy diestros, pero sobre todo tuvieron grandes arquitectos que construyeron grandes edificaciones, como Kuélap, en la boca de la entrada al Marañón, o como otras obras hechas en lugares de difícil acceso. Por lo general los hacían en lugares altos, desde donde podían dominar el panorama; en la actualidad, los restos de sus construcciones se encuentran distribuidas en el valle del río Utcubamba.
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Según el arqueólogo Régulo Franco, descubridor de la Dama de Cao, fue sacrificada y «su cuerpo inerte fue tirado al interior de una fosa previamente preparada»
ResponderEliminarPor Alec Forssmann
Galería de fotos
Complejo arqueológico El BrujoAmpliar imagen
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Un equipo arqueológico peruano descubrió el pasado mes de junio los restos óseos de una mujer de la cultura moche en el complejo arqueológico El Brujo, situado a unos 620 kilómetros al norte de Lima, en Perú, según anunciaron los arqueólogos a mediados de este mes de julio. La cultura moche fue una sociedad precolombina y preincaica, anterior a la cultura huari, cuyos hallazgos más valiosos se produjeron en 1987, con el Señor de Sipán por parte del arqueólogo peruano Walter Alva, y en 2005, con la Señora de Cao o Dama de Cao, una gobernante del pueblo mochica, a cargo de su colega Régulo Franco. Ambas tumbas, aunque no son de la misma época, permanecían intactas desde hacía más de 1.500 años.
El último hallazgo tiene relevancia por dos motivos: porque se trata de una mujer, que fue sacrificada durante la fase final de la cultura moche, aproximadamente entre los siglos VII y VIII d.C.; y por la postura anormal en la que se hallaba enterrada, en decúbito ventral (boca abajo), con la cabeza orientada hacia el oeste, donde se encuentra el mar, y con los brazos extendidos, cuando el patrón de enterramiento moche es en decúbito dorsal (boca arriba) y con la cabeza orientada hacia el sur, lo que supone que «después de haber sido sacrificada, su cuerpo inerte fue tirado al interior de una fosa previamente preparada», según explica Régulo Franco a Historia National Geographic. El arqueólogo peruano dirige las excavaciones en el complejo El Brujo, cuya investigación y puesta en valor arrancó hace 23 años gracias a un convenio entre la Fundación Wiese y el Ministerio de Cultura de este país.
«El sector del hallazgo corresponde a la plataforma superior de la huaca Cao Viejo [un lugar sagrado], que se encuentra a 25 metros de altura, y donde hace quince siglos hubo un patio ceremonial superior con muros internos bellamente decorados en alto relieve con la imagen de la deidad conocida como el dios Aiapaec o el Dios de la Montaña», señala Régulo Franco. Los estudios de antropología física realizados por John Verano, de la Universidad Tulane, han revelado que los restos esqueléticos pertenecen a una mujer joven que en el momento de su muerte tendría entre 17 y 19 años de edad y que tenía la dentadura bastante desgastada, posiblemente debido a un alto consumo de harina y de marisco.
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