lunes, 14 de octubre de 2013

"COLECCIONISTAS DE VERDAD HAY MUY POCOS"

“COLECCIONISTAS DE VERDAD HAY MUY POCOS”

Vicent Madramany. Coleccionista.
Director de À cent mètres du centre du monde, de Perpignan
“Coleccionistas de verdad hay muy pocos”, advierte Vicent Madramany. Le faltó añadir que él es uno de ellos. Director del museo de arte contemporáneo de Perpiñán, que lleva el significativo nombre de À cent mètres du centre du monde, en alusión a Dalí, Madramany se acercó a Valencia como parte responsable de la exposición de Artur Heras en la Fundación Chirivella Soriano. De las 44 piezas exhibidas, 42 pertenecen a su colección; las otras dos son propiedad del propio artista. Piezas de gran formato que, a modo de antológica, permiten contemplar 50 años del trabajo de Heras, los que van de 1964 a 2013 (Ver: http://www.makma.net/seduccion-iconografica-elegante-protesta/).
Aunque “lo importante son los artistas”, razón por la cual Vicent Madramany prefirió mantenerse en un segundo plano durante la presentación de la antológica, lo cierto es que su trayectoria como coleccionista bien merece un aparte. Su trabajo de importación y exportación de frutas le llevó, entre otros lugares, a Perpignan, donde fue barruntando la idea de crear un museo de arte contemporáneo. Idea que dio sus frutos (nunca mejor dicho), tras la compra de un viejo almacén de frutas y verduras, que se hallaba muy cerca de la estación de tren de Perpignan, a la que Salvador Dalí dedicó una de sus obras tras delirante visión: “El universo, que es una de las cosas más limitadas que existe, sería –guardando las proporciones, similar por su estructura a la estación de Perpignan”.
Vicent Madramany, junto a la obra 'Consum nacional brut' de Artur Heras. Foto: MAKMA
Vicent Madramany, junto a la obra ‘Consum nacional brut’ de Artur Heras. Foto: MAKMA
Madramany, haciendo uso explícito del delirio daliniano, bautizó su museo tomando como referencia esas palabras y los aproximadamente 100 metros que lo separaran de la estación de tren: À cent mètres du centre du monde. Museo del que provienen la 42 piezas de Artur Heras y donde Madramany acumula y exhibe obras principalmente de artistas valencianos y franceses. “El coleccionista es la persona que intenta hacer un homenaje a los artistas coleccionando su obra para que perdure en el tiempo”. Nada que ver con los coleccionistas que, como champiñones, brotaron a causa del esplendor inmobiliario. “Hay quienes han comprado arte por una finalidad especulativa, como un producto financiero”.
Madramany entiende que esa “especulación del producto artístico” ha terminado por “marear mucho” el mercado del arte. “Ha habido un exceso de artistas y de obras”, lo mismo que “hay muchos museos que son almacenes de obras mediocres”, y pone como ejemplos el Hermitage de San Petersburgo o el Louvre de París. “Prefiero el Museo del Prado o la National Gallery de Londres”. Para Madramany, “la pintura, salvo milagros, no es una inversión”. Y como “el olvido” suele ser a su juicio el “destino normal de la mayor parte de la obra creativa”, la función del coleccionista es la de poder “rescatar” de ese olvido a los artistas.
Vicent Madramany, junto a la obra 'Consum nacional brut' de Artur Heras. Foto: MAKMA
Vicent Madramany, junto a la obra ‘Consum nacional brut’ de Artur Heras. Foto: MAKMA
“Hay mucha gente que invierte, pero coleccionistas de verdad, los que lo hacen por placer, no abundan, y no es el principal motor del mercado del arte”. Conjugar ese placer, que permite dar testimonio de la “obra bien hecha”, con la justa proporción de rentabilidad derivada del valor creativo, es lo que Vicent Madramany persigue con su colección de obras en À cent métres du centre du monde. Casi medio centenar está ahora en la Fundación Chirivella Soriano. Piezas de gran formato, porque “una obra cuando es buena tiene más fuerza a tamaño grande”. Que es lo que le suceden a las 44 piezas de Artur Heras. Madramany está de enhorabuena.
Vicent Madramany, al lado de la obra 'El sueño del capitán España' de Artur Heras. Foto: MAKMA
Vicent Madramany, al lado de la obra ‘El sueño del capitán España’ de Artur Heras. Foto: MAKMA
Salva Torres www.makma.net / enviado por www.arteinformado.com

1 comentario:

  1. (...)"Por todo el gran paisaje artificial de la figuración contemporánea resuena el rumor de fondo del tránsito de formas visuales y de formas de entender la representación artística. Así las cosas, Artur Heras se fundamenta en esta lógica para utilizar el poder simbólico de las imágenes como valor susceptible de ser intercambiado y producir nuevos valores, plusvalías artísticas. Él cree que, ni siquiera en nombre de los recuerdos y tradiciones anteriores a la época de la reproducción masiva, deberíamos mantener los significados preasignados atados a las formas", señala el profesor de Historia del Arfte de la Universitat de València Vicente Pla, en un texto recogido con motivo de la exposición.

    Nacido en Xàtiva en 1945, Heras formó parte del movimiento que renovó la figuración a partir de los años sesenta del pasado siglo, incluyendo siempre referencias críticas y sociales en sus creaciones. Además de ser un destacado artista de su generación, fue el director de la mítica Sala Parpalló entre 1980 y 1995, todo un referente en la historia del arte contemporáneo de Valencia al introducir en la Valencia posfranquista las obras de grandes artistas nacionales e internacionales.
    www.ccaa.elpais.com

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