sábado, 3 de diciembre de 2016

EVA DE AUTUM/ DESNUDO FEMENINO EN ÉPOCA ROMÁNICA

Eva de Autum

 Publicado por Laura Prieto Fernández
Tradicionalmente la historia del arte siempre se ha ocupado de los grandes conjuntos artísticos o de importantes piezas asociadas a grandes artistas, en este sentido no parece extraño que conozcamos el nombre del autor una de las piezas más valoradas de la escultura románica pese a que en aquellos momentos no era común firmar las obras, pero sí que resulta llamativo que la pieza que nos ocupa sea un pequeño fragmento de un dintel; de esta manera el conocido relieve de la Eva de Autum, adquiere una importancia comparable a los frisos del Partenón.
AUTUN_Gislebertus_Eva
La catedral de San Lázaro de Autum fue uno de los focos artísticos más destacados de la Edad Media, en ella se aúnan las concepciones estilísticas impuestas por Cluny y las pequeñas innovaciones estilísticas que preludian la estética goticista. En torno al año 1130 debió de realizarse la fachada lateral del transepto norte de la Catedral por parte del Maestro Gislebertus, sin embargo a día de hoy lo único que queda de este singular pórtico es este pequeño relieve que formaría parte del dintel. Según las fuentes documentales halladas al respecto, la portada lateral estaría formada por las representaciones de la Resurrección de San Lázaro en el tímpano, El pecado original con Adán y Eva en el dintel y la representación de San Lázaro obispo de Marsella en el parteluz.
Por su parte son pocos los datos que conocemos acerca del Maestro Gislebertus, parece ser que en su época obtuvo bastante reconocimiento y trabajó en una de las empresas más destacadas del momento, la decoración del Monasterio de Cluny. Pero sin lugar a dudas, lo que más llama la atención es que el Maestro firmase su obra en un momento en el que las artes plásticas se consideraban un mero oficio artesanal, Gislebertus impone de esta manera un sentimiento de autoreconocimiento en su obra.
La Eva de Autum que en la actualidad se encuentra en el Museo Rolin de Autum es una de las poquísimas representaciones de un desnudo femenino en época románica. Eva aparece tumbada en el suelo, apoyándose sobre las rodillas y uno de los codos mientras que con la otra mano sujeta el fruto prohibido; a la derecha de la figura se situaría Satán que inclinaría el árbol de la ciencia del bien y del mal para que Eva recogiese la manzana, mientras a la izquierda la mirada de Eva parece dirigirse a Adán en un gesto cómplice, sin embargo ninguna de estas figuras se conserva en la actualidad.
Gislebertus ha representado a Eva con la mano en el rostro como señal de arrepentimiento, sin embargo su postura retorcida adquiere una potente carga sensual que contradice este gesto. El maestro que representa una anatomía alargada y poco realista consigue a su vez recrear una figura completamente expresiva que poco tiene que ver con el hieratismo de la estatuaria románica y que paulatinamente nos acerca a las formas goticistas que surgirán en Francia a finales del siglo XII.
Parece probable que esta escena del Pecado Original estuviese completada con la representación del Adán y Eva escondidos en el Jardín del Edén ya que ambas escenas son, junto con la resurrección de Lázaro que aparecía en el tímpano, frecuentes alegorías medievales de la confesión.


Lee todo en: Eva de Autum | La guía de Historia del Arte http://arte.laguia2000.com/escultura/eva-de-autum#ixzz4RnTUcPMs

2 comentarios:

  1. Jeanne Hersch dice de ella:

    "Eva surge. (...)
    La Eva de Autun apenas se levanta sobre el codo y las rodillas. Aún no ha tenido tiempo de ponerse de pie, como todas las demás Evas, culpables y expulsadas. Su cuerpo conserva, al surgir, la rigidez de su eternidad original. Las piernas sobre todo, dobladas, no son más que un rígido ángulo de piedra. El torso, recto, no tiene talle. Sin embargo,he aquí que emerge de esa rigidez sagrada. Su encanto se despierta y crece a medida que se remonta a lo largo de su cuerpo, a medida que los senos y los brazos se desnudan de su eternidad, y que el rostro, ya vulnerable, empieza a desear y a temer.
    Las demás Evas son culpables primeramente, y luego expulsadas. Ella, en cambio, es expulsada por su misma culpa. Nace de una sola vez a la culpa, al exilio y a la existencia. Esbozo total en un sólo gesto. Nadadora entre dos aguas de eternidad y tiempo(...)

    Eva coge la manzana que todavía cuelga del árbol. Sus dedos se cierran sobre el fruto. No lo mira, lo toma con la mano izquierda, con el brazo tendido detrás de ella, en sentido inverso al de su mirada.No quiere saber nada de esa manzana, ni de su brazo tendido hacia el fruto, ni de la mano que lo coge (...)

    ¿Ese tronco es de la serpiente? ¿Dónde está la serpiente?No, no es ese tronco. Se creería, más bien, poder reconocerla algo más atrás: una cola que se levanta y se curva cerca de los tobillos cortados de Eva, una cola que sube, adelgazándose hasta la rama del manzano (...)

    Eva desobediente...la conciencia y el tiempo, el nombre del comienzo, la elección de vivir y saber de la muerte...."

    Gislebertus hoc fecit

    Gislebertus admira por su calidad escultórica y sorprende por su capacidad para conjugar la historia terrorífica del Apocalipsis, El Juicio Final, con las imágenes más líricas e ingenuas de la infancia de Cristo.

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  2. Jeanne Hersch


    Jeanne Hersch (Ginebra, 1910 - 2000), filósofa, escritora y traductora, estudió en las universidades de Ginebra, Heidelberg, Friburgo de Brisgovia—donde fue discípula de Heidegger—y París. Asistente de Karl Jaspers, publicó su primer libro, L’illusion philosophique, en 1936. En 1966, fue nombrada directora de la División de Filosofía de la UNESCO. Más tarde, en 1970, sería designada representante de Suiza ante el consejo ejecutivo de aquella institución. En Acantilado han aparecido sus libros El nacimiento de Eva (2008), El gran asombro (2010) y Tiempo y música (2013).
    www.acantilado.es

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