domingo, 4 de enero de 2015

PERSEO Y ANDRÓMEDA DE MENGS

Perseo y Andrómeda de Mengs

 Publicado por A. Cerra
Perseo y Andrómeda es uno de los grandes lienzos (227 x 154) pintados al óleo por Mengs entre los años 1774 y 1779. Un tamaño considerable que era el preferido por parte de los pintores de estilo neoclásico para recrear sus queridas imágenes inspiradas en la mitología grecolatina.
Perseo y Andrómeda de Mengs
Perseo y Andrómeda de Mengs
Este es un buen ejemplo del tipo de arte que realizó el pintor alemán Anton Raphael Mengs (1728 – 1779), el cual fue el artista que propulsó diferentes academias artísticas del clasicismo en varios países de Europa. Es decir, Mengs es uno de los grandes representantes de la pintura neoclásica de finales del siglo XVIII.
Mengs era un seguidor a ultranza de las teorías estéticas del Neoclasicismo, apoyadas en las publicaciones del historiador y arqueólogo alemán Joseph Winckelmann (1717 – 1768). Y en su afán de conocer la antigüedad y lo más clásico viajó hasta Italia, donde durante se estableció por un tiempo y se declaró seguidor del arte antiguo y de la pintura renacentista del gran Rafael Sanzio.
Como muestra de ello se puede ver esta pintura de Perseo y Andrómeda que forma parte de la colección del museo ruso del Ermitage de San Petersburgo. La escena está inspirada en la mitología griega, y más concretamente en un camafeo antiguo que perteneció a la esposa del pintor, y que también salvaguarda el mismo museo.
El episodio que representa está extraído del libro Las Metamorfosis del poeta romano Ovidio, donde se relatan los mitos más importantes de la mitología grecolatina. Entre ellos figura éste, en el que Andrómeda es liberada del monstruo gracias a la intervención de Perseo.
Pero no sólo la temática de la imagen remite a la Antigüedad. El modo de pintarla se basa en todo el arte clásico. Todo se sustenta en la lógica y en la simetría constructiva. Las figuras se conforman a partir de unas proporciones ideales herederas de esculturas griegas como el Doríforo de Policleto o el Hermes de Praxíteles. Si bien su modelo más inmediato sería el Apolo Belvedere para la figura de Perseo, cuya postura, indumentaria y actitud es prácticamente idéntica. Mientras que como modelo de la figura de Andrómeda hay un extraordinario paralelismo con una figura labrada en un relieve que se conserva en el Museo Capitolino de Roma, el cual conoció y estudió con detenimiento el propio Mengs durante su estancia en la capital italiana.
Con esos antecedentes construye una escena en la que cualquier movimiento de los personajes está contenido, casi coartado. Este aire de posar, de inmovilismo es una de las características definitorias de la pintura neoclásica, en oposición al arte barroco y rococó que le precedió y donde era sumamente importante el dinamismo, a veces frenético con bruscos escorzos de las figuras.
También por oposición, los pintores neoclásicos optan generalmente por una luz en la que no haya estridencias, ni contrastes ni claroscuros. Y por último, se trata de un estilo donde predomina el dibujo sobre el color. De todo ello la producción pictórica de Anton Raphael Mengs es emblemática.


Lee todo en: Perseo y Andrómeda de Mengs | La guía de Historia del Arte http://arte.laguia2000.com/pintura/perseo-y-andromeda-de-mengs#ixzz3NsQCuDkG

2 comentarios:

  1. . Allí, sin ella merecerlo, expiar los castigos de la lengua
    de su madre a Andrómeda, injusto, había ordenado Amón;
    a la cual, una vez que a unos duros arrecifes atados sus brazos
    la vio el Abantíada -si no porque una leve brisa le había movido
    los cabellos, y de tibio llanto manaban sus luces,
    675. de mármol una obra la habría considerado-, contrae sin él saber unos fuegos
    y se queda suspendido y, arrebatado por la imagen de la vista hermosura,
    casi de agitar se olvidó en el aire sus plumas.
    Cuando estuvo de pie: “Oh”, dijo, “mujer no digna, de estas cadenas,
    sino de esas con las que entre sí se unen los deseosos amantes,
    680. revélame, que te lo pregunto, el nombre de tu tierra y el tuyo
    y por qué ataduras llevas.” Primero calla ella y no se atreve
    a dirigirse a un hombre, una virgen, y con sus manos su modesto
    rostro habría tapado si no atada hubiera estado;
    sus luces, lo que pudo, de lágrimas llenó brotadas.
    685. Al que más veces la instaba, para que delitos suyos confesar
    no pareciera que ella no quería, el nombre de su tierra y el suyo,
    y cuánta fuera la arrogancia de la materna hermosura
    revela, y todavía no recordadas todas las cosas, la onda
    resonó, y llegando un monstruo por el inmenso ponto
    690. se eleva sobre él y ancha superficie bajo su pecho ocupa.
    Grita la virgen: su genitor lúgubre, y a la vez
    su madre está allí, ambos desgraciados, pero más justamente ella,
    y no consigo auxilio sino, dignos del momento, sus llantos
    y golpes de pecho llevan y en el cuerpo atado están prendidos,
    695. cuando así el huésped dice: “De lágrimas largos tiempos
    quedar a vosotros podrían; para ayuda prestarle breve la hora es.
    A ella yo, si la pidiera, Perseo, de Júpiter nacido y de aquélla
    a la que encerrada llenó Júpiter con fecundo oro,
    de la Górgona de cabellos de serpiente, Perseo, el vencedor, y el que sus alas
    700. batiendo osa ir a través de las etéreas auras,
    sería preferido a todos ciertamente como yerno; añadir a tan grandes
    dotes también el mérito, favorézcanme sólo los dioses, intento:
    que mía sea salvada por mi virtud, con vosotros acuerdo.”
    Aceptan su ley -pues quién lo dudaría- y suplican
    705. y prometen encima un reino como dote los padres.
    He aquí que igual que una nave con su antepuesto espolón lanzada
    surca las aguas, de los jóvenes por los sudorosos brazos movida:
    así la fiera, dividiendo las ondas al empuje de su pecho,
    tanto distaba de los riscos cuanto una baleárica honda,
    710. girado el plomo, puede atravesar de medio cielo,
    cuando súbitamente el joven, con sus pies la tierra repelida,
    arduo hacia las nubes salió: cuando de la superficie en lo alto
    la sombra del varón avistada fue, en la avistada sombra la fiera se ensaña,
    y como de Júpiter el ave, cuando en el vacío campo vio,
    715. ofreciendo a Febo sus lívidas espaldas, un reptil,
    se apodera de él vuelto, y para que no retuerza su salvaje boca,
    en sus escamosas cervices clava sus ávidas uñas,
    así, en rápido vuelo lanzándose en picado por el vacío,
    las espaldas de la fiera oprime, y de ella, bramante, en su diestro ijar
    720. el Ináquida su hierro hasta su curvo arpón hundió.
    Por su herida grave dañada, ora sublime a las auras
    se levanta, ora se somete a las aguas, ora al modo de un feroz jabalí
    se revuelve, al que el tropel de los perros alrededor sonando aterra.
    Él los ávidos mordiscos con sus veloces alas rehúye
    725. y por donde acceso le da, ahora sus espaldas, de cóncavas conchas por encima sembradas,
    ahora de sus lomos las costillas, ahora por donde su tenuísima cola
    acaba en pez, con su espada en forma de hoz, hiere.

    www.imperivm.org Libro cuatro de Las Metamorfosis de Ovidio. Fragmento de Perseo y Andrómeda

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  2. Origen: Alemania , 1774-1779
    El Hermitage posee una de las mejores colecciones de obras de Mengs en el mundo, pintado en diferentes períodos de su carrera. De estas obras el más famoso es Perseo y Andrómeda, su tema tomado de "Metamorfosis" de Ovidio, que se exhibió en el Palazzo Barberini en Roma en 1777, donde fue muy admirado por los que lo vieron. Mengs buscaron sus formas artísticas puras en la herencia clásica: el trabajo se basa fundamentalmente en dos cameos clásicos que pertenecieron al artista, tanto en la actualidad en la ermita; la figura de Perseo se basó en la estatua del Apolo de Belvedere, y la de Andrómeda fue tomado de un relieve clásico en la Villa Pamphili, en Roma. La naturaleza ordenada de la composición sin pretensiones, el dibujo ideal correcto, el modelado escultórico hábil de las figuras y el majestuoso gesto retórico de la figura central, indican que la obra fue compuesta de acuerdo con los estrictos cánones del neoclasicismo, de los cuales Mengs era un devoto seguidor.
    Personaje: Perseo
    Estilo: Neoclasicismo
    Fuente de entrada: adquirido de M. de Sartine de Catalina II , 1780
    Tema: Religión y Mitología Clásica
    Exposiciones: Arte alemán: 15 - 18 siglos www.arthermitage.org

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