Lo que los mosaicos romanos revelan sobre el arte antiguo Mosaico de Bailarines Báquicos, Hatay, Turquía. Tiempo estimado de lectura: 6 minutos • Última actualización: 02.20.19 Los mosaicos romanos se componen de imágenes geométricas y de figuras creadas por arreglos de pequeñas piezas de piedra y vidrio. Las formas más tempranas de mosaicos grecorromanos fueron concebidas en Grecia a fines del siglo V aC Aunque los griegos refinaron el arte de los mosaicos figurativos incrustando guijarros en el mortero, los romanos ampliaron esta técnica establecida, usando teselas, cubos de piedra, cerámica, o vidrio: para formar diseños intrincados y coloridos. Hoy en día, estas obras ofrecen una imagen vívida de la antigua vida romana; un vistazo a las actividades cotidianas de una antigua civilización que incluyó concursos de gladiadores, deportes y agricultura, al mismo tiempo que sirve como documentación de artículos cotidianos como comida, ropa, herramientas y arm
Centro Cultural Brujas
ResponderEliminarCentro Cultural Brujas presenta La Ciudad Escrito
Raeda Saadeh, Mudanza , 2012. Cortesía Raeda Saadeh y Rose Issa Proyectos.
La Ciudad Escrito
La política y la producción del espacio
19 abril a 21 junio 2015
Organiza: Centro Cultural Brujas
Halles, Markt 3
8000 Brujas
Bélgica
www.ccbrugge.be
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Comisarios: Michel Dewilde y Lutz Becker
Esta exposición forma parte del 2015 Brujas Trienal de Arte Contemporáneo y Arquitectura.
Artistas seleccionados:
Ayman Baalbaki, Lutz Becker, Joseph Beuys, Ali Cherri, Tom Dale, Wim Delvoye, Rana Hamadeh, Lawrence Abu Hamdan, Hazem Harb, Loek Grootjans, Société réaliste, Ragip Basmazölmez, Dominic MC Gill, Emilio López-Menchero, Nils Norman, Amina Menia, Marjetica Potrc, Stefano Lupitani, William L. Papa, Wesley Meuris, Mir-Hossein Mousavi, Vladimir Tatlin, Raeda Saadeh, Tala Vahabzadeh y Walid Siti
El Escrito Ciudad exposición analiza la organización espacial de la ciudad y el Estado como producto de la frecuencia contradictorias intenciones políticas. La exposición analiza las relaciones entre varios discursos políticos y su diseño, la interpretación y el control del espacio urbano y nacional.
La Ciudad Escrito reúne contrastando puntos de vista de la construcción, el uso, las representaciones y el cuestionamiento o disputar de la producción política del espacio.
El desarrollo del espacio urbano y nacional a menudo presupone formas de inclusión física o simbólica y la exclusión. En ese sentido, la exposición trata de una serie de metáforas espaciales como barricadas, los límites y las cercas o los llamados "barrios cerrados," y al mismo tiempo la destrucción o la penetración de este tipo de partición.
La exposición se divide en tres partes:
La primera parte se ocupa de los discursos políticos. Entre otras cosas, cubre las metáforas espaciales utilizados en los discursos y en su interpretación por parte de los medios de comunicación, en las reuniones políticas o durante las elecciones. Se presta especial atención a la arquitectura de la dirección y el análisis de los artistas de la misma.
La segunda parte analiza las consecuencias del discurso político en el suelo, es decir, la forma de realización espacial en un área, los efectos de la disposición espacial en el proceso social, la producción y el papel de los símbolos, etc. Al mismo tiempo, los regalos de exposiciones trabajar por los artistas que se resisten a esas construcciones espaciales y simbólicos.
La tercera parte aborda el tema desde una perspectiva histórica más amplia, que reúne obras de arte y material documental en relación a una serie de eventos políticos notables que se ocupan de, por ejemplo, formas de ocupación o de la división y el diseño de las ciudades y estados.
Centro Cultural Brujas presenta La Ciudad Escrito www.e-flux.com
JIMMIE DURHAM. UNA ESTRATEGIA POSIBLE, LA VERDAD EN EL ARTE
ResponderEliminarA diferencia de la función ilusoria y ficcional que nos propuso el Pop Art y varias de sus secuelas iconográficas y conceptuales, ha existido también una vía artística que propicia una relación dialéctica con la naturaleza; ésta involucra resistencias programáticas e ideológicas respecto del rol del artista. Pienso ciertamente que son cursos artísticos que plasman heroicidad estética y una búsqueda de la autenticidad del objeto como forma verdadera no preconstituida por discursos hegemónicos. Son programas reales en el arte que pueden ser entendidos en tanto esfuerzos contra una cotidianeidad alienada.
La yuxtaposición objetual y simbólica proyectada en la obra de Jimmie Durham busca mitigar el culto actual hacia la forma estandarizada de la nulidad simbólica. Su obra quisiera expresar un compromiso con la realidad para representarla brutalmente, como prolongación política de una cultura fidedigna, inteligible. Evocaba recién una suerte de instrumentalidad autosatisfecha entre arte y publicidad a la que el pop art asistió con la solvencia mecánica del fordismo. Me pregunto entonces por los programas críticos que existen y aún afectan críticamente la imaginería ensalzada del capitalismo mundial integrado. Más utopía que historia, aún es posible observar obras que autointerpretan fuertemente el lugar del hombre en el mundo contemporáneo. Las fusiones objetuales -antropológicas y técnicas- resueltas en la obra de Durham componen una aventura sobre nuestra cultura del desecho, del desperdicio, del residuo y de la pobreza material. ¿Una escultura que radicaliza las nociones de experimentación formal anotadas desde la episteme duchampiana?
La declinación crítica del arte contemporáneo se debe a una falta de desafíos políticos sobre los mismos conceptos de obra. ¿Cómo fracturar las representaciones hegemónicas sobre el hombre actual si estas siguen siendo dominadas por una estética afirmativa? En cualquier caso es un asunto existencial, de propósitos intelectuales y políticos donde la autonomía personal es central. ¿Quien se atreve hoy a liberar al arte de su academicismo mercantilizado, a desplegar una obra que busca la realidad interna y externa del hombre en su apariencia inmediata? El programa artístico de Jimmie Durham intenta ciertamente afectar los límites y los esquemas de una conciencia reguladora que impacta regresivamente sobre la técnica, los espacios sociales y las formas de sobrevivencia económica. Y lo hace presentando una obra sin falsificación alguna: él no omite los efectos nocivos del capitalismo, del colonialismo, del racismo, sino más bien, los expone a ser “verdad misma”.
Es una selección personal. No es Durham el único artista que me interesa por estos atributos donde “la verdad” impera como asunto central, sin idealizaciones, sin limitaciones (4). Imponer una subjetividad ilimitada sobre la experiencia del arte indagando en la superación de la enajenación que impide al arte ser nuevamente una actividad sensorial especifica y autónoma, y luego con este mismo arte hacer del hombre y la naturaleza una relación viva, de plena contemporaneidad, es ciertamente lo que me interesa desplegar discursivamente.
Que mal le ha hecho la publicidad al arte. El campo del arte se llena de lugares comunes, de administradores, de burócratas, diletantes, mediocres curadores y muy malos periodistas. Lateral y transversalmente es un efecto de la “globalización”. Los medios se llenan de cobardía y tradicionalismo. Los artistas mismos caen en actitudes esquematizadas y deformadas -saben muy poco de política (5) para justamente hacer arte político- y gustan como adolescentes de la dominación ideológica así tal cual ésta se encuentra. Así las cosas, el ambiente esta abreviado a fórmulas formales que jamás se cansan, nacen y crecen despiadadamente, pues la extensión biopolítica del mainstream artístico ha disciplinado a la mayor parte de sus actores.claudio Herrero en www.artishock.cl