Quevedo 1580- 1645 AGUJA PARA NAVEGAR CULTOS La aguja de navegar cultos con la receta para hacer soledades en un día de 1631. Satírica embestida contra los poetas que usan el lenguaje Gongoriano o culterano. Quien quisiera ser culto en un solo día La jeri aprenderá gonza siguiente: fulgores arrogar jóven presidente candor construye métrica armónica; por mucho, si no purpuracía neutralidad conculco;erige mente, pulso,estento,librar adolescente, señas, traslada, pira frustra arpía; cede, impide cisura petulante palestra, libia, meta, argento alterna, si bien disuelve émulo canoro. Use mucho de líquido y de errante, su poco de nocturno y de caverna, anden listos livor, adunco y poro, Que ya toda Castills, con solo esta cartilla se abrasa de poetas babilosos, escribiendo sonetos con fusiones; y en la Mancha, pastores y gañasos, atestadas de ajos las barrigas, hacen ya cultedades como migas. Quiero quedar bien con Quevedo. Puede darse cuenta ¡
Para el Proyecto del Genoma Artístico, Matthew Israel, de 34 años, quien tiene un doctorado en arte y arqueología del Instituto de Bellas Artes de la Universidad de Nueva York, encabeza a un equipo de una docena de historiadores de arte que deciden cuáles son esos códigos y cómo deberían aplicarse.
ResponderEliminarAlgunas etiquetas (Art.sy les llama “genes” y reconoce unos 800 de ellos, y más se suman diariamente) denotan cualidades bastante objetivas, como el periodo histórico y la región de donde procede la obra y si es figurativa o abstracta, o pertenece a una categoría establecida como cubismo, retrato flamenco o fotografía.
Conforme se aplican las categorías, a cada una se le asigna un valor entre 1 y 100: Un Andy Warhol podría calificar algo en la escala de arte pop, mientras que un post-Warholiano se clasificaría diferente, dependiendo de las influencias.
El software puede ayudar a filtrar las imágenes en base a cualidades visuales básicas como el color, pero el alma del juicio es humana.
“Literalmente, una persona lo hace a mano, e introduce un número para todos los campos relevantes”, dijo Israel.
La complejidad técnica es superada por los desafíos de curación.
“Aprendimos que los datos importan mucho más que las matemáticas”, dijo Daniel Doubrovkine, de 35 años de edad, quien está a cargo de la ingeniería en Art.sy. “¿Cómo se va a seleccionar algo que muestra 'calidez’ con una máquina? No lo hacemos”.
De manera similar, Pandora tiene una sala llena de musicólogos que desglosan cada melodía; su análisis luego es convertido en algoritmo, llamado Proyecto del Genoma Musical, que recomienda canciones en su reproductor basado en el gusto de los usuarios y las calificaciones que dan a cada pista. (Joe Kennedy, el director ejecutivo de Pandora, fungió como consultor de Art.sy.)
Pero Art.sy pretende hacer conexiones entre obras de arte que son aparentemente de mundos diferentes, con un catálogo que comprende piezas del Museo Británico, la Galería Nacional en Washington, el Museo de Arte Contemporáneo de Los Ángeles y otros. Un socio reciente, el Museo Nacional de Diseño Cooper-Hewitt en Manhattan, subsidiaria del Smithsoniano, ha añadido objetos a la mezcla, lo cual será una prueba para la tecnología del sitio y los paralelos que traza, dijo Seb Chan, el director de medios digitales y emergentes del Cooper-Hewitt.
Culturalmente, “¿qué significa recomendar una pintura a partir de ver una cuchara del siglo VII, por ejemplo?”, dijo. Anticipando esas preguntas, el personal de Art.sy tiene un blog que explica cómo funciona su proceso.
El director ejecutivo y fundador, Carter Cleveland, de 25 años de edad, soñó con Art.sy cuando era alumno de último año en la Universidad de Princeton y no podía encontrar una pieza de arte agradable para decorar su dormitorio. Ayudado por su familia – su padre es redactor de arte; su madre, financista) – después de su graduación eventualmente atrajo a socios como el galerista Larry Gagosian y patrocinadores como el personaje del mundo del arte Dasha Zhukova y Wendi Murdoch, la esposa de Rupert Murdoch, que ha estado ansiosa de presentarle gente.
Eric Schmidt de Google y Jack Dorsey de Twitter también son inversionistas, y John Elderfield, el ex curador en jefe de pintura y escultura en el Museo de Arte Moderno, es asesor.
Con su apoyo, Cleveland tuvo la libertad para seguir su visión ambiciosa para el sitio.
“Todo el mundo del arte va a ser gratuito para cualquiera con una conexión a Internet”, dijo, describiendo un lema de la compañía si no un plan de utilidades. Los ingresos se anticipan de las comisiones de ventas y las asociaciones con las instituciones.
Pero Art.sy sigue lejos de tener a todo el arte del mundo – el Proyecto de Arte de Google, otro depósito de imágenes, tiene casi el doble de su tamaño – y el genoma es sólo tan vigoroso como su limitada colección.
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