lunes, 9 de marzo de 2015

Juan Carlos Distéfano en Los siete locos y ALFREDO GRAMAJO GUTIÉRREZ




Alfredo Gramajo Gutiérrez

2 comentarios:



  1. El centro de sus reflexiones es el cruce entre cuerpo y violencia. En sus obras el cuerpo humano modula torsiones, se extenúa, se estira, se contrae, se expande, se confunde con los objetos, forzado por distintas clases y grados de violencia. Son cuerpos atravesados (e inscriptos) por el dolor de la violencia social y política que caracteriza la historia facciosa y sangrienta de la Argentina.4
    Es autor de escasa producción por el tipo de procedimiento técnico que emplea dividido en distintos pasos lentos y engorrosos.
    Al comienzo fue pintor y se situó dentro de la neofiguración respondiendo a patrones baconianos. Según Hugo Monzón:5

    En nuestro artista las formas habitaban, al igual que el pintor inglés, espacios de naturaleza casi abismal, lindantes con el vacío, y eran predominantemente curvas, con tendencia a encerrar la figura dentro de límites netos, plásticos, sólo que en su caso a esos contornos correspondía un modelado interior también escultórico al que llegaba a subordinarse el color
    Era otra resultante de la nueva figuración de la época, amante de las relaciones insólitas, de los cortes abruptos, de las mezclas explosivas
    Tiene influencias del arte latinoamericano en especial las tallas coloniales de corte europeo renacentista y el arte egipcio, etrusco, azteca y artistas como Lorenzetti, Brueghel, Signorelli y Van Gogh.

    Reconoce influencias del grupo CoBrA, del inglés Alan Davie, y del este movimiento neofigurativo de Ernesto Deira, Rómulo Macció, Luis Felipe Noé y Jorge de la Vega, pero siempre trabajó en forma solitaria sin casarse con ningún grupo o tendencia. Su neofigurativismo no es surrealista.

    Los temas de las esculturas de Distéfano son el dolor físico dado a otros, la violencia, la animalidad del hombre depredador, la tortura - en clara alusión a la dictadura argentina entre 1976 y 1983 -, relatos bíblicos sobre espíritus malignos torturados, la crucifixión, formas ignominiosas del suplicio, el descenso del alma torturada a los infiernos, destinos trágicos, el drama de los condenados sin causa.

    Todas sus obras transmiten una sensación sofocante, un estado opresivo, un efecto de compresión.

    En ellas prevalecen la destrucción y el horror, el desprecio y la degradación, la ferocidad y el espanto. Pero no es el caos lo que reina sino todo lo contrario: un riguroso orden geométrico con alteraciones en la distancia, en la posición y en la escala.

    La figura humana desnuda, sometida a estructuras que la aplastan y la comprimen, soporta tensiones brutales hasta el desgarramiento. Esta figura presionada, sufriente, arrodillada, humillada, nunca de pie, es la protagonista de estas obras de una ¿belleza? convulsiva y revulsiva.


    Figuras crispadas, tumbadas, retorcidas, desprotegidas, vulnerables y expuestas a las inclemencias del tiempo y de los hombres: agua impenetrable, pantanosa y humo rígido que ahogan, viscosidades de líquidos perturbadores, peldaños de escalinatas que se abren al abismo.

    Entre sus temáticas aparecen encarnizadas refriegas, disturbios raciales, máscaras mortuorias, masacres, asesinatos, desastres, iniquidades, violaciones y genocidios.6 7

    Existen obras suyas expuestas permanentemente en:

    Ciudad de Buenos Aires:
    Parque de la Memoria de Buenos Aires: Por gracia recibida
    MALBA
    Museo Nacional de Bellas Artes
    Embajada de Italia
    Fondo Nacional de las Artes en Estados Unidos
    Museo de Arte Moderno de Chile
    Colecciones particulares en Suiza
    §Técnica[editar]
    Modela primero en barro, obtiene el molde en yeso y luego lo pasa a polyester pintándolo con esmalte epóxico. Según Jorge Glusberg,8 director del Museo Nacional de Bellas Artes en Buenos Aires en 1998, la materialización de una obra de Distéfano consta de tres etapas:

    “En primer lugar, las pinturas con relieve, hechas de poliéster reforzado con lana de vidrio, sobre soporte de lona, madera prensada o acero inoxidable; el tipo de pintura utilizado era temple graso o acrílico.
    .es.wikipedia.org

    ResponderEliminar
  2. Alfredo Gramajo Gutierrez
    Nació en Monteagudo, provincia de Tucumán, el 29 de marzo de 1893 y murió en Olivos, provincia de Buenos Aires, el 23 de agosto de 1961. Estudió en la Sociedad Estímulo de Bellas Artes de Buenos Artes, y luego en la Escuela Nacional de Artes Decorativas de la Nación, con maestros como Pompeo Boggio y Eugenio Daneri. En 1918 se presentó en el Salón del Retiro de Acuarelistas, Grabadores y Pastelistas; expuso en el Salón Nacional. Tomó parte en varias muestras en el extranjero, y el gobierno francés adquirió su obra Entierro en mi pueblo. Obtuvo medallas y distinciones diversas, entre ellas, Primer Premio en la Exposición de Sevilla en 1926, y el Premio Sívori en el Salón Nacional de 1929. Su paleta ha sabido extraer en forma documental y fidedigna escenas de la vida diaria del norte del país. Sus obras se exponen en el Museo Nacional de Bellas Artes, en la Cámara de Diputados de la Nación, en diversos museos provinciales y en los museos de Luxemburgo y de París. Imagen ilustrativa: Retrato por Rodolfo Paz.
    pintoreslatinoamericanos.com

    ResponderEliminar