martes, 1 de septiembre de 2015

Counting Crows - Einstein on the beach (subtitled)

3 comentarios:

  1. En México


    Einstein on the beach 1

    Einstein On the Beach se presentó en su versión original (concebida en 1976 y repuesta en 1984 y 1992) en el Palacio de Bellas Artes el 9, 10, 11 de noviembre de 2012 con el apoyo del INBA. Al frente del Philip Glass Ensemble estuvo Michael Riesman. Se trata de una producción hipnótica, legendaria, que tantas veces ha dado la vuelta al mundo que no tiene errores. Aunque tardó 36 años en llegar a México, es sin lugar a dudas la producción más moderna, ambiciosa y arriesgada que se ha montado en el país. Los boletos para las tres funciones se agotaron desde febrero. Las cuatro horas y media de duración corrieron sin intermedios y letreros pegados en todas las puertas anunciaban que el público “podrá —de manera silenciosa— salir y entrar libremente de la sala”. Las dos primeras horas acontecieron con el teatro lleno, de la segunda a la tercera hora la gente se salió continuamente por decenas; para el tramo final algunos regresaron y en los aplausos más de tres cuartos de los asientos del teatro estaban ocupados.

    Las danzas


    Entre los cuadros hay dos danzas de Lucinda Childs (una abre el segundo acto y la otra cierra el tercero) para ocho bailarines vestidos de blanco cuyo diseño está basado en el “teatro de movimiento total”, concepto acuñado por Alwin Nikolais a mediados del siglo pasado que busca enfocar la atención del público en el diseño integral de la coreografía y no en aislados movimientos de bailarines solistas. Lejos de introducir cierta sensación de liberación, como podría pensarse, las danzas están plenamente regidas por la partitura y los cuerpos humanos sufren la misma condena que los sonidos: repetir patrones una y otra vez en ciclos obsesivos. Son ballets angustiantes; el espectador espera encontrar en el movimiento de los bailarines humanidad, emociones, fragilidad, un boleto que lo saque de la máquina rígida, disciplinada, perfecta y dura, hallar imágenes de belleza instintiva que agujereen este inquietante mundo de un malvado dios robótico.

    Explicación de Glass sobre su Einstein


    Einstein on the beach 2

    En la edición enero-febrero 2011 de la revista Pro Ópera María Eugenia Sevilla le pregunta a Philip Glas sobre sus intenciones en Einstein on the Beach, y el autor le responde que cuando él y Robert Wilson la crearon no sabían nada de ópera, “¡Ni siquiera sabíamos que habíamos escrito una!” Sin embargo con Einstein se inició la impresionante producción operística de Glass, que se compone de cerca de 24 óperas que abarcan todos los formatos imaginables: para gran orquesta, para tres actores, de cámara, para bailarines o para diseño escenográfico creado en animación 3D. El concepto de Einstein inspiró particularmente, dentro del repertorio de su autor, una serie de acercamientos operísticos donde se explora un personaje trascendente en la historia del mundo y se expone su figura sin narraciones lineales, “son especies de retratos psicológicos, de cómo era y cómo pensaba el personaje. Aquí los eventos biográficos no pueden aparecer siquiera”. Además de a Einstein, Glass ha retratado a Gandhi, Akenatón, Kepler y a finales de 2012 estrenó una ópera sobre Walt Disney, personaje que le interesó porque construyó un democrático imperio de fantasía pero no aceptaba trabajar con afroamericanos o mujeres.revistareplicante.com

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  2. Biografía[editar]
    Wilson nació en Waco, el 4 de octubre de 1941, en el seno de una familia blanca, protestante y de clase media. Su padre, DM Wilson, era abogado, fue alcalde y gerente municipal de la ciudad. Su madre, Loree Velma (de soltera Hamilton), provenía de un orfelinato. Al decir de Wilson, ninguno de los dos se interesaba por el arte.
    Wilson tenía problemas tartamudez severa, hasta que en 1958, terminando sus estudios secundarios en su ciudad natal, trabajó en ello con la bailarina de ballet, Mrs. Byrd Hoffman, quien le daba clases de danza y con la que logró superar sus problemas de habla.
    …Yo no bailo mucho, pero en cierta manera me metí en mi cuerpo y pude reducir la tensión, pude, sí, pude hacerlo, en cierta manera, con, con mi esfuerzo… Aprender a hablar fue para mí toda una proeza.
    Robert Wilson
    Estudia administración de empresas en la Universidad de Texas de 1959 a 1962, pero abandonará poco antes de graduarse, al tiempo comienza a trabajar en el grupo de teatro infantil Children´s Theatre de la Universidad de Baylor.
    En 1963 estudia pintura en París con George McNeil, al año siguiente se muda a Brooklyn, terminando una licenciatura en arquitectura (bachelor of Fine Arts) en el Instituto Pratt en 1966. Wilson recuerda con especial agrado las enseñanzas de Sibyl Moholy-Nagy (viuda de László Moholy-Nagy) profesora de Historia de la Arquitectura y muy vinculada a la Bauhaus; también la enseñanza de Paolo Soleri en Phoenix, Arizona durante una estancia en 1966 de quien habla como un soñador que lo ayudó a ver las cosas más claras en un momento en el que se encontraba perdido.
    A lo largo de su amplia trayectoria profesional, ha trabajado también como coreógrafo, performer, pintor, escultor, artista de video y sonido y diseñador de iluminación. Él es mejor conocido por sus colaboraciones con Philip Glass en Einstein on the Beach, y con numerosos artistas, entre ellos Heiner Müller, William S. Burroughs, Ginsberg Allen, Lou Reed, Lady Gaga, Tom Waits, David Byrne, Laurie Anderson, Gavin Bryars, Rufus Wainwright y Marina Abramovic.
    Son George Balanchine, Michael Cunningham, John Cage, Martha Graham, los que le ayudan a sentar las bases de su propio paradigma creativo, sus maneras específicas de ver y de hacer. Estos serán lo que podríamos llamar sus encuentros paradigmáticos en su etapa de formación.
    Robert Wilson es abiertamente homosexual. es.wikipedia.org

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  3. 1 de febrero de 2013, 11:25
    "Gran parte de la existencia humana transcurre en un estado que el uso del lenguaje de vigilia, la gramática estereotipada, la trama continuada, no puede transmitir."
    J.,Joyce, "Cartas escogidas"

    El escrito enigmático de Joyce fascina a Lacan. Escritos en el que está ausente el efecto apaciguador de la metáfora y de la significación. Lo que irrumpe como "hablas impuestas", momentos epifánicos, libres de significación propias, marcados por un no sentido radical, tiene su poder de atracción, por sus efectos enigmáticos, más que por su carácter poético.No hay más sed de significaciones,de interpretaciones.
    Fuente: Tania Mascarello, "De la Metáfora a lo Real del Lenguaje"Mayéutica, en "Inconsciente y Pulsión", Buenos Aires, Letra Viva, 2007En este blog el 20 de junio de 2011

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